Capítulo: 9

13 2 0
                                    

Jordan desde niño sabía que, por las películas policiales o series que había visto en la televisión, todo era cool, los malos se veían geniales portando armas y ropas oscuras, y los policías realizando un excelente trabajo solucionando el problema.

Aunque, claramente, no era así. ¡Por favor! ¿Qué de bueno y genial tenía eso? La mafia perdía o ganaba, aunque la mayoría de las veces ganaba, siempre habrá más luchas qué combatir y los policías debían volver a comenzar de nuevo, esforzarse, trasnochar, y usar todas sus energías, eso en cuanto a los policías no corruptos, porque siempre había gente cegada por la codicia.

No todo era perfecto, cuando uno es niño vive en una fantasía alimentada de cosas positivas y fáciles por así decirlo, los problemas de la vida son como un laberinto, no encontramos la salida rápido y nunca se sabe cuando llegaremos al final.

Estaba recostado en la cama de su nueva habitación, estaba investigando el celular que le había dado Brook antes de dejarlo solo a desempacar. En la mafia, al menos en "Strada" estaba prohibido la instalación de algunas aplicaciones en los dispositivos móviles, algunas como Instagram, y si llegaran a instalarla tendrías que registrarte con un correo y nombre falso.

No había comenzado con un trabajo en específico, se disponía a ordenar todo en su habitación y recorrer el enorme lugar, estaba hospedado en la guarida oficial de "Strada" había algunas personas transitando, algunos conversando amigablemente, otros con rostros serios caminando con prisa, era como un hogar, un hogar para asesinos aunque nunca faltaba algo por hacer.

—¡Hola!
—Ahhhh ¡Mierda! Grito Jordan haciéndose a un lado.
Un chico de cabello castaño lo había sostenido de la espalda, su intención era asustarlo y al ver lograr su cometido sonrió ampliamente.
—Disculpa, eres nuevo asique aprobeche la oportunidad. Dijo el joven sin borrar su sonrisa
—Ahhhh ya veo. Dijo Jordan más tranquilo.

No sabía si sonreír o seguir con su semblante serio, estaba dentro de una mafia, no podía confiar en nadie a pesar de ya estar dentro.

—Soy WolfBoy, ¡mucho gusto! Se presenta el pelicastaño.
Jordan lo miraba extrañado
—Es mi nombre de pila no te extrañes, Agrega
—Ah soy, ¿New Day?
~El chico frente a el río a carcajadas~
—Tranquilo, te ayudaré con el nombre más tarde, ¿eres nuevo no es así? ~Jordan asintió~
—¿Cómo sabes? Preguntó Jordan haciendo reír al joven de nuevo
—Es obvio, conozco a todos aquí. Responde WolfBoy con las manos en los bolsillos de su pantalón.

—Que bueno que te uniste a "Strada" aunque no pareces muy contento, dime, seguro fuiste engañado. ~Jordan bufo en molestia~
—Si así es, eso parece.
—Te acostumbraras, será difícil las primeras semanas, pero luego te irá genial. Asegura WolfBoy

—¿Porque WolfBoy? Pregunta Jordan causándole algo de gracia —Es porque soy como un lobo, un buen casador, un asesino por las noches. Explicó el chico exagerando suspenso.

—Ya veo, ¡que genial! Exclama Jordan
—Tu debes encontrar ya un nombre falso, ¿ahora tienes cosas que hacer? Pregunta.
—No —Yo menos, asique te ayudaré, será rápido.

Y así juntos se dirigieron al cuarto de Wolfboy.

~

Estaba sentada en la silla delante del escritorio del Manda más, Adison no creía que tal mafioso tenía un contrato para cada uno de los nuevos aliados. Fue hasta que vio al Jefe sacar de un maletin un papel escrito, en pocas palabras un contrato, "Creo que subestimé el nivel de diplomacia del Manda más" Pensó.

