El día en el que conoció a su alma gemela, Baxter estuvo asustado toda la mañana.Y no fue porque ese día participaría en una competencia que determinaría su futuro.
Ni porque temiera decepcionar a sus hermanas.
Baxter Radic estaba asustado, porque esa mañana cuando se despertó, no tenía ningún dibujo en el cuerpo.
Ni tampoco ningún moretón.
Cada que se despertaba, los dibujos ya estaban allí. Suponía que era por culpa de la diferencia de horario que ella se despertaba más temprano, o se acostaba más tarde, no sabía.
Pero ese día no estaban cuando se despertó, ni una hora después.
Ni dos, ni tres.
Tampoco cuando estaba a punto de surfear en la competencia.
Él tenía miedo, de que algo le hubiera pasado.
De que estuviera muerta.
No sabía a cierta ciencia que pasaría con él, si ella moría, pero no quería averiguar lo.
Tan solo pensar en que algo le pudo haber pasado, lo hizo sentir horriblemente.
Porque tenía miedo de haber retado al destino.
De creer, que tendrían suficiente tiempo, y no importaría si la ignoraba ahora. De haberse equivocado.
Él nunca se había arrepentido de ignorarla, hasta ese momento.
Pensar, en que tal vez ya era demasiado tarde para conocerla, quererla, amarla como ella lo amaba a él.
Le rompió el corazón.
Casi falla en la competencia, no supo cómo logro hacerlo bien.
También existía otra probabilidad, la posibilidad, de que ella se hubiera rendido con él.
De que se hubiese cansado de perseguir a una persona, que no estaba interesada, aún cuando era su alma gemela.
Que se hubiese dado cuenta, de que merecía más que un cobarde.
Merecía más de lo que él podía darle.
Y tal vez, ella lo comprendió, y se rindió con él.
Después de que le tocará surfear en la competencia, camino alrededor de la playa.
Intentando tranquilizarse, dejar de pensar en ella.
Pero de repente, vio a una chica sentada en la arena, parecía estar dibujando algo en ese brazo.
Y en ese momento, su corazón empezó a latir con fuerza, porque flores empezaron a aparecer en las yemas de sus dedos.
Corazones en los dorsos.
Y lentamente, una hilera de estrellas, estaba tomando forma en su muñeca.
Sus ojos empezaron a lagrimear, y se acercó a la chica, tenía que confirmarlo.
Tenía que saber si era ella.
— ¿Qué estás haciendo? — le pregunto, cuando llegó a su lado.
La chica se sobresalto, y en vez de dibujar una estrella, le salió un rayón.
Y Baxter estaba casi seguro, de que él tenía ese mismo rayón en su muñeca.
Lo supo, porque cuando ella se volteó, lo primero que vio fue su mano, y supo que ella pensaba lo mismo que él.
Que eran almas gemelas.
Para cuándo sus miradas se juntaron, él ya se estaba muriendo de los nervios.
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Invisible String - Baxter Radic
FanfictionLayla Torres se ha pasado toda su vida en busca de su alma gemela. Desde el momento en el que nacemos, obtenemos una marca de alma gemela. No siempre es la misma para todos. En algunos casos, son las iniciales de tu alma gemela. En otros, toda herid...