Capítulo Vlll

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La razón lo abandonó por completo. Se hundió en el sofá y Harry lo siguió y se tumbó contra él, entre sus muslos, con las caderas apretadas contra la erección que él no podía negar. Los dedos de Harry acariciaban su pelo y él seguía explorando la dulzura cálida de su boca. Colocó las manos en la curva sexy de la espalda de Harry.

La intensidad del beso lo sorprendía. Harry se sintió duro apretaba contra su erección con un gesto de súplica y Louis gemía en su boca. Llenaba sus manos con la redondez de sus nalgas y lo estrechaba contra sí. Harry pasó una pierna por encima de la de él y quedó a horcajadas, sobre su muslo, abierto a él.

Louis le pasó los dedos por los muslos sedosos y rozó con los nudillos el borde de su ropa interior, que estaba húmedo.

-¡Oh, Louis! -gimió en su boca-. Tú siempre me haces...
Aquello sirvió para que Louis pudiera pensar. Se apartó de Harry y se incorporó sobre un codo, aunque Harry seguía entre sus piernas. ¿Qué rayos hacía? Le había faltado un segundo para deslizar el dedo debajo del elástico de los boxers y tocarlo íntimamente. Respiró con fuerza e intentó recuperar parte de su control.

Harry seguía encima de él, con el cuero apretado contra el suyo. Su excitación, mezclada con su perfume, producía un aroma embriagador.

-Lo siento -dijo él. Apartó la otra mano de su trasero y se frotó la frente.

El joven se colocó en el otro extremo del sofá. Louis le incorporó sentado, echando ya de menos la presión de Harry entre sus muslos, como si le hubieran amputado una parte importante de él.

Las lágrimas cubrían las pestañas de Harry. La pasión volvía pesados sus párpados. Los besos le habían dejado los labios hinchados.

-Lo siento mucho -repitió él-. No era mi intención... No he debido... Se me ha ido de las manos.

-Por favor, no te disculpes, Louis. No se puede decir que me hayas forzado precisamente. Yo me he echado en tus brazos -apartó la vista de él-. Debes de pensar que soy un cualquiera.
Él se frotó el cuello contrito. Sentía un gran respeto por Harry. Lo había besado para demostrarle que era deseable porque Harry no lo había creído cuando se lo había dicho. Y sólo había conseguido bajarle aún más la autoestima.

-Jamás. Tú estabas enfadado. Me he propasado yo y no volverá a ocurrir. No era mi intención aprovecharme de ti.
Harry negó con la cabeza.

-No te has aprovechado. He sido yo la que se ha precipitado -le tocó una mano, pero la retiró enseguida al darse cuenta de lo que había hecho-. No quiero que te sientas incómodo. No volveré a echarme en tus brazos.
Se acurrucó en su lado del sofá con un pie debajo de su cuerpo.

-¿Sabías lo de Zayn? -preguntó.

-No. Nunca me había dado la menor indicación de que le interesara otra persona aparte de ti.
Aunque quizá sí había habido señales y él había sido demasiado obtuso para verlas. Zayn era un bastardo por engañar a Harry y por arrastrarlo a él a aquella historia, pero Zayn creía que quería sinceramente a Harry. En ese momento Harry se sentía herido y traicionado, pero seguramente también quería todavía a su prometido. Y el deber de Louis como amigo era procurar que ninguno de los dos hiciera nada precipitado que pudiera poner aún más en peligro su relación y de los que después pudieran arrepentirse. Así era como debía comportarse un hombre de honor.
Harry respiró con fuerza.

-Si tú tampoco tenías ni idea, ya no me siento tan estúpido.

-Cuando me lo dijo esta mañana, pensé que me tomaba el pelo.

-Bueno, sé que él no puede haber organizado un apagón, pero hay que reconocer que le ha venido de perlas. Así te ha podido pasar a ti la pelota y que me lo dijeras tú. Es un beep lame escoria.
Louis reprimió una carcajada. Desde luego, el lenguaje de Harry era colorido.

Noche Tentadora {Larry Stylinson}Where stories live. Discover now