Episodio 24.

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Los ocho meses llegaron, prácticamente Caín no podía moverse, Vlad comenzaba a notarlo, así que le pidió a Karl que se hiciera cargo de la empresa para estar al pendiente del Omega todo el tiempo.

Casi no se dirigían la palabra, solamente para saber si Caín estaba cómodo o necesitaba algo. El Omega sentía dolor en el vientre, pero no lo decia, tenía miedo de hablar y que Vlad lo internara en el hospital hasta el día del parto.

Vlad noto desde el cuarto de lavado como el Omega miraba ansioso por el ventanal de la sala, desde hace días que el castaño no salía del departamento, y también tendría que estar encerrado después del parto.

Dejo de lado la ropa que tenía para lavar y fue a su habitación para cambiarse, tomo una de sus sudaderas y salió dirigiéndose al Omega.

-levanta los brazos.-sin dudarlo el omega obedeció, Vlad le puso la sudadera (agradeció que le quedará holgada, pues no quería que sus hijos se sintieran apretados.)-¿Quieres ir al parque o a la plaza?-

-Vlad no creo que...-

-por favor no me digas que no. Hace tiempo que no salimos.-

***

Caminaron tranquilos por el parque mientras disfrutaban de un helado, Caín miraba a lo lejos como los pequeños jugaban, se preguntaba como serían sus bebés, no podía imaginarselos.

El dolor regreso, así que le pidió a Vlad sentarse, con la excusa de que se había cansado.

-disculpame.-escucho decir a su hermano.

-¿Qué?-

-tienes razón, todo esto está pasando muy rápido, son muchas cosas que asimilar y yo solamente te decía que retomarías tu vida. Pero no estoy seguro de si es lo que tú quieres.-

-no voy a negar que si lo pensé. Después de dar a luz me alejaría y continuaría como si nada, pero ya entendí que no es lo que quiero, estoy asustado pero no quiero perder a mi familia. La familia que vamos a construir.-

-nuestra familia.-ambos sonrieron encantados.

El dolor se intensificó a tal grado que el Omega sospechaba que no podría disimularlo.-ng. Vlad, necesito decirte algo, no quiero que entres en pánico y por favor prométeme que iremos a casa... Me duele el vientre, hace días pero hoy es más fuerte.-

-¿Te duele? Necesitamos ir al hospital.-

-¡No!-grito, sujetando su vientre.-Vlad, no quiero estar el resto del embarazo en el hospital, no ahora que arreglamos las cosas.-

-perdoname, pero tenemos que ir.-

***

Los médicos entraron de prisa al edificio con el Omega en la camilla. Vlad caminaba a su lado tratando de mantener la calma.

-Vlad no quiero estar aquí, quiero ir a casa.- asustado miro al alfa.

Vlad lo miro sin saber que hacer.-¿Estará bien?- preguntó al médico que los había recibido.

-esperemos. Esta entrando en labor de parto.-

-¿Qué?-

Los ojos del omega comenzaron a llenarse de lagrimas.-Vlad no quiero... Tengo miedo.-

-no. Calma. Todo estará bien.-

Una enfermera se puso frente a él y le impidió el paso a la habitación donde estaria el castaño. -no puede pasar. Necesita llenar unos papeles.-

Lo último que Vlad pudo ver fue a su omega entre lágrimas, le rompía el corazón ver lo mal que había entrado a esa habitación.

Fue a la recepción y llamo a su padre alfa, quién después de cortar la llamada llegó junto a Liam.

-¿Cómo está? ¿Qué te dijeron?-

-aun nada. Pero tal vez...-la alarma de la habitación comenzó a sonar, salió una enfermera y comenzó a hacerle señas a más médicos.

-¡Necesitamos personal! Esta entrando en shock.-

Rápidamente el pelinegro se puso de pie e intento entrar a la habitación.-¡Caín!-

-Vlad.-

Los enfermeros trataron de detenerlo al igual que sus padres, pero parecía no tener consciencia, solo quería entrar y estar junto a su amado omega.

Fue entonces que entre los forcejeos y empujones, decidieron que lo mejor era sedarlo. Lograron inyectarlo y rápidamente se desmayo.

***

Después de unas cuantas horas un médico salió y se les acercó a los padres.-el omega entro muy mal. Aguanto mucho dolor y tardo en venir al hospital, tendría que haber llegado aquí hace dos días.-

-pero solo tiene ocho meses.-

-el embarazo entre destinados suele ser prematuro. Los bebés están bien, ambas son niñas, nacieron fuertes y están sanas.-

-¿Y Caín?-

-lo lamento, con suerte pasará la noche.-

***

Vlad despertó, se encontraba en una de las camillas. Se puso de pie y salió de la habitación, donde una enfermera estaba por entrar.

-joven, necesita esperar a que los mareos pasen.-la ignoro y siguió de largo, con esfuerzo logro llegar hasta donde estaban sus padres.

Pero su cuerpo comenzó a temblar cuando los vio entre lágrimas, su cabeza asimilaba lo peor, pero su corazón se negaba a aceptar que algo malo había pasado.

-¿Por qué lloran?-las miradas de sus padres se dirigieron hacia él.-¿Mis hijos, mi omega?-

Karl se levantó y abrazo al alfa.-tienes que ser fuerte... Por tus hijas.-

-no... No papá ¡No!-

-Vlad...-

-no lo puedo perder.-su voz se quebró y por primera vez lloro entre los brazos de su padre, Karl jamás lo había visto tan indefenso, tan roto.

-¿Señor?-una enfermera los llamo desde atrás, todos miraron a la chica, quién estaba junto a otra y estás sostenían a las pequeñas entre sus brazos.

Vlad las miro pero no se acercó ni se ofreció a cargarlas.-¿Puedo ver a mi omega?-

El pelinegro entro a la habitación y vio al castaño sobre la cama, limpio sus lágrimas y se acercó dándole un beso en la frente.-hiciste un buen trabajo, son dos niñas hermosas. Con suerte serán igualitas a ti.-

Los ojos del omega se abrieron con dificultad. -Vlad... Amalas mucho...-

Asintió y sonrió mientras tomaba sus manos.-si. Eso haremos, crecerán felices y siempre estaremos para ellas.-

Caín derramó una lagrima.-perdon... Pero tendrás que hacerlo solo...-

-no. No digas eso.-

-no te quedes solo... Tienes mucho amor que dar.-

-por favor quédate conmigo.-suplico está vez entre lágrimas. La mano del omega se debilitó, entonces sus ojos comenzaron a cerrarse y la máquina que media su pulso indicaba que ya no estaba ahi.-¿Caín? No. ¡No!-

Cuando quiso darse cuenta los médicos habían entrado y lo estaban revisando, las enfermas le hablaban pero no lograba escucharlas, solamente veía como trataban de volver a darle pulso.

Su pecho comenzó a doler cuando vio que la mayoría de doctores negaba y cubría el cuerpo del omega que jamás podría dejar de amar.

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Mi hermano, mi Omega.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora