Capítulo 20

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Emma.

Sé lo que piensan, lo sé.
Seguramente quieren lanzarme un ladrillo porque estoy volviendo a hacer lo que no debería: meterme a la boca del lobo.

Pero entiendanme, se trata de Christian y ese señor sospechoso con pinta de ricachón no me da buena espina.

<< Ya basta de tonterías, sólo quieres saber el chisme>>

¡No!

<< Típica lectoras de wattpad, son bien chismosas>>

Prosigo mi sigilosa espiada al hombre misterioso quien camina hasta llegar a unas escaleras que asombrosamente dan a un piso de abajo.

¿Éste lugar tiene un sótano o qué diablos?

Habla con algunos hombres vestidos de negros quienes parecen guardias de seguridad para luego desaparecer escalera abajo junto con los hombres.

Lo sigo con la adrenalina recorrer mi cuerpo mientras mi mente reproduce a toda máquina el : tan, tan, tan, tan.

Lo sé estoy loca.

Bajo las escaleras y me sorprende no ver a nadie custodiando el lugar, es muy sospechoso y mi mente enseguida asume que quizás sea una trampa.

O sea, ¿Por qué lo he seguido tan fácil? Raro.

Pero no me importa, la curiosidad es más grande y el miedo por saber si le harán algo a Christian me motiva para seguir.

El lugar lleva a un largo pasillo de paredes negras y tenebrosas.
Camino detenidamente y observo una puerta abierta, por donde supongo que ha entrado << sospechoso>>.
A dentro no hay nadie, sólo una pequeña sala de paredes vinotinto y aura macabra, al fondo otra puerta.
Escucho pasos detrás de mí e inevitablemente sin escapatoria entro y solo me toca rezar para que nadie entre y así es.

Escucho murmullos al otro lado que al acercarme se escucha más claro:

El hombre se encuentra tarareando una canción, debo admitir que tiene buen gusto.

— Christian tenía razón. — casi doy un salto al escucharlo hablar por fin de Christian tras la puerta.

¿Estará hablando por teléfono?

Presto atención a lo que dice hasta que sin aviso y dejándome paralizada dice: —Entra Emma, querida.

Tardo un minuto en reaccionar a lo que acabo de escuchar.

— Se que estás allí. — dice en un tono firme, asustándome.

<< Sabía que era una trampa>>

Trago saliva y mi cuerpo comienza a entrar en crisis, más me controlo y abro la puerta y lo veo sentado junto a una botella de licor.

Me señala un asiento frente a él y yo obedezco sintiendo que mi cuerpo solo sigue órdenes tras el miedo.

Él me observa detalladamente y su mirada es como cuchillos filosos con veneno que me hacen sentir expuesta, lo único que nos separa es la pequeña mesa frente a mi.

— Eres muy curiosa, mi hijo tenía razón cuando me informo de ti.

— ¿Su hijo?, ¿Me ha estado vigilando? —me siento estúpida preguntando lo obvio.  — ¿Quién demonios es usted?

— En tu pregunta se encuentra la respuesta. — deja la botella sobre la mesa y se inclina mirándome fijamente a los ojos.

Ese verde esmeralda, envolvente y misterioso de sus ojos solo me causa terror.

Antes de ti. (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora