Parte 42: El punto de inflexión

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Comienzo a retomar el control poco a poco. Al inicio es como pestañear, son momentos tan breves que ni siquiera puedo distinguir lo que hago. Pero cuando comienzo a ser yo de nuevo, me encuentro la peor escena posible.

Estoy ahorcando a una Katniss ensangrentada.

La suelto de inmediato. Esto es una alucinación, ¿cierto? Esto TIENE que ser una alucinación.

Toco su rostro pintado de rojo, rogando por no sentir nada y poder saber que es una alucinación. Pero mis dedos se pintan de rojo también.

¿Qué hice? ¡¿Qué hice?!

Escucho a Willow llorar de fondo y temo lo peor. Pero no soy capaz de quitar mis ojos de Katniss, de lo que le he hecho.

Acerco mi oído a su corazón, intentando descifrar si late, esperando escuchar ese ritmo calmante que me ayuda a dormir. Pero en su lugar escucho un silencio vacío.

Yo... ¿la maté?

No. No, no, no, no, NO, NO, NO.

— ¿Katniss? - pregunto mientras se me rompe la voz. — Mierda, ¡KATNISS! - grito mientras intento limpiar el líquido rojo de su rostro. — Por favor, despierta. Katniss. Por favor. No me dejes. No, no, no.... -

Y desee que fuera un sueño, quería que alguien me despertara, estaba esperando a que suene mi alarma o algo sucediese para salir de este sueño desastroso. No fue un sueño..... se había ido..... lo que más quería en el mundo se había ido, la persona que me dio una razón para vivir ya se había ido, y no la vería más. La idea de nunca volver a ver esos ojos me destroza. Nunca la volveré a ver con vida, nunca la volveré a ver sonreír, ni sonrojarse, ni siquiera respirar. Y todo es..... mi culpa.

— No te vayas, no me dejes solo. Perdón, yo no quería hacerte esto....... Eres lo mejor que tengo, lo mejor que me ha pasado. No puedo vivir sin ti Katniss... no puedo. No ha habido un sólo día en el que no te haya pensado desde que tengo cinco años..... Lo siento, lo siento tanto...... - digo llorando como nunca lo he hecho. Sus ojos, Dios, sus hermosos ojos estaban cerrados para siempre.

La maté

La maté

La maté

He visto morir a muchas personas. Demasiadas. Más de las que me gustaría. Y sé mejor que nadie la sensación al ver el cuerpo sin vida. Es un vacío extraño, acompañado de un dolor único y paralizante. ¿Pero esto? Esto es otro nivel. No se siente sólo un vacío, sino que ya no me siento yo mismo. Es como si yo fuera el que había muerto. No podía sentir ninguna parte de mi cuerpo, ni sentía que tenía el control. Y el dolor, el dolor es definitivamente el peor que he sentido nunca. Las miles de torturas que pasé en el Capitolio no se comparan. Mi corazón duele como nunca antes lo ha hecho, una punzada que siento que me podría quitar la vida en cualquier momento. Pero no es sólo dolor ahí. Ni siquiera sé de dónde viene. Sólo sé que arde, quema. Desgarra cada cosa que toca. Y no me deja respirar.

No sé qué hacer. Estoy paralizado. Apenas y puedo respirar. Lo único que sé hacer es llorar.

— ¡KATNISS! Por favor..... yo te amo -

No puedo perderla. No puedo. Tomo su cuerpo sin vida, pegándolo al mío. Quiero sentirla, quiero tenerla conmigo. Pero de alguna forma, ya no se siente como ella. Se siente como sólo un cuerpo, Katniss ya no está ahí.

Escucho a la puerta abrirse de repente. Pero ya no me molesto en voltear. Cierro mis ojos con fuerza mientras me aferro a ella.

— ¿Peeta? - escucho a una voz familiar decir.

— Yo la maté Haymitch, está muerta por mi culpa.... - lloro.

— ¿Qué? Peeta, de... - se queda en silencio absoluto cuando se acerca y la ve.

Soy un asesino. Soy un monstruo.

Levanto la vista para verlo. Él está completamente pálido.

Y por primera vez, veo a Haymitch llorando abiertamente. No se cubre con las manos, no intenta disimularlo con chistes, no sale corriendo de la habitación. Veo lágrimas cayendo por sus mejillas mientras está congelado frente a mí.

Cierro los ojos una vez más. Deseando volver en el tiempo, haber evitado ese ataque. Pero los recuerdos comienzan a llegar. Pequeños fragmentos, llenos de violencia. La veo morir a mis manos. La veo siendo golpeada por mí. Siendo asfixiada. Y lo peor es que ni siquiera recuerdo lo último que me dijo, o lo último que yo le dije. Se fue sin siquiera despedirse.

Dejé a Willow sin madre. Ella ni siquiera recordará la increíble mamá que tuvo. Katniss sólo será un recuerdo mío. Un sentimiento dulce, que termina siendo agrio.



Sé que me van a odiar por lo que acabo de hacer, y no los culpo. Pero no sentía que mi historia debiera acabar como la mayoría de las demás de Everlark después de Mockingjay, sentía que esto debía suceder. Espero me perdonen. 

Cuídense

Mua mua 

Volver contigo - EverlarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora