Secret ✦ ≪JinSu≫

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NamJoon dirigió a JungKook hasta su habitación. El alfa no lucía extremadamente mal, pero le había dicho que se sentía mareado y quiso evitar que pudiera tropezarse o hacerse algún daño en el camino.

Cuando JungKook se sentó a la orilla de la cama, NamJoon salió por un vaso con agua y buscó una pastilla contra la resaca en el botiquín que tenía bajo el fregadero. Ya lo había hecho varias veces antes, por lo que podría decirse que sabía dónde estaba cada cosa. Regresó a la habitación y se los ofreció al alfa, quien no se negó a tomarlos.

JungKook dejó el vaso sobre la mesa de noche. Bajó la mirada hacia NamJoon cuando este le ayudó a quitarse los zapatos. Miró con atención sus manos, sus brazos ocultos tras el saco de vestir que parecía quedarle muy ajustado porque podía apreciar sus músculos a la perfección, miró su cuello y lentamente fue subiendo a su rostro. En realidad no había nada de NamJoon que no le gustara. Y quizás no se sentía tan mal como le dijo en el club, quizás solo quería llamar su atención. Quería que solo lo viera a él y a nadie más.

—Trate de descansar —le dijo NamJoon mientras se enderezaba para verlo a los ojos—. Y duerma de costado, por seguridad.

—Ya no siento náuseas.

—Menos mal.

—NamJoon.

—¿Sí, señor Jeon?

—JungKook —le corrigió—. Quiero que me digas JungKook —palmeó el lugar al lado suyo—. Ven siéntate.

NamJoon dudó un poco, pero terminó sentándose en la cama también, al lado del otro alfa. Pensó que tal vez quería conversar sobre algo, pero esa suposición se fue a la basura cuando JungKook se sentó a horcajadas sobre su regazo.

—¿Señor Jeon?

JungKook aflojó el nudo de la corbata del contrario y le desabotonó el inicio de la camisa, con el único propósito de dejar besos, lamidas y succiones sobre su cuello. NamJoon ladeó un poco la cabeza, aunque su ceño se frunció ante lo confundido que se estaba sintiendo en ese momento.

JungKook subió hacia los labios del contrario, pero no hizo más que solo rozarlos con los suyos, embriagándose con su aroma que ahora se había intensificado.

—Quiero que me folles —susurró.

Antes de que NamJoon pudiera responder, JungKook lo besó. Un beso tan profundo y demandante que casi le arrebata el aliento al instante. No obstante, correspondió como a JungKook tanto le gustaba. NamJoon lo tomó con firmeza de la cintura y lo pegó más a su cuerpo mientras le seguía devorando la boca.

Sin embargo, había algo ahí que no lo hacía sentir del todo cómodo. Quizá era porque había reflexionado más acerca de su extraña relación con JungKook, porque le gustaba pero sabía que jamás pasaría de lo que estaban haciendo. Y aunque tiempo atrás estuvo dispuesto a seguir hasta que JungKook se aburriera de él, ahora se daba cuenta de que eso no era realmente lo que quería.

Sin pensarlo mucho más, apartó a JungKook de él, dejándolo sobre la cama nuevamente.

—Lo siento, no puedo —se puso de pie.

—¿Qué?

—No pienso seguir con esto.

NamJoon salió de la habitación y a JungKook le tomó un par de segundos procesar lo que había sucedido. NamJoon nunca lo había rechazado antes.

No obstante, cuando al fin reaccionó, de puso de pie y salió tras el alfa. Logró alcanzarlo en la sala del penthouse, justo antes de que tocara la puerta para salir de ahí.