Bruno miraba a Antonella con una sonrisa burlona en los labios, disfrutando de cómo ella se veía adorable en su enojo, con el ceño fruncido y el cabello ondulado moviéndose al compás de sus gestos. Antonella, en cambio, lo miraba con ojos acusadores.
- ¿Desde cuándo tú eres tan cercano a... Patito? -dijo Antonella, pronunciando el nombre de la chica rubia con disgusto.
Bruno contradijo con calma, cruzándose de brazos y apoyándose en el casillero, mientras observaba cómo los ojos traviesos de Antonella brillaban con intensidad.
- ¿Tiene algo de malo? -respondió Bruno, desafiante, disfrutando del juego verbal.
- ¡No! ¡No! -se apresuró a responder Antonella-. Solo preguntaba porque jamás te he visto cruzar una palabra con esa... digo, Patito.
Bruno soltó un suspiro, claramente aburrido del interrogatorio de Antonella. Ella parecía demasiado intensa en su búsqueda de respuestas. Cuando intentó alejarse, Antonella se interpuso en su camino. La tensión entre ellos era palpable, y Bruno bajó la mirada para observar los ojos traviesos que tanto le atraían. Era innegable, algo entre ellos estaba creciendo, una chispa que los unía como una energía incontrolable.
Bruno se acercó lentamente a Antonella, casi rozando sus narices. Ambos estaban cerca, y la atracción entre ellos era abrumadora, como si fueran dos imanes destinados a encontrarse. Las chispas que saltaban entre ellos crecían con cada segundo. Antonella lo miraba con una mezcla de hipnosis y determinación, pero nunca perdiendo su compostura.
- Respóndeme, Bruno -murmuró Antonella con una voz coqueta.
Bruno, luchando contra el deseo de besarla, mordió sus labios con fuerza antes de responder, formando una sonrisa tan traviesa como solo él sabía hacerlo.
- Desde que comencé a notar lo linda que es...
Con esa respuesta, Bruno se alejó de Antonella, guiñándole un ojo antes de retirarse. La dejó impactada en su lugar, con una sonrisa juguetona que dejaba claro que la atracción entre ellos seguía creciendo y volviéndose más intensa con cada interacción. Antonella se volteó para ver al chico que se alejaba con tanta tranquilidad como siempre, mostrando confianza en sí mismo, mientras ella quedaba en un estado de histeria y confusión.
- ¡¿Patito linda?! ¡¿Qué?! -exclamó Antonella, sin poder comprender del todo las palabras de Bruno.- No... seguro escuche mal, eso es... ¡Es imposible que Bruno encuentre linda a Patito!
Antonella, con una actitud más segura y calmada, se quedó de pie en medio del pasillo, rodeada de murmullos y miradas curiosas. Sus ojos escudriñaban el entorno mientras procesaba las impactantes palabras de Bruno. La idea de que alguien más pudiera ver a Patito de la misma manera que ella la miraba era desconcertante, y la inseguridad comenzaba a apoderarse de Antonella. A pesar de su actitud aparentemente tranquila, su mente era un caos.
Por otro lado, Bruno se topó con Josefina, quien no perdió la oportunidad de burlarse de su falta de su actitud.
- ¡Primero un "hola" y "buenos días," ¿no? -comentó Josefina, en tono sarcástico.
Bruno sonrió, consciente de que Josefina quería saber todo sobre la conversación con Antonella. La joven estaba ansiosa por cada detalle.
- Antonella está histérica porque saludé a Patito en la clase de comedia musical -explicó Bruno, observando a Josefina con curiosidad, notando el brillo en sus ojos.
Josefina no pudo contenerse y estalló en carcajadas, lágrimas de risa corriendo por sus mejillas mientras se limpiaba los ojos. El mero hecho de que Antonella estuviera al borde del colapso por el simple saludo de Bruno a Patito le parecía hilarante.
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Game over
FanfictionJosefina Beltrán y Bruno Molina, impulsados por la venganza, desatan un drama retorcido en el colegio. Pero en medio de su plan, surge un amor inesperado entre Bruno y la dulce y talentosa Patito, la inocente victima de todo este caos.