Capítulo 38

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Emma.

Estoy sentada en el auto, o debería decir en la lujosa limusina. ¿Algún día dejaré de sorprenderme por tanto lujo? Anna y Carlos no apartan la mirada de mí; el trago grueso que tengo en la mano solo acentúa la incomodidad en el aire.

— ¿Que mierdas hacías allí? — rompe el silencio Anna y Christian la mira mal. — ¡A mí no me mires así, tu ya lo sabes todo yo no!

— Yo... Ahora soy parte de Demons.

La expresión de Anna y Carlos es un verdadero poema. Ambos abren la boca de manera exagerada, tan sorprendidos que les toma unos minutos procesar lo que acabo de decir.

Dicen que las parejas se parecen y ya veo porque.

— ¿Pero como paso esto? Emma, ¿por qué lo hiciste?, ¿Sabes que todos queríamos mantenerte lejos de este mundo de mierda?

¿Por qué lo hice? Buena pregunta...

Observo a Christian quien mira su móvil con el ceño fruncido y sonrió, esa es mi respuesta.

Christian.

Sé que estoy loca; nadie haría algo como lo que hice hoy. Sin embargo, no me arrepiento. Es cierto que estaba muy celosa y enojada, me sentía traicionada, pero una parte de mí quería saber cómo se siente vivir en el mundo de Christian, ese horrible y frío lugar donde ha permanecido solo durante tanto tiempo.

Lo sé, estoy loca.

Pero si él está condenado a la oscuridad por salvarme aquella vez, entonces yo también me hundiré en la oscuridad. No pienso permitir que continúe solo por mi culpa.

— Christian se metió en esto por mi culpa, sin embargo no permitiré que este solo.

El rostro de Anna se suaviza un poco.

— Igual te has condenado.

— ¿Sabes que esto no es un juego, Emma?

— Lo sé, yo simplemente... — miro mis manos y recuerdo la sensación que viví está noche...

...

En aquella enorme casa, después de haberme arreglado, fui llamada por el Sr. Thomas a su oficina, donde me esperaba con una gran sonrisa endiablada.

Te dije que te daría la oportunidad de burlarte de Christian está noche, pero evidentemente sabes mucho de nosotros y no me gustaría dejar cabos sueltos.

— ¿Que quiere entonces? — el miedo estaba latente en mi.

Te unirás a mí.

Creo haber aceptado...

— Ey, ey, esto no significa que confíe en ti — se acercó a mí y, en ese momento, sentí cómo me hacía sentir pequeñita frente a ese monstruo —. Firmarás un pacto conmigo...

Abogados y sus cosas, ¿eh? — intenté mantener la compostura, pero me era imposible dejar de temblar.

Si le dices a alguien mi secreto, destruiré el trabajo de tus padres y sus vidas. — habló —Y quien sabe, quizás acabe contigo también.

Mi piel se heló, el miedo me invadió como un frío cortante, y por un segundo quise salir corriendo, huir y rechazar su oferta. Pero entonces pensé en Christian, y ese pensamiento me mantuvo en su lugar, paralizada

Si, Christian...

Frente a mí estaba el hombre que arruinó la infancia de Christian, transformándola en un infierno. Quien lo alejó de sus abuelos y lo obligó a convertirse en un asesino... Y quien, una vez más, ha atrapado a Christian por mi culpa. Estoy cara a cara con el causante de todos sus males.

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⏰ Última actualización: Oct 27 ⏰

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