Capítulo XIV

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Harry se agarró a los lados de la bañera y abrió más las piernas. No podría soportar aquello mucho más, pero tampoco quería que cesara.


-Más rápido. Sí... sí... así... oh... -levantó las caderas para introducir más los dedos de Louis en su interior y frotó sus bolas contra la presión de su pulgar.


-Eso es, amor mío. Eres muy sexy. Quiero que tengas un orgasmo. Eso es... -la voz de Louis lo llevó al clímax. Harry volvió la cabeza y le mordió en el hombro al tiempo que gemía de placer.

Se dejó caer contra Louis porque no parecía tener ni un solo hueso en todo el cuerpo. Se sentía tan informe y fluido como el agua que lo rodeaba.


Louis le dio un beso en el pelo y apretó más los brazos sobre Harry.


-¡Oh, Harry!


-Hum –murmuró Louis.

Frotó la mejilla en su brazo, la única respuesta de lo que se sentía capaz en ese momento. Poco a poco se fue recuperando y empezó a ser consciente del pene erecto de Louis, de los músculos rígidos, de la tensión que ocupaba sus brazos.

Se echó hacia delante y se volvió a mirarlo de rodillas. En el rostro de él resultaba palpable el deseo, que brillaba en sus ojos. El joven buscó el jabón con una sonrisa.


-Te toca a ti.


-No puedo levantarlo -dijo Harry con frustración-. ¿Quieres probar tú?


-Sí. Probaré -Louis tiró con todas sus fuerzas del cierre de la ventana-Estos edificios viejos se han pintado tantas veces que en ocasiones se han cerrado las ventanas con la pintura -sintió que empezaba a ceder-. Creo que ya sube.

La ventana se abrió unos centímetros y Louis tiró de ella el resto del camino.


-¡Mi héroe! -exclamó Harry con una sonrisa. Y en sus ojos brillaba algo que calentó el corazón de Louis.

Era terrible. Se sentía treinta centímetros más alto sólo porque había conseguido abrir una ventana.


-No es un viento ártico, pero hace más fresco así -la lluvia había aliviado un tanto el calor intenso. Abajo subía vapor desde el pavimento.


-En casa cuando llueve también hay vapor, pero en Nueva York nunca huele a fresco como en Savannah después de la lluvia -comentó Harry con un tono de nostalgia-.Apartó la colcha y la sábana de arriba y se sentó contra los cojines que adornaban el cabecero-. Por lo menos las sábanas están frescas.

Era evidente que no tenía intención de ir a sentarse en la sala. Y a Louis le parecía bien. Se tumbó a lo largo del extremo inferior de la cama con una toalla alrededor de las caderas. Harry se había puesto unos bóxers negros.


-¿Echas de menos Savannah? -preguntó él.


-Algunas cosas. Como el olor después de una lluvia de verano. El sonido de un coche de caballos en los adoquines. El musgo en los troncos de árboles tan viejos y tan grandes que hacen de toldos en las calles. ¿Has ido alguna vez?

Noche Tentadora {Larry Stylinson}Where stories live. Discover now