Capitulo 12

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22 de Enero, 1619

Las concubinas se reverenciaron ante la llegada de Haseki Beyhan Sultan. Aquella mujer, se hablaba de que conservaba gran belleza a la edad de veinticuatro años, casi veinticinco.

─¿Celebran el embarazo de Hatice?─ella pregunto a Zeynep Khalfa

─Sí, Sultana. Los doctores dicen que tiene cuatro meses de gestación.

─¿Cuatro meses? Si no se nota.

─Sus embarazos solían parecer como si tuviera más de un bebé, como el de los Şehzades Selim y Şehzade Ibrahim.

─Debe ser que tendrá una niña, una niña que no gozará de estatus.─dijo sin temor a ser juzgada.─Una más del montón.

Con eso dicho, se retiró, llendo hacia Hacı Agha, para ser informada de la situación actual.

─Hatice es amada por las concubinas, algo que no hacen por mi. Yo que les di más sueldo del que deberían recibir.─murmuró molesta

─Extrañaban ver a una mujer embarazada, eso es claro.

─¿Para que? ¿Que sea una niña y luego se decepcione ella misma? ¿Será una nueva Kösem?

─Así dicen, una nueva Kösem.

─Entonces, tendrá el mismo final.─miró de reojo a la embarazada

─Podría ser un niño.

─Que Allah no te escuche, Hacı Agha.─Beyhan dijo, luego se dirigió a a la salida, pero para su mala suerte, Hatice Hatun se involucró en su camino

─Mi Sultana, que hermosa se ve hoy.

─Gracias, tú igual, tendrás un bebé entre tus brazos pronto.

─Deseo que sea un Şehzade, sus hijos podrían jugar con él.─se veía realmente entusiasmado.─Su majestad dijo que si es niño, lo llamará Cihangir. Como el último hijo del Sultan Süleyman, y si es niña, será Hümaşah.

─Bellos nombres, Hatice. Allah quiera que te dé un par de mellizos.─Beyhan sonrió forzadamente

─Le agradezco sus buenos deseos.












[...]

24 de Junio, 1619

El parto tan esperado había comenzado, y por supuesto, Ahmed se mantenía impaciente ante la eterna espera por el hijo entre sus brazos.

─Dime, ¿que es? ─Beyhan preguntaba a la partera apenas salió, igualmente paciente

─Perdonen mi atrevimiento, pero deberían verlo ustedes mismos, majestades.─sonrió alegremente

Ahmed no dudó en entrar, siendo seguida por Beyhan, que casi cae al suelo desmayada al ver tres cunas. Parecía que el mundo se le caía encima.

─Dos Sultanas y un Şehzade.─finalmente confesó la partera

Una cansada Hatice sonrió débilmente, con gran orgullo en su corazón. Fue extraño, porque duro exactamente los nueve meses.

Se mantuvo firme en el exterior, pero en su interior, su corazón ardía en enojo y rencor, juraba que serían niñas, pero Allah tuvo piedad de ella y le dió un saludable príncipe.

─Tu nombre es... Hümaşah, Hümaşah será tu nombre.─Ahmed beso la frente de la primera niña, después continúo con la siguiente niña.─Tu nombre es... Şahıhuban, Şahıhuban será tu nombre.

Cuando tomó al único príncipe, se tardó en pensar un buen nombre, pero se decidió por el que le había prometido a su concubina.

─Tu nombre es... Cihangir, Cihangir es tu nombre.─beso la frente del Şehzade y le dejo en una cuna al lado de sus mellizas

Şehzade Cihangir, Hümaşah Sultan y Şah Sultan.

─Allah les de larga vida.─susurró Beyhan, dijo como si tratara de ocultar una mentira

─Que tiren ocho cañonazos, por los nacimientos de los primeros trillizos, nacidos de Hatice Hatun.─demandó, luego se dirigió hasta su Haseki.─Mi Beyhan, vamos, debemos hablar.

En secreto, a la joven Haseki le encantaba que la llamara de esa manera, le hacía sentirse querida por el padre de sus hijos. Su Beyhan, porque le seguía perteneciendo a pesar de todo, seguía siendo una esclava a pesar de ser la esposa legal del Padişah, y eso no le importaba en lo absoluto.




















[...]

26 de Junio, 1619

Beyhan tenía un gran plan para ver qué tan importante era para el Sultan. Consistía en simplemente un viaje, sola, con su hija Mihrimah y con Murad.

─Su majestad.─realizó una reverencia.─Espero no molestarlo.

─La madre de mis hijos nunca me ha causado molestias.─Ahmed beso la frente de su esposa.─¿A qué se debe tu visita?

─He pensado en viajar a Amasya, con Mihrimah y Murad.

─No.─fue la primera reacción que tuvo el Padişah.─Jamás abandonarás este Palacio, ¿por qué irías sin mi? ¿tienes otras intenciones?

─Mi Ahmed, Sultan de mi vida.─Beyhan puso sus manos en las mejillas de su esposo

─¿Por qué quieres irte?

𝐏𝐀𝐑𝐀𝐃𝐈𝐒𝐄 | 𝑨𝒉𝒎𝒆𝒅 𝑰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora