26

1.9K 214 17
                                    

Elina:

Le quito la tapa a la caja y nuevamente Egan me demuestra que vino solo a escuchar una respuesta de mi parte.

—No creo en las mierdas de tradiciones asi que...—Dice el y saco de la caja el vestido blanco de encaje  bordado con flores blancas.

¡Un vestido de novia!

—¿Te gusta?

Asiento y por un momento pienso que al llevar esto se me vera hasta el trasero, pero es Egan despues de todo y por eso no me sorprende encontrar más al fondo de la caja un vestido más corto y a la altura de los muslos, vestido que va por debajo.

Sonrio feliz y lo abrazo.

—Me encanta, Egan, es hermoso...—Vuelvo a separarme para ver el vestido.—¿A qué hora..?

—Exactamente esta noche... si es lo que deseas.

—Entonces será mejor que luzca como novia .—Me llevo el vestido conmigo a la cama y el comienza a alistarse.




(***)





Voy a casarme... 

Es lo que pienso mientras me observo en el espejo de la habitación, Egan escogió en nuestra segunda parada no una posada sino una casona que es solicitada por viajeros y aunque casi todas las habitaciones están llenas, el logro conseguir la más grande, espaciosa y matrimonial, estamos en el segundo  justo en el centro del jardín interior, donde al salir de la habitación te encuentras con el y no me molestaría que sea el primer paisaje que vea cada día que despierte en los brazos de mi esposo.

El calor sube a mis mejillas y vuelvo a detallarme en el espejo, el vestido es más hermoso en mi que verlo en la caja, detalla mis curvas asi como el suave maquillaje mi rostro, no llevo velo y no lo necesito, la idea del velo era de mamá no la mía, tengo mis rulos hacia adelante y llevo el cabello suelto y al igual que el velo, también me falta una corona, pero es algo que no opaca mi felicidad.

Egan también trajo zapatos que combinan y que al principio me costo adaptarme, sin embargo me pase la tarde dando vueltas en la habitación hasta amoldarlos.

Respiro profundo.

Me voy a casar con Egan.

No quiero sentir nervios, pero...

La puerta y Egan ingresa logrando que me ponga de pie al instante, los ojos los pasa en mi cuerpo y me observa con tanta admiración como yo lo hago con el, y Dios mío

Creo que ha su lado me quedo media barra corta, solo media.

Egan lleva un traje negro tan apretado que se le marcan los músculos, tiene los zapatos del mismo color y el cabello lo trae húmedo y peinado hacia atrás.

—Vaya, si soy un maldito afortunado.

Mi cara arde y el se me acerca, extiende la mano en mi dirección y la acepto nerviosa, se da cuenta al tocar mi pulso con su pulgar.

—¿Asustada?—Pregunta con una ceja alzada.

—Son los nervios.—Entrelazo nuestros dedos.—Pero deseo esto más que cualquier cosa ahora mismo.

Sus ojos se agrandan y enseguida sonríe, me acerca a el y sus labios buscan los míos, nos besamos disfrutando los segundos que dura el beso, me toma del rostro y mis manos se agarran de su traje, el beso crece y Egan empuja nuestros cuerpos, pero me veo obligada acabar con el momento jadeando sobre sus labios.

—Llegaremos tarde... 

—Lo se...—Pronuncia juntando nuestras frentes.

Sonrio.—Despues podrás romper el vestido.

—Sera un placer.—Se ríe, entrelazo nuestras manos y salimos de la habitación rumbo a la iglesia.





(***)






—De verdad has venido preparado.—Digo cuando Egan abre la cajita con los dos anillos de bodas.

—Tengo mi vida preparada a tu lado desde que supe que te amaba.

Mi corazón se acelera y el padre carraspea, muerdo mis labios aguantándome la risa. La iglesia esta vacía y solo Dios sabe que hizo Egan para que el padre del lugar acepte, aunque según el las visitas empiezan a la hora de la misa.

Egan retira uno de los anillos de la caja y yo retiro el otro, se guarda la caja y me mira encantado.

—Yo Egan de Damaria, te recibo a ti Elina de Damaria como esposa.—Pronuncia los votos y mis ojos se llenan de lagrimas.—Me entrego a ti y prometo serte fiel en lo prospero y adverso.., en la salud y la enfermedad, y asi amarte... y respetarte todos los dias de mi vida... hasta que mi corazón deje de latir.

El padre pone la mirada sobre mi, respiro profundo y levanto el anillo.

—Con este anillo yo...—Aguanto mis lagrimas y vuelvo a tomar un respiro.—Yo Elina de Damaria, te recibo a ti, Egan de Damaria... 

Una sonrisa crece en mis labios, sonrisa que termino contagiándolo a el.

—Como mi esposo... Me entrego a ti y prometo serte fiel en lo prospero y adverso.., en la salud y la enfermedad, y asi amarte... y respetarte todos los dias de mi vida... —Repito las palabras que el agrego.—Hasta que mi corazón deje de latir.

El padre ordena colocar el anillo y eso hacemos, aun con mis nervioso logro hacerlo y Egan me lo pone sin equivocarse como yo estuve a punto de hacerlo.

Se ríe y el padre vuelve a hablar.

—Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre.—Cierra su manuscrito y se dirige hacia Egan.—Puedes besar a la novia.

—Novia no.—Corrige Egan y mis manos se pegan a su tórax.

Sonrio y busco sus labios.

—A mi esposa.—Pronuncia sobre mi boca y me da el primer beso.

El primer beso siendo marido y mujer, el primero de muchos que recibiré del duque, de Egan de Damaria.

Y ahora, de mi esposo.




Hola..

Paso lo que más temía porque aqui la escritora calculo mal y serán más de 30 capítulos JAJAJAJ

Lo que quiero contar no alcanza en solo cuatro que nos quedan y recuerden al final estamos hablando del mismo Caelan de "Huyendo de la corona"

Nos leemos.

>>Yiemir.

Disputa por el Trono (#5 Amores en la Realeza)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora