Cap 16

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Neteyam

Me encontraba viendo el atardecer sentado en la playa, tenía una de mis manos haciendo círculos en la arena mientras en mi mente rondaba una sola persona; Nalani. ¿Cómo estará?

Con cada día que pasaba necesitaba más verla, abrazarla. Si tan solo hubiera tenido más tiempo.

—En serio te gustaría ver esto, Nalani...— Hablé para mi mismo, mirando hacia el mar.

—¿Nalani? ¿Quién es Nalani?— Tsireya apareció detrás con una sonrisa en su rostro; como siempre.

—Tsireya.— La mire algo alertado de que haya salido de la nada. Suspiré y me calmé.—Nalani es mi mejor amiga y también algo más. No he sabido nada de ella desde que nos mudamos aquí.

—Te gusta.

¿Como lo supo?

—Lo'ak me hablo de Ella, dijo que ustedes tenían un vínculo especial pero que no lo aceptabas.— Se encogió de hombros con una sonrisa.

—Eso dijo.—Negué con la cabeza riéndome.

—Y hablando de Lo'ak, ¿Lo has visto?

—No, la última vez que lo vi fue con los Tulkun.

Al parecer a ambos se nos prendió el mismo foco en nuestra cabeza, Lo'ak había conocido un Tulkun cuando Ao'nung lo abandonó el el mar, se llama Payakan. Lo'ak dice que le salvó la vida, pero los demás dicen que es un asesino y un exiliado. Lo'ak negó todo y siempre desaparecía, pero esta vez con la vuelta de los Tulkun tuve el presentimiento de que él estaría con Payakan.

—Payakan.— Tsireya suspiro negando con la cabeza.

Nos encontrábamos fuera del arrecife, en las rocas tres hermanos. Ao'nung, Rotxo, Tsireya y yo habíamos ido a buscar a Lo'ak, nos sumergimos y vimos como hablaba con un Tulkun, Payakan. Sin mucho que ver la criatura abrió la boca y Lo'ak sin dudar un segundo entró. Al momento en que el Tulkun cerró la boca intenté nadar hacia allá, pero Tsireya me detuvo y me indicó que esperara.

Caminábamos hacia el Mauri de los líderes; un vigilante aviso que habíamos salido del arrecife y nos encontraron viendo a Lo'ak abrazando a Payakan sin hacer nada. La mirada que les había lanzado el líder a sus hijos fue inexplicable, algo aterradora.

Al llegar al Mauri note la tensión de inmediato, Tsireya tenía la cabeza bajada y sus ojos parecían evitar ver a su padre. La mujer embarazada entró y con el ceño fruncido señaló a Lo'ak mientras miraba a su hija.

—¡Tú lo permitiste! ¡Permitiste que se vinculará con el exiliado!

Tsireya levanto la mirada y vio a su madre con los ojos cristalizados.

—¡Tsireya!— El mayor hablo. La chica dirigió la mirada hacia su padre y sus labios comenzaron a temblar.—Me decepcionaste hija.

Todos miramos como la chica bajaba la cabeza incapaz de soportar aquellas palabras, Lo'ak hizo un amague intentando llegar a ella, quizás sintiéndose culpable porque quien le gusta estaba siendo regañada por su culpa.

Nuestros padres llegaron atrás, viéndonos sin comprender nada y asustados de que nos hayamos metido en problemas.

—Siéntate.— Ordenó el líder a mi hermano, mientras él se sentaba. Lo'ak se sentó bajando la cabeza.—¡Sentados!— Nos ordenó a todos y sin pasar un segundo Tsireya ya estaba sentada casi llorando.

Después de una larga charla sobre Payakan y que Lo'ak negara todo, mi padre se lo llevo del brazo a regañarlo y probablemente yo sería el próximo.

Algo en las palabras de Lo'ak habían sonado sinceras, aquel Tulkun era su amigo y ya habían formado un vínculo, pero eso lo había metido en problemas y a todos los demás también. Estaba cansado, cansado de que mis padres no escucharan a Lo'ak, que siempre me culpasen cuando Lo'ak se metía en problemas.

Entre en el Mauri donde vivíamos, Tuk, Kiri y Mamá preparaban algo para cenar. Mi padre me vio entrar y se cruzó de brazos.

—Kiri, Tuk, salgan.— Mi padre no apartó la mirada de mi, estaba molesto.

