LIMIT LOVE

Conociendo a un extraño

El único pensamiento que tengo es que quiero morir y que nadie esté triste o enfadado por ello.
A veces la muerte es la medicina para esta enfermedad que me hacen llamar vida. Hay días buenos, pero la mayoría es como si mi cuerpo se moviera en automático sin alma, sin una emoción.

–Buenos días, Kim Dan, aquí está la dirección de la empresa, te deseo buena suerte. – la dirección es por el distrito de Gangnam.

Me retiro de la agencia de trabajos con muchas ganas de querer volver a casa.

Aunque lleve mucho tiempo trabajando fuera, no me adapto al trajín de ello y me estreso mucho con la gente a mi alrededor, al punto de que tengo que tomar medicamento para evitar algún incidente con la ansiedad.

La mayoría de las personas no entienden lo que se siente, a menos que lo padezcan, lo mío comenzó desde muy joven, aunque no era tan problemático como ahora y luego está la sensación de que te va a dar un paro cardíaco cuando solo es un juego del cerebro por la estimulación sensorial.

Estar en ese estado es como vivir o morir.

El medicamento que tome antes de salir de casa comienza a hacer su efecto y me relajo, el tramo no es tan largo como pensaba, aunque llevé tiempo en la ciudad no suelo recordar bien las direcciones.

Al llegar al lugar indicado veo un gran edificio enorme que en la puerta principal decía multinacional S.H.

–Hola buenos días, vengo por el cargo de asistente – la recepcionista me queda mirando y me incómodo un poco.

–Necesito tu identificación para confirmar en la computadora que eres parte del personal – Le entrego mi identificación, escribe unas cuantas cosas en su computadora – Ya puede ingresar, tome el elevador b al piso 14, luego a la derecha vera la puerta del presidente.

Al llegar al piso indicado, se puede ver toda la ciudad a través de las grandes ventanas, es muy hermoso, que se sentirá volar y disfrutar siempre de esa vista.

Voy hacia al pasillo de la derecha y veo una gran puerta con una inscripción en dorado "Presidente J.J. de S.H".

Toco varias veces la puerta, pero nadie responde, me dispongo a entrar y veo a alguien tirado en medio de la oficina.

No entendía muy bien la situación y me acerco asustado.

–¿señor? ¿Señor se encuentra bien? — pregunto Dan al hombre en el suelo.
–No hagas ruido, solo dame un momento para dormir – este hombre huele a cigarros y a alguna fragancia de coco y es sumamente atractivo pensó Dan, mientras se soltaba del agarré de aquel hombre y se quedó sentado observando al hombre que dormía en el suelo.