Parte 29: Arreglar conflictos

131 2 0
                                    

Estoy frente a la puerta de mi casa. Tengo mucho miedo de entrar, porque sé que Peeta estará ahí y que tendré que enfrentarlo. Quiero arreglar las cosas, pero mi comentario fue demasiado cruel. ¿Y si no me perdona? 

Sigo dudando en abrir la puerta hasta que escucho golpes secos. Abro la puerta de inmediato y entro a la casa. 

-- ¿Peeta? - llamo. No obtengo respuesta. Quizá solo está enojado conmigo. Pero sigo preocupada. 

Subo las escaleras y veo la puerta de mi habitación cerrada. Sí, seguramente solo está enojado conmigo. Estoy apunto de irme hasta que escucho sollozos. Oh no. Conozco ese tipo de sollozos. 

Está teniendo un flashback. Quiero entrar, pero estoy muy asustada. Este es un Peeta sin filtros..... y él estaba muy enojado conmigo. 

Abro la puerta y busco a Peeta con la mirada. Lo veo hecho bola en el suelo. Me acerco a él. 

-- ¿Peeta? - digo mientras pongo mi temblorosa mano en su espalda. Él se asusta y me agarra de la muñeca muy fuerte, me duele. 

-- ¿QUÉ ME HICISTE MUTO? - exclama. Él aprieta su agarre y me quejo de dolor. 

-- Peeta, lo siento mucho, por favor suéltame - pido. 

-- NO MUTO. ESTA VEZ MORIRÁS. LENTA Y DOLOROSAMENTE, COMO MERECES - exclama. Comienzo a llorar, mi muñeca duele mucho. Me intento zafar con todas mis fuerzas, pero él es demasiado fuerte. Me agarra el pelo y me lo jala para que deje de forcejear. Yo suelto un pequeño grito.

-- Peeta, no soy un muto. Por favor regresa - sollozo. 

¿Qué hago? ¿Cómo lo hago regresar? Llevo casi 2 años lidiando con estos episodios y no he aprendido nada. Lo único que se me viene a la mente es besarlo, pero no creo lograrlo. El dolor no me deja pensar claramente. 

Me acerco e intento besarlo, pero Peeta me empuja y caigo al suelo. Mi muñeca está roja. 

-- JAJAJA, ERES UNA FÁCIL. TE BESAS CON CUALQUIERA PARA SALIR DE LOS PROBLEMAS - exclama mientras se ríe. Sus palabras me duelen. ¿Él de verdad pensaba eso? 

Veo que Peeta busca en los cajones bruscamente. Yo estoy muy asustada. Veo que se acerca cada vez más al cajón en el que guardamos objetos de seguridad. Tengo que pensar rápido. Él me matará. Estoy asustada, no porque no quiera morir, si no porque sé que Peeta nunca se perdonaría si me mata. 

Lo veo abrir el cajón. Oh no. Piensa, Katniss, piensa. 

Todo lo que se me ocurre es lo que solía hacer durante la guerra: decirle datos sobre él. 

-- Eres panadero. Eres pintor. Siempre duermes con las ventanas abiertas - veo a Peeta sacar un cuchillo del cajón y subo el ritmo — Tu color favorito es el naranja. Siempre atas tus cordones con doble nudo. Nunca le pones azúcar al té. Me amas. Yo te amo. Nos cuidamos el uno al otro. - Peeta está parado frente a mi con el cuchillo en la mano. Creo que está pensando. Estoy temblando. Realmente espero que esto funcione. 

Los ojos de Peeta se turnan azules de nuevo. Le toma unos segundos darse cuenta de lo que está pasando. Él mira el cuchillo en su mano y lo suelta de golpe. Voltea a verme asustado.

— ¡Katniss, Katniss! ¡¿Te hice daño?! ¡¿Por qué tenía un cuchillo en la mano?! - me pregunta aterrado mientras se acerca a mí. Yo lo abrazo con fuerza. Sigo temblando.

Mi abrazo no dura mucho porque Peeta se separa y comienza a revisarme. Se queda mirando mi muñeca aún roja.

— ¿Duele mucho? - me pregunta mientras la acaricia.

— Un poco - digo.

— Estás temblando - me dice. Me quedo en silencio unos segundos.

— Siento mucho lo de hace un rato. Mis pensamientos estaban revueltos y no sabía lo que decía - le digo.

— No, tenias razón. No puedes confiar en mí siempre si intento matarte - dice Peeta.

— No Peeta, por favor no pienses eso - pido. Peeta se queda callado.

— ¿Fue muy feo? - pregunto mientras comienzo a acariciar sus rizos desordenados.

— Tuve dos. Logré controlar el primero. Pero el segundo no se detenía. Y luego llegaste - 

— ¿Dos? Yo..... lo siento mucho Peeta - digo.

Fue mi culpa que sufriera tanto. ¿Por qué no puedo simplemente mantener mi boca cerrada? Nada de esto hubiera pasado. 

-- No Katniss, está bien - me dice.

-- Estaba muy alterada. No pienso eso - aseguro.  

-- Es que..... me pongo en tu lugar y debe de ser horrible. Tener que vivir con alguien en quien no confías. Que te puede hacer daño en cualqu - silencio a Peeta con un beso. Odio que piense que no le tengo confianza. 

El beso me hace sentir muchas cosas. Hace varios días que no siento sus cálidos labios sobre los míos. 

-- Si no confiara en ti no estaría aquí ahora - digo cuando nos separamos. Peeta no se ve convencido. 

-- Para mí la confianza es más importante que el amor mismo. Tú me haces sentir tranquila y segura. No soy capaz de convivir con una persona que me haga sentir insegura - le digo. Puedo ver en sus ojos que sabe que es verdad. 

-- Katniss, no quiero que el asunto de........ hace unas semanas se vuelva incómodo. No tiene por qué hacerlo - me dice. Odio hablar de este tema, pero sé que tenemos que hablarlo. Realmente no quiero que las cosas sigan siendo así. 

-- No me gusta hablar de eso. Siento que fue mi culpa - digo. Peeta lo va a negar y lo sé. 

-- No digas eso - dice mientras pone su mano en mi mejilla. -- Mira, si no quieres hablarlo está bien. Pero no quiero que sigamos así. - 

Yo asiento con la cabeza e intento sonreír lo más naturalmente posible. Sigo algo alterada, y quiero contarle de mi episodio en el bosque. Pero me prometí a mí misma no hacerlo, y no lo haré. Supongo que de ahora en adelante me guardaré mis pensamientos para mí sola. 




Volver contigo - EverlarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora