El beta temblaba nervioso, la mirada del omega, y también la del alfa que amaba con locura, estaban sobre su persona.
-quiero hablar contigo no para lastimarte. Quiero que abras los ojos, que te des cuenta del hombre que es Karl.-desvío la mirada avergonzado, en cambio Liam se acercó y le tocó suavemente del hombro.
-te escucho.-susurro con delicadeza.
El beta quedó maravillado con los hermosos ojos violetas del omega, retomo su postura y hablo sin trabarse.
-nos estamos acostando desde el año pasado. Por si no estabas enterado, tiene una muy mala reputación. También su carácter no es muy bueno. Al principio solamente estaba siguiendo a Karl porque no sabía si se estaba acostando con alguien más. Sin saberlo te conocí, eres una persona amable, eres lindo, dulce y atento. No mereces que te haga el mismo daño que me hizo a mi.-
Un pequeño silencio se formó entre ellos.
Liam sonrió amablemente hacia el beta.-te lo agradezco. Agradezco que me consideres esa buena persona. Tambien agradezco que te hayas decidido a hablar conmigo... Pero no te preocupes, sé como es. Se lo que hacía. También conozco su mal humor. Y quiero para ti lo mismo que deseas para mí. No quiero que te haga daño, tampoco que te dañes tú por amar a alguien como él.-
Las lágrimas de beta rodaron tras escuchar a ese dulce Omega. Liam se alejo y se acercó al alfa con cara de pocos amigos.-disculpate.-
Sin pensarlo si quiera, el alfa se acercó al beta, quién entre lágrimas miraba con asombro como aquel alfa obedecía sin renegar a ese delicado Omega.
-perdóname. Jamás estuvo en mis planes hacerte sufrir. Inconscientemente te hice daño.-
Liam se acercó para poder abrazar al beta. -olvidalo. Consigue a alguien que si merezca tu amor.-
-gracias.-susurro separándose del castaño.-y por favor, perdóname.-
Sin voltear a ver al alfa, el beta se alejo mientras limpiaba sus lágrimas, lo olvidaría, estaba dispuesto a hacerlo, y sabía que eso no sería fácil.
Karl miro a Liam, no sabía que era lo que pensaba, pero no quería que ese Omega pensara lo peor de él.
-Liam yo...-
-no quiero escucharte.-se apresuró a decir.-es tarde y debo ir a casa.-
-puedo llevarte. Es tarde y los transportes tardan en pasar.-
-puedo caminar, gracias.-
***
Al llegar a su departamento corrió hacia la ventana, el coche de Karl se había detenido frente al edificio.
Había mantenido su palabra, había llegado a su hogar a pie, pero Karl lo había seguido en su coche a una distancia no muy lejos. Sonrió enternecido.
Aún recordaba que era lo que lo había enamorado, Karl siempre había sido un estudiante que alejaba a todos, que los miraba con odio y los alejaba con palabras ofensivas.
Pero no a él, Karl siempre lo había tratado diferente, si, tal vez era frío o algo distante, pero jamás lo había tratado como a los otros.
Siempre lo cuido y lo protegió aún con su fría actitud, casi a diario le entregaba regalos o una pequeña flor que se cruzaba en su camino, se amaban entre cuatro paredes.
Al terminar la secundaria su romance ya no era oculto, Karl mostraba abiertamente su fuerte amor por ese Omega.
Sacudió la cabeza y cerró las cortinas, sabía que si seguía recordando cosas que había decidido ocultar, sus sentimientos saldrían a flote de nuevo.
***
Soltó una pequeña sonrisa al ver cómo el Omega cerraba las cortinas con odio. Siempre había tenido un carácter difícil.
Saco su cartera y miro con dulzura la fotografía que durante años lo había acompañado.
Eran ellos, Karl y Liam, aún recordaba ese día, ¿cómo olvidarlo? Si la foto había sido tomada antes de entregarse uno al otro.
Amaba con locura a ese omega, y lamentaba haberlo lastimado y hacer que su matrimonio acabase, quería luchar, luchar y conseguir que ese Omega volviera a sus brazos.
***
La alarma despertó nuevamente al Omega, se levantó y entró al baño para tomar una ducha.
Al terminar se preparo el desayuno y salio de ahí para poder ir al trabajo, más sin embargo el coche de su ex marido estaba estacionado frente al edificio.
Al acercarse, el cristal bajo, dejando ver al conductor, quién portaba una enorme y coqueta sonrisa.-buenos días, lindura.-
-¿Me estás acosando? ¿No regresaste a casa durante la noche?-
-no y, no.-respondió divertido.-¿No tienes frío? Es mejor si subes.-
-tengo que ir a la cafetería, hay cosas que hacer. Subir implicaría perder tiempo, siempre haces largo el camino metiendote en calles que no debes.-
-hoy quisiera llevarte a un lugar especial.-el omega lo miro con desconfianza.-creo que tus empleados saben que hacer.-
Lo dudo, no sabía a dónde lo llevaría ni que era lo que iban a hacer, tenía miedo de caer entre los brazos de aquel alfa de nuevo.
Pero algo dentro de él se moría por aceptar.-si haces algo indecente te romperé la cara.- amenazó mientras subía al coche.
Karl sonrió y arrancó.
>>>
ESTÁS LEYENDO
Mi hermano, mi Omega.
Random¿Qué pasaría si un día te enteras que la persona con la que se supone compartirás el resto de tu vida, es tu hermano?