—Si quieres ser parte de esto, tienes que estar segura de dónde te estás metiendo. Dijo el Manda más con un tono serio, deseando en su interior que esa chica olvidará todo eso, pero, aunque era la hija de un gran aliado suyo, no sabía de la capacidad y ambición que aquella tenía.

—Por supuesto— Respondió Adison muy segura de su respuesta.
—No podrás salir de esto nunca más hasta el día de tu muerte, te lo preguntaré mejor. ¿Estás consciente de dónde te estás metiendo? Pregunto por última vez, a ver si así la joven pensaba bien su respuesta.

—Me lo preguntó, y le vuelvo a repetir, ¡Por supuesto que si!— Volvió a responder haciendo que el Manda más se enderezara parado en su lugar, mirándola seriamente, no pensaba que volvería a tener la misma respuesta. Cosa que le preocupo un poco, pero no podía decir nada, solo asintió con la cabeza extendiendole el papel para que lo firmará.

Después de eso, salieron del despacho, el Manda más ofreció que uno de sus hombres lo llevará de regreso a su casa, Adison no quería aceptar, no estaba segura de que supieran su ubicación, aunque de todas formas la mafia lo sabría, así que acepto, salió de allí con James, sin más preguntas ni reclamos, de todas formas ya había firmado el contrato.

~
Ambos estaban en el auto, en total silencio, Adison miraba por la ventana, rompiendo silencio solo para darle indicaciones al conductor. Llegaron frente al apartamento de Adison, James salió del auto al igual que ella, la última mencionada no dijo nada, se quedaron en silencio mirándose fijamente a los ojos, el auto ya se había ido.

—¿Cómo sabías de ésto? Preguntó Adison sin mostrar ni una expresión.
James tomó aire acercándose a Adison
—¡Ni un paso más! Ordena alzando la voz
—Un amigo que tengo trabaja para ellos, no firme un contrato solo paso por ahí y me dan dorgas para vender— Confiesa James con sus manos en los bolsillos.

—Vaya, no creí eso de ti—
—¿Qué? ¿Pensaste que era un chico fino al quien le gusta leer libros bajo la sombra de un árbol?
¡No! Aunque simplemente, soy un chico endeudado vendiendo drogas para pagar su universidad y el resto de sus deudas.

"Adison suspiró"
—Estoy realmente sorprendida y confundida pero a la vez feliz
—¿Feliz? ¡Estas loca! Tengo pura suerte de no ser asesinado por una banda de mexicanos, ¿y me dices que estas feliz?

Con eso último James se retiro, algo molesto y con una extraña sensación de cosquilleo en su nuca.

Adison entró a su casa, se dio una ducha y se acostó, quedando profundamente dormida.

~

Estaba sentado en la cama de ¿su nuevo amigo? Un conocido, mejor dicho, No podía tomarse esa seguridad de confiar en el.
Wolfboy, estaba sentado en el suelo recostandose por la cama, tenia en sus manos sus pulseras de púas favoritas, las estaba limpiando mientras daba idas de nombres para Jordan.

—¿Y esas pulseras son de plata? Preguntó Jordan —Sip, de plata italiana, la mejor— Respondió orgulloso.
—¿Las usas para matar?
—¡Exacto! Soy muy bueno, también tengo un sable, hecho del mismo material, te lo enseñaría pero el espacio es muy chico y pues podría ocurrír un accidnte.
—Ahhh cielos.

—Tengo un nombre, que te parece ¿J.Young?
W.boy estuvo pensando por unos momentos

—No está mal
—Si, si puedes dale otro nombre a este desgraciado— Lo interrumpe Brook
—Muy chistoso, Wolfboy es genial
—Si, para un niño de 8 años— Responde Brook haciendo reír a Jordan

—J.Young ¿Esta bien ese o se te ocurre otro?
—Si, no tengo ni la menor idea— Responde Jordan sin saber bien que decir.

—Bien, le informaré al jefe— Dice el pelirrojo retirándose del cuarto.


𝐒𝐓𝐑𝐀𝐃𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora