Episodio 17.

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Cuando Liam despertó, noto de inmediato que el abrigo de peliplateado lo cubría, miro hacia afuera del coche y notó de inmediato la playa, frente al océano estaba su ex esposo.

Karl amaba la tranquilidad que el sonido de las olas le brindaba, la brisa del invierno era simplemente embriagadora.

-después del divorcio no encontré paz ni tranquilidad en ningún lado. Entonces recordé que la playa te encantaba, al estar aquí supe porque lo amabas tanto.-Liam llegó a su lado, lo miro de frente y reacomodo su abrigo sobre el cuerpo del castaño.-aqui encontre lo que jamás encontré más que contigo. Me diste una familia, me diste amor, cariño... Siempre pensaste en nosotros antes que en ti. Te admiro, y jamás deje de amarte.-

Liam sentia como su corazón se comprímia, su garganta se hacía nudos, y una lágrima traviesa escapó de sus hermosos ojos.-estuviste con muchos más.-

-y siempre pensando en ti.-

-no tienes idea de cuántas noches llore queriendo regresar... Jamás lo hice porque sabía que no ibas a cambiar tu forma de pensar... Karl, no quiero salir herido de nuevo.-

El corazón del alfa se rompió al ver a ese omega llorando, odiaba verlo sufriendo, y más si era por culpa suya.

Acortó la distancia y le acaricio el rostro.-no. Está vez no. No pienso perderte otra vez.-tomo la pequeña mano del omega y le coloco un anillo en su dedo.-si aceptas comenzar de nuevo, a mi lado, te prometo que todo será diferente.-

Sin poder dejar de mirarlo, Liam se acercó para rodearlo con sus brazos, no podía negar el amor que aún le tenía a ese hombre, habían tenido una familia y por un error que no comenzaron lo habían perdido todo.

***

Su pequeño grupo de amigos sonrieron encantados al entrar a la cabaña que el hermano de Caín les había prestado, era amplia y su decoración era moderna pese a estar en medio del bosque.

-tu hermano se lució al prestarnos está cabaña, de no haberlo hecho nos hubiéramos quedado sin nada divertido que hacer en las vacaciones.-hablo encantado uno de sus amigos.

-¿Y tú hermano tiene novia?-cuestionó Andrea, a lo que el chico de antes rodó los ojos molesto.

-¿Es en serio? No puedes ver qué alguien vive bien porque ya te le quieres ir en cima.-

Caín sonrió nervioso.

-solo pregunté. Qué pesado.-

Los estudiantes subieron las escaleras para encontrarse con las habitaciones.

Caín se quedó en la planta baja junto al rubio, a quién había invitado ya que este no tenía familia en esa ciudad.

-¿No vendrá tu hermano?-

-no lo creo. Tenía trabajo pendiente, si no se ocupa de ello, mi padre seguro lo reprende.-ambos rieron, el rubio admiraba la belleza del castaño en silencio.

-gracias por dejarme venir con ustedes... Aún con lo sucedido en la playa.-

-no te preocupes, a decir verdad me alegra que no existan rencores o la típica incomodidad que suele surgir después de... Eso.-sonrió nervioso.-me alegra que aún seamos amigos.-

"Amigos" una palabra que lastimaba al rubio, pues siempre había amado a ese castaño, pero jamás se había atrevido a decirlo por miedo a ser rechazado, más sin embargo lo había hecho, y aún siendo rechazado, no dejaba de sentir amor por él.

El timbre de la cabaña sonó, alertando al rubio y al castaño, quienes se miraron curiosos.-¿Invitaste a alguien más?-

-no. Solo éramos nosotros.-Cain se acercó a la puerta, al abrirla, su corazón empezó a palpitar con fuerza.-¿Qué haces aquí? Dijiste que tenías trabajo.-

-lo tenía. Pero nuestro padre últimamente está de mejor humor, me dijo que podía irme y que él se encargaría de la empresa.-entro a la cabaña y su sonrisa se borró al ver al rubio en la sala.

Daniel sintió la mirada pesada del pelinegro.-subire mis maletas y las tuyas.-sin esperar respuesta se fue llevándose el equipaje del castaño.

-¿Qué hace él aquí?-pregunto molesto, pues no olvidaba que quel rubio se le había declarado a su hermano/novio.

-Daniel es mi amigo, además no tiene familiares aquí, sabes que vino de intercambio desde otro país.-

Vlad lo miro con reproche, pero al ver a su hermano un poco incómodo decidió pasarlo por alto.

Sutilmente lo miro de pies a cabeza, y termino sonriendo encantado.-te ves hermoso.-se acercó y entrelazó su mano con la de Caín.-la verdad dude en venir, tus amigos están cerca y no se que tanto pueda resistirme.-

-V-Vlad.-sonrojado aparto a su hermano, quién soltó una pequeña carcajada.

-estoy jugando sabes perfectamente que se controlarme.-

***

Al ser tres habitaciones, decidieron acomodarse en este orden; Andrea, al ser la única mujer, dormiría sola en una recámara. Daniel, Caín y Vlad, dormirán juntos en otra. Y los otros tres jóvenes compartirían la habitación sobrante.

Al ser de noche decidieron que lo mejor sería descansar y al día siguiente disfrutar de su descanso, así lo hicieron y todos fueron a sus habitaciones.

-solo hay una cama, acomodense, yo dormiré en el sillón.-rapidamente Vlad miro con furia a su hermano.

-ustedes son hermanos, compartan la cama, yo dormiré en el sillón. Pero antes tomare una ducha.-tomo una de sus maletas y se encerró en el baño.

El alfa se acercó al castaño y le acomodo un mechón de cabello detrás de la oreja.-¿Qué propuesta fue esa?-

-lo dije sin pensar.-

El alfa lo tomo del rostro e inicio un dulce beso, Caín acepto enredando el cuello del pelinegro con sus brazos. Amaban sentir el tacto del otro, era como si justamente hubieran nacido para compartir sus vidas.

Los labios del mayor descendieron hasta el cuello del castaño, quién ladeó la cabeza fascinado por la sensación que su hermano le provocaba.-espera... Olerán nuestras feromonas.-

Soltó una risa y se alejo del omega.-asi que no te opones.-tomo la maleta de Caín y busco una pijama.-no podrán olfatear nada, hay un sistema de aire que aclimata la casa y succiona todo tipo de feromonas.-

Tomo un conjunto y nuevamente se acercó al menor, con un nudo en la garganta comenzó a desnudarlo, deslizaba lentamente las prendas por la blanca piel de su hermano.

No pudo evitar besar los hombros, pecho y abdomen de su hermanito, quién se erizaba después de cada beso. No dejo de besarlo mientras sus manos bajaban lentamente el pantalón, sustituyó los besos por caricias con sus manos, pues ahora sus labios besaban sus blancas piernas, sonrió encantado cuando su hermano soltó un gemido al besarle sobre la ropa interior su miembro.

Caín enredo sus dedos entre los cabellos del alfa, tiro suavemente de ellos y volvió a sentir los labios de su hermano sobre su miembro, el cual comenzaba a despertar gracias a las suaves caricias.

-Vlad...-susurro suavemente.

El agua de la regadera dejo de sonar, Vlad se puso de pie, y cambio rápidamente al omega, no porque quisiera, le daba igual si ese rubio se enteraba de su relación prohibida con Caín, lo que no quería era que ese tipo viera desnudo al Omega, y menos con la carita que tenía en ese momento, pues tal parecía se había quedado con ganas de más, y el también, la primera y única vez que habían tenido intimidad, había sido aquel día en la playa.

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Mi hermano, mi Omega.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora