Jordan Miller, no creía que la vida era un infierno, pero todo comenzó cuando aquella noche cometió el maldito error de aceptar aquel llamativo pero nebuloso trabajo.
Adison Collins no descansará hasta destruir a Maurizio Mancinelli.
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Ya todo estaba listo para la partida de Adison, solo llevaba puesto el traje que el Manda más le entrego el día de la reunión, con el auricular en su oreja izquierda y micrófono puesto en lugar estratégico, era realmente admirable lo casi invisible que eran los aparatos que llevaba.
—Cuando te los quites así mismo los tendrás que colocar después— Indica Carlos quien dio paso a su jefe para que se acercará más a Adison —Leíste tu expediente, ¿cierto?— Pregunta el Manda más siendo respondido con un movimiento de cabeza afirmativo.
—Ten este celular, mi número está agendado como el número 1, el de Carlos como el número 2 y el de Simón 3 —¿Quién es Simón? —Soy yo— Hace aparición un chico alto tez blanca y cabello rubio —Hola, soy Simón Hacker y asesino de la mafia sureña —Wow, que irónico, pareces italiano— Opina Adison haciendo reír al rubio —Si me lo han dicho pero soy de Chicago, me uní a la mafia hace unos 4 años— Cuenta Simón agregando una linda sonrisa sincera —Si si como sea, Adison debe partir— Interrumpe el Manda más mientras aplaudía un más de veces para llamar la atención.
—Cuando tengas oportunidad llamanos, de todas formas tendrás el auricular y el micrófono pero no podrás responder cuando nos escuches, ya sabes, para no ser tan obvios— Dice el Manda más abriéndole la puerta del auto para que entrará —Yo te llevaré— Dice Simón entrando al auto.
—No te preocupes, todo saldrá bien— Asegura Adison —Eso espero, ¡suerte!— Exclama el Manda más viendo como el auto partía de la mansión.
Estaba dando todo, parecía un león hambriento, un león queriendo salir de la enorme jaula y volver a su habitad natural, que para Jordan era trabajar, estar con su familia y amigos.
Estaba terminando con su entrenamiento, probando sus habilidades aprendidas en el boxeo, taekwondo y kunfu. Todo marchaba bien para el, hasta parecía un gran asesino.
—Es todo J.Young— Dice Brook haciendo que el nombrado se detuviera —¿J.Young? Prenguta alzando una ceja y dejando escapar una risita, ¿Por qué se estaba riendo? El era el enemigo, un Mafioso y Jordan no lo era, aunque se estaba convirtiendo en uno... Pero involuntariamente. —Ese es tu nombre de asesino ¿ Lo olvidas?— Dice mirándolo con una sonrisa —Ahh si, claro— Responde algo despistado, se había olvidado que ese era su nombre "artístico", ¿Será que se volvería famoso?, tal vez, en las estaciones de policía.
—Descansa, ya terminamos con yu entrenamiento— Afirma Brook dándole una botella de agua y toalla. Estaba cansado y bien sudado, necesitaba un baño urgente. Salieron del cuarto de entrenamiento privado, como era un recluta y uno especial, necesitaban entrenarlo exclusivamente.
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—Te dejaré unos metros cerca de la guarida de Strada — Dice Simón mirando a Adison desde el espejo retrovisor —Si está bien— Responde viendo como se acercaban más a la gran empresa. —Te deseo suerte Adison, espero que logres tu venganza— Dice Simón con una sonrisa sincera —Gracias, lo haré— Asegura Adison saliendo del auto negro en el cual fue transportada.
