El padre de mi bebe (Parte I)

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Temática

Sonic uke y Shadow seme.

Otra cosas más, en este mundo, hay casos donde hombres se embarazan.
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—¡Por favor recapacita!

—¡Maldito seas Sonic! —grito empujándolo. —¡Ni pienses que me haré cargo de ese niño! Ya te lo dije, o abortas o me voy. Y como no quieres abortar, me iré.

—Por favor no me hagas esto. Quédate.

—Te dije en un principio que no quería hijos, y mira con que me traes Sonic. ¿Acaso te embarazaste apropósito? ¿¡Quieres arruinarme la vida!?

—No amor, yo no tengo la culpa.

—Claro que la tienes, eres un maldito si piensas que voy a cuidar de ese niño.

—Es nuestro hijo, por favor. Quédate.

—¿Nuestro? Más bien tuyo. Tu veras que hacer con él. Porque no pienso hacerme cargo. —abrió la puerta. —A ver si puedes sobrevivir sin mi.

El erizo se fue, dejando que el pobre cobalto se hunda en sus lágrimas.

Apenas se enteró que tenía una vida creciendo en su interior, tres semanas exactamente.

No sabía que hacer, estaba en un país que no conocía bien. Esta solo, ni siquiera podía contactar a alguien cercano.

Pues el cobalto tenía un amorío con Yuno, un erizo, pero al ver que su amor no era aprobado, decidieron escapar juntos e huir a otro país para tener una vida que desearon.

Aunque en un principio parecía un cuento de hadas, todo cambio cuando se enteró que estaba esperando un bebé.

No sabía cómo decirle a su novio, pues solo se fueron ahí apenas unos dos meses, estaban empezando y ya apareció ese tema.

Pero él era el padre, merecía saberlo, ya que tarde o temprano se iba a enterar.

Espero una noche, para cuando vuelva su novio le contaría todo. Pero nada salió bien.

Como ya habrán visto, le hizo escoger.

El cobalto eligió a su bebé y su novio lo dejó abandonado.

Se sentía terrible, estaba llorando en el suelo mientras tenía tenía corazón hecho pedazos. Creía que la reacción de su novio iba a ser distinta, que amaría a su bebé tanto como él, pero no fue así.

Se levantó con las pocas fuerzas que tenía y acaricio su vientre plano.

—Perdóname mi niño, no te odio, pero... ¿Porque apareciste ahora? —solo se limitaba a llorar. —Te prometo que saldremos adelante.

Acariciaba su vientre y fue directo a descansar, trataba de relajarse para al menos no afectar al bebé. Necesitaba seguir.

Al día siguiente despertó con los ojos hinchados y con la mirada destrozada. Para el fue una noche fría, pues nunca se esperaba que sucediera ese tipo de cosas.

Se levantó y se lavo la cara, después fue a la cocina y trató de comer algo, aunque simplemente no tenía apetito.

Salió a la calle en busca de un trabajo o algo, ya que necesitaba de dinero. Y en la mayoría no le aceptaban, ya sea por ser muy joven o por el hecho de que venía de otro país y no tenía todos los papeles.

Se sintió terrible, ese día volvió a casa con las manos vacías. Pero no se iba a rendir tan fácil.

Volvió a intentarlo una y otra vez.

ONE SHOTS •SONADOW•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora