𝐏𝐀𝐑𝐀𝐃𝐈𝐒𝐄 | 𝑨𝒉𝒎𝒆𝒅 𝑰

Capitulo 28

21 de Enero,1636

Beyhan no había salido de sus aposentos, en su perspectiva, la vida carecía de sentido sin sus hijos.

Empezó a siempre vestir el color negro, estaría de luto el resto de su vida.

─Madre.─Murad entró en los aposentos, deteniéndose tan pronto vio su faceta

─Hijo.─Beyhan alzó su mirada, fijándose en su príncipe

─Deseo que organices todo.

─¿Organizar para que?

─Te irás al antiguo Palacio.

─¿Que tonterías dices, hijo mío? ─preguntó incrédula

─Yo seré el Sultan.─declaró con la firmeza que solo le recordaba a ella misma

─El Trono debe suceder a Selim.

─Allah lo ha llevado al paraíso.─Murad escondió sus manos ensangrentadas detrás de su espalda

Las lágrimas empezaron a brotar de los ojos de la Sultana.

Muerte tras muerte, hijo tras hijo.

─Soy tu madre ─Beyhan se puso de pie y caminó hacia el menor y sobreviviente de sus hijos.─También soy la Sultana de este Palacio, la esposa legal de tu difunto padre.

─Y yo seré el Sultan.

─Y hasta entonces, ─Beyhan puso las palmas de sus manos en las mejillas de Murad y sus pulgares comenzaron suaves caricias en piel de su hijo.─Sigues siendo el Şehzade Murad, hijo de la Sultana Beyhan.

─Te irás apenas sea coronado.

─No me iré, Murad. Puedes ordenarle a los guardias, pero te aseguro que ellos lo pensarán dos veces antes de siquiera tocarme.

─Solamente deseo encontrar mi propio camino.

─Y yo no me entrometeré en una vida que no me incumbe ─dijo Beyhan, volviendo a su diván y juntó sus manos con gracia.─Hijo mío, ¿cuánto tiempo pasas de Kösem?

─Eso no es de importancia.

─Lo es, ahora responde sin tartamudear.

─La Sultana Kösem me habla sobre los peligros de tenerte a mi lado.

─¡Yo soy tu madre, no Kösem! Yo te di a luz, yo te protegí, nunca te he tratado diferente a tus hermanos, ¿Y ahora vienes y me dices que me vaya?

─No, madre.─Murad agachó la cabeza y fue a sentarse junto a su madre y recostar su cabeza en su regazo.─Tengo miedo de que intenten destronarme.

─No lo harán, porque me tienes a tu lado.─Beyhan besó la cien del rostro de Murad

[***]

2 de Febrero, 1636

Ese día fue la coronación de Murad, ahora conocido como Murad IV, gobernante del Imperio Otomano.

─¡Larga vida al Sultan Murad! ─los jenizaros observaban con respeto al nuevo Sultan

Desde las sombras, Beyhan observaba a su hijo, orgullosa. Nuevamente, rezaba por sus dos hijos sobrevivientes, sin contar a sus hijastros.

[***]

En la noche, Beyhan organizó una celebración en nombre de Murad, dónde esperaba que su hijo escogiera a una de las bailarinas para convertirla en su favorita.

Las mujeres bailaron sensualmente, cada mujer distinta, ninguna era igual o parecida a la otra. Sin embargo, solo una llamó la atención del joven Sultan.

Efectivamente, todo salió como Beyhan lo había planeado, ella preparó a cada concubina para ser según los estándares de su hijo.

Abigail era el nombre de la escogida concubina, con quince años de edad, provenía de tierras circasianas.

[***]

5 de Febrero, año 1636

Fue un vestido color rojo pasión el que se puso Abigail Hatun, este resaltaba sus atributos.

─El Sultan te espera, Hatun.─Silahtar Agha avisó

Abigail entró, sosteniendo un puñado de su vestido en cada mano para caminar sin tropezarse. Se reverenció apenas pudo ver la silueta de su majestad, y esperó.

Murad se dió la vuelta y avanzó hacia la concubina, la rodeó, observando cada detalle de su cuerpo, analizando si valía la pena pasar la noche por una concubina a la cual no sentía nada.

Finalmente, se decidió por tomarla. Sin pensarlo demasiado enredó sus dedos en el sedoso cabello de la circasiana y luego estampó con suavidad sus labios con los de ella, el beso volviéndose necesitado y desesperado.