Mi hermano, mi Omega.

Episodio 5.

Cierto Omega estaba en una hermosa y reconocida cafetería, ya que era dueño debía mantener todo bajo control. Pese a ser un Omega era muy respetado en ese lugar.

-Señor Linares.-el Omega de cabellos marrones y ojos violetas volteó ante la voz de su trabajadora beta.-un cliente quiere hablar con usted.-

La chica señaló la mesa en donde un alfa con traje y lentes oscuros estaba sentado.-muy bien. Gracias, Teresa.-

El Omega se dirigió a la mesa y sonrió ampliamente.-hola, ¿Quería hablar conmigo?-

El alfa de la mesa levantó el rostro, se quitó los lentes y sus ojos grises se toparon con los violetas del Omega.-si. Quería hacerle una pregunta. Me gustaría saber, ¿a qué hora sale usted de trabajar?-

-eso depende. ¿A dónde piensa llevarme?-

-vaya. No creí llegar tan lejos.-el Omega soltó una risa y negó con diversión, el alfa lo miro encantado.-pizza, películas y frazadas, ¿que dices?-

-suena tentador. Iré por mis cosas y nos vamos. ¿De acuerdo?-

-te espero, no tardes.-

* * *

Ya en el coche ambos iban cantando una canción en inglés que conocían a la perfección. El Omega reía y el alfa lo miraba encantado, amaba ver la sonrisa que el Omega poseía.

Se detuvieron para comprar la pizza y después fueron a casa del peliazul.

-me encanta la pizza.-comentó el Omega babeando por el olor de la comida rápida.

El alfa soltó una risa mientras ambos se sentaban sobre la alfombra.-lo se. Por cierto, ¿cómo le está llendo a Caín en su nuevo departamento?-

-dice que bien. Cuando hablo con él se escucha distinto sabes. Más animado.-

-¿será que en verdad le está yendo bien? ¿O tal vez está más animado por la influencia de su hermano?-

-la verdad no lo sé, pero me alegra saber que está bien.-sin poder resistir más, el Omega tomo una rebanada y la llevó a su boca. Degustó la comida y recordó algo.-es verdad, ¿tú cómo vas con la disquera? ¿Alguna novedad?-

-estamos por firmar el contrato.-

-eso es bueno.-

-no del todo.-

-¿por qué?-

-cuando me haga famoso tendré que hacer giras.-el alfa miro al Omega, le acaricio la mejilla y lo observó con dulzura.-me alejaré de ti.-

Ambos se perdieron en la mirada ajena. El alfa de cabellos azulados no aguanto más, se acercó para besar los labios del Omega, pero este volteo el rostro con cierta incomodidad y las mejillas rojas.

-espera Leonardo. Perdóname, pero aún no estoy listo.-el alfa no sintió más que tristeza.

Sujeto la mano del Omega y le beso el dorso de la mano.-Liam, me gustas. Lo sabes. ¿Cuándo seré correspondido?-el Omega le miró aún sonrojado, suspiro y apartó la mirada.

El alfa suspiro rendido y soltó las manos del pelimarrón.-disculpame, no te quiero presionar.-

-descuida. No pasa nada.-

-mejor veamos la película.-

* * *

Ambos alfas se miraban, uno nervioso y el otro fijamente, ambos retenían sus feromonas, trataban de no marcar el lugar, pues no querían incomodar al castaño.