Mis hermanas me miraron sin saber muy bien que hacer, esto ya se había vuelto costumbre para ellas; les pedían que salieran para poder regañarme a mi o Lo'ak.

—Señor yo...

—No digas nada, Neteyam. Siéntate.— Me indicó el mayor y de inmediato obedecí.

Mi madre se levantó y se cruzo de brazos detrás de él.

—¡Te pido una cosa! ¡Una! Y no puedes con eso. ¡Eres el hermano mayor y ni siquiera sabes que significa eso!— Mi padre negó con la cabeza con el ceño totalmente fruncido.—"Cuida a tu hermano." Eso te pedí, ¿Y tú qué haces? ¡Dejas que se vincule con un exiliado!

—¿Dónde estabas, Neteyam?— Mi madre me miró.

—¿Dónde estaba?— Pregunté, levantándome y explotando al mismo tiempo.—No, deberías preguntarte: ¿Dónde estaban ustedes?

—¡Neteyam!

—¡Soy el hermano mayor de Lo'ak! ¡No su padre!— Mis padres me vieron como si no me reconocieran y pude ver humo salir de la cabeza de mi padre.—Todo este tiempo traté de soportar los tratos que nos has dado. Lo'ak casi muere cuando Ao'nung lo abandonó en el mar, ¿Qué hiciste tú papá?— Mi padre se iba a acercar a mi pero mi madre lo detuvo, tomándolo del brazo.—¡¿Qué hiciste?! Ni siquiera te habías preguntado dónde estaba tu hijo y yo fui el culpable.

Todo se volvió un caos, los gritos llamaron la atención de los cercanos, incluso Kiri y Tuk se alarmaron, tanto que decidieron entrar a ver que pasaba pero mi padre no les dijo nada, estaba mas concentrado en gritarme.

—¡No sé que te ha pasado pero no eres así!

—¿Qué esperabas? Me alejaste de mi hogar, de mis amigos, mi futuro, ¡Me alejaste de la persona más quiero y ni siquiera lo sabes!

—¡Neteyam soy tu padre!

—¡¿Mi padre?! ¡Perdí a mi padre desde hace mucho tiempo!— Grité y al momento me arrepentí.

Salí de Mauri viendo lo preocupadas que estaban mis hermanas, pero en ese momento no quería a nadie cerca.

Llegué hacia la playa y vi como el eclipse iniciaba. Me senté en una piedra y comencé a jugar con la arena.

Recordé las palabras que dije "Perdí a mi padre desde hacer mucho tiempo." ¿Como vería a mi padre ahora? Para él siempre había sido el hijo Perfecto, pero después de la llegada de las personas del cielo cambió, se volvió más estricto y había dejado las muestras de cariño, era regaño tras regaño.

Sentí unos pasos detrás de mi y volteé, era mi madre. En silencio y sin mirarme se sentó a mi lado.

—Ma...— Sacudí la cabeza, negando.—Lo siento...

—No, Neteyam, no debes disculparte por nada, al contrario, yo debería hacerlo.— Mi madre volteo hacía mi y acaricio mi rostro.—Mi pequeño niño...

Mire a mi madre aturdido, ella bajó la mirada y se volteo hacia el mar.

—No sabía, no sabía como te sentías y debí saberlo, debimos saberlo.

—Ma, no es nada...

—Sí, sí lo es. Te separamos de tu hogar, lo separamos a todos, nunca te pregunté cómo te sentías al respecto... debió ser muy difícil para ti.— Se detuvo un momento y suspiro.—Tu cargo de Olo'eyktan...

—No quiero hablar de eso...— Solté negando con la cabeza.

—Nalani.— Levante la cabeza y mire a mi madre, ella volteo a verme.—¿De ella hablabas?

—Sí.— Suspiré.

—No sabía que era la persona que más querías... no tenía idea de que había algo entre ustedes, aunque algo me imaginaba. ¿Quieres contarme?

—Un día antes de irnos declare mis sentimientos hacia ella, prometí volver y ella prometió esperarme. Sólo quisiera verla o aunque sea escuchar su voz.

—Mi bebé está enamorado.— Mi madre coloco su mano en mi hombro y me sonrió dulcemente.—Un día todo esto pasará y podrás estar con ella.— Mi madre se inclinó y me dio un beso en la frente, luego me abrazó.

Te voy amar hasta morir Donde viven las historias. Descúbrelo ahora