Parte 1: Siempre

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Me despierto después de una pesadilla , otra más , como cada noche. Estoy empapada en sudor. Necesito sentir un alivio, necesito sentir que todo va a mejorar y que mi vida no es tan mala como las pesadillas me susurran . Pero cada vez que abro los ojos me encuentro en una pesadilla peor.

Estar viva

Decido quedarme un poco más en la cama , no quiero moverme. No tengo ganas de empezar otro día por que al final todos son una tortura, no me queda nadie, lo he perdido todo. Prim está muerta, Gale fue el culpable y me odia, mi madre se fue al distrito 4, no pudo tolerar estar en la casa en la que Prim vivía, no toleraba verme a mí, no así, aunque no la culpo. Todos los que alguna vez me han importado están muertos; Finnick, Rue, Boggs, las lágrimas comenzaban a asomarse, Cinna, Mags y podría seguir para siempre. Murieron por mi culpa, por mi imprudencia y los que siguen respirando están sufriendo.

Me levanto pero duele. No he probado bocado en dos días, mis piernas están débiles es difícil moverme, me cambio despacio, intentando no sentir dolor. Me trenzo el cabello sin muchas ganas.  Escucho que Sae la grasienta está preparando el desayuno.

--¡Katniss baja!- Grita Sae.

Bajo despacio, me duele mucho el cuerpo ¿Debería decirle a alguien? El dolor me saca de mis pensamientos.

Finalmente llego a la cocina, Sae pone un vaso de leche y un plato con 2 tostadas enfrente de mí.

Antes de que pueda decir una sola palabra, escucho que la puerta se abre.

--Hola, traje pan- Dice Peeta.

--Hola Peeta- dice Sae.

Debería de decir algo, ¿no? Peeta y Sae me miran, supongo que están esperando a que diga algo, pero no digo nada.

--Mira, traje tus favoritos - dice Peeta mientras me muestra los panes de queso que tanto me gustan.

--Gracias Peeta, pero no tengo hambre- Digo.

--Katniss te conozco bien, sé cuando estas mintiendo- 

--No estoy mintiendo- le reclamo

Pero sí lo estoy haciendo, muero de hambre, pero en cuanto más hambre tenga más cerca estaré de Prim.

Puedo ver en los ojos de Peeta que sabe que estoy mintiendo, no le cabe duda.

--Está bien, pero come tus tostadas- dice poco convencido.

--No tengo hambre, ¿puedo subir ya?- pregunto.

Peeta niega con la cabeza.

--Katniss, tienes que comer, no has comido en casi 3 días- Me recuerda Sae.

--¿¡3 días!?- Le pregunta Peeta a Sae.

--Estoy bien- Le digo, intentando calmarlo.

--No Katniss, no estás bien- me contradice Peeta --Por favor Katniss, come algo, tu cuerpo lo necesita- Me ruega. 

--Está bien, intentaré comer- Respondo.

Una sonrisa aparece en la cara de Peeta. Ahí está, ahí está mi chico del pan, el chico del que me enamoré. Intentaré hacer todo lo que me pida, aunque eso incluya comer.

Aunque lo intenté, solo logré terminar la mitad de la primera tostada, mi estómago no puede más.

--Peeta, no puedo comer más, lo siento mucho- Le digo.

--Está bien Katniss, poco a poco comerás más- Me dice alegremente.

Peeta se acaba lo que dejé en el plato. Sae se va a su casa y él se queda conmigo. Nos sentamos juntos en la sala, él nota mi dolor al moverme, está confundido.

--¿Estás bien Katniss?- Me pregunta preocupado.

--Sí - Le miento.

--Katniss, recuerda que eres pésima para mentir- dice.

--Me duele caminar, me siento débil- Le confieso.

--Tienes que comer Katniss, pensé que Sae había logrado que comieras- Dice mientras me ayuda a llegar al sillón.

Cuando nos sentamos noto que Peeta me está mirando atentamente, como si estuviera analizando cada detalle de mí.

--Has... mejorado mucho- Le digo con miedo de hacerlo sentir mal.

--Sí. Te extraño mucho Katniss, te necesito- Me responde él algo triste.

Pero, estoy aquí, ha venido a visitarme casi todos los días. ¿A qué se refiere cuando dice que me extraña?

--Pero...estoy justo a tu lado ahora Peeta- le digo confundida.

--Es que.... tu no eres la misma, tus ojos..... no tienen el mismo brillo. Es como si te hubieras ido después de que Prim....-  Dice con mucho cuidado.

Puedo ver en su cara que no sabe que decir.

--Muriera- Respondo por él.

--Katniss, no era mi intensión decir eso.... Lo siento mucho- Me dice arrepentido.

--No te preocupes..... siento mucho no haber estado contigo, es todo mi culpa- digo.

¿Cómo no pude pensar en eso? Peeta acababa de ser torturado por el Capitolio y necesitaba de mí, yo solo me aleje de todos, ¿cómo pude ser tan cruel? tan egoísta. Después de todo, que lo secuestraran y torturaran fue mi culpa.

--Está bien, me alegra no haberte perdido- me dice.

--Peeta....- comienzo a decir. --¿Te quedarías conmigo?-

--Siempre-








Volver contigo - EverlarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora