LIMIT LOVE

Destino o Casualidad

Me duele el trasero pensó Kim Dan y la voz del hombre en el suelo interrumpió su pensamiento.

– Tuve mucho trabajo y no pude dormir adecuadamente –Su voz sonaba ronca y adormilada.

– Oh, Entiendo – ¿se puede golpear a alguien por hacer perder el tiempo de otra persona? o ¿soy el único idiota con poca paciencia en este mundo?.

– ¿cuál es tu nombre? – me pregunta el hombre aún en el suelo.

– Soy Kim Dan, la agencia MIDNIGHT me envió para cubrir el puesto de asistente.

– Entiendo ... ¿Sabes de qué se trata tu puesto de asistente?

– No realmente – respondí mientras me levantaba del suelo.

– Bueno, prácticamente es acompañarme, estarás a prueba por un mes, así hayas firmado el contrato, el ser mi asistente demanda que siempre estés atento a lo que te diga, su teléfono siempre debe estar con sonido veinticuatro, siete. Y por último debe firmar un contrato de confidencialidad, vea lo que vea y oiga lo que oiga se queda entre usted y yo, su pago será de 30 mil dólares más gastos médicos o lo que necesite tomar, ¿entendió? – dijo aquel imbécil con una sonrisa tan estúpida, sentía mi cara calentarse.

– Perfectamente señor — respondió Dan, sin mirarlo a los ojos.

– No me digas, señor, mejor dígame majestad–  que arrogancia la suya,pensó Dan.

– Muy bien, es hora de ir a comer ... Olvidaba darle esto – me entrega un celular – con esto usted podrá contactar a quien sea y reservar un lugar para comer, ¿sabe conducir? — Pregunto aquel hombre con cara de pocos amigos.
– sí, ¿por?
– Usted manejará hoy, vamos.

Llegamos al estacionamiento y abrí la puerta del pasajero, pero solo me ignoro y abrió la puerta del copiloto y se metió, eso me puso algo tenso porque quería estar solo, aunque sea de piloto.
Solo me dediqué a conducir y guiarme por el mapa sin mirar a mi jefe o preguntarle algo, pero de momento a otro me di cuenta de que un auto nos estaba comenzando a seguir.

– Señor, creo que un auto nos está siguiendo — dijo Kim Dan mirando el retrovisor.
– Desviémonos un poco y dirígete a itaewon, acelera lo más que puedas — Jaekyung se colocó el cinturón de seguridad.
– Como usted ordene– Aceleré y me desvié, el auto que nos seguía también acelero, lo único que podía pensar es ¿en qué demonios me metí?, por eso todas las indicaciones.
Dan pensó "¿Tenía miedo?, no".

Ya en mi pasado había incidentes como estos.
No puedo creer que algo como ser perseguido por un auto me esté pasando de nuevo y de paso una leve sospecha de que mi jefe sea algo más que un simple jefe.

De un momento a otro una camioneta negra y un auto rojo se detiene delante de nosotros y nos cierra el paso, maldición.