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Elina:

Como me lo aprietas...

Las sucias palabras de Egan me hacen juntar más los muslos contra sus caderas, lo que a el da más placer y a cambio recibo estocadas más poderosas en esta posición, estocadas que me dejan temblando y aceleran mi ritmo cardiaco.

Tengo el cuerpo desnudo de mi esposo abrazando el mío, con el sudor quemando mi piel y la respiración agitada de Egan rozándome la cara, los ruidos que emite me excitan tanto como su verga reclamando mi sexo y no me besa en la boca, solo me folla porque al ritmo que vamos solo puede descansar su frente sobre la mía mientras me penetra con furia.

Me voy a correr.—Le anuncio a punto de llegar.

Entonces retirándose un poco se inclina hacia atrás y levanta mi pierna colocándola en su hombro, Egan tira de mi volviendo a la profundidad en la que estaba.

—Hazme llegar.—Me pide.—Lleguemos juntos.

Me penetra un par de veces más haciendo que mi cadera se mueva a su antojo, mi cuerpo sube y baja y cuando las caderas de Egan chocan contra las mías una última vez en ese encuentro por la mañana, tengo que cubrirme los labios para no gritar por la sorpresa de su última estocada, me echo a reír segundos despues y el también, mientras el calor de su esencia llena mi interior.

Egan me abraza cubriéndome con su cuerpo y me besa los labios.

—¿Estas bien?

Asiento porque no puedo dejar de reírme y cuando calmo mi risa, bajo el volumen de mi voz.

Creo que grite muy fuerte al último.

—Para nada.

—Mentiroso.

No podíamos irnos de la casona sin una ultima vez.



(***)



Espero al lado de los caballos a los que acaricio mientras Egan intercambia un par de palabra con los dueños, la mujer se exalta y escucho la frase "Noche de bodas", la cara me arde enseguida y ella voltea a verme con las manos en las caderas, Egan sigue hablando con el hombre y al final le entrega una bolsa llenas de monedas, mi marido regresa a mi lado y respiro profundo.

—¿Qué les dijiste? Estaban muy enojados.

—Que te cogí muy duro en nuestra noche de bodas.

El calor sube a mis mejillas.

—Y también esta mañana.

—¡Egan!

Se ríe y me atrae hacia el, abrazándome, paso los brazos por su espalda correspondiendo y el me besa la cabeza.

—¿Lista para nuestra siguiente y ultima parada?

Lista si, nerviosa también.



(***)



La mansión que se remota a los duques de Damaria a lo largo de la historia, esta ubicada al lado de un lago, la propiedad es de por lo menos cuatro pisos, de un color mostaza y el techo azul desgastado, con muchas ventanas y balcones, una puerta grande y... un jardín bastante cuidado  que los decora. 

Disputa por el Trono (#5 Amores en la Realeza)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora