- ¿En qué estabas pensando, Layla? Esa fue la cosa más irresponsable que te he visto hacer. No puedo creerlo - me regaño mi madre mientras daba vueltas por la cocina.
Los oficiales ya me habían llevado a casa, aparentemente la tienda había decidido no presentar cargos, por lo cuál no me había metido en muchos problemas. Pero salvar me del castigo de la ley, no hará que me salve del de mi madre.
No recuerdo exactamente cuándo había sido la última vez que me había regañado de esa forma, o simplemente regañado por algo que mereciera un regaño e incluso un castigo.
En este momento tenía millones de llamadas de un número desconocido, y estaba segura que era de Baxter, y eso solo hizo que me doliera un poco más el corazón.
- Y no vas a ir a las nacionales, eso es obvio - dijo con molestia Margo, mientras continuaba con su monólogo. Abby, Ari, Honey y Summer estaban allí observando en silencio - Y volverás al internado, hable con tu decana para que te deje llegar antes.
- No puedes hacer eso - intervinó Summer con molestia - Vinimos aquí a conectar como familia y Layla es parte de esta familia, no puedes simplemente mandarla lejos - podía ver la culpa acumulada en sus ojos.
- De hecho - intervine con duda - No quiero volver a i internado en Londres - declaró con voz firme. Lo ojos de summer brillaban esperanzados, y Margo estaba a punto de interrumpir con molestia, así que decidí continuar - Hay un internado en París, es solo para niñas y tiene unas excelentes reseñas, ofrecen becas, y creo que sería lo mejor para mí ahora - miré a mi madre fijamente. Había pequeñas lágrimas en mis ojos, pero algo me decía que esto era lo correcto.
Tal vez, ir a Shorehaven había sido una mala idea, porque no es lo que debería haber pasado, todo este sufrimiento que había estado pasando, era por culpa mía. Yo había querido forzar al destino, adelantarme a los hechos, y estaba pagando las consecuencias por eso.
Así que tal vez, lo mejor era irme y olvidar que todo esto había sucedido.
- ¿Qué? ¿Quieres irte? - preguntó Summer con dolor.
- No puedes irte, aún no lo has encontrado - dijo Honey con decepción.
- Shorehaven no es para mí. Nueva York tampoco lo es, ni tampoco Londres. - exclamé con una pequeña mueca de dolor - No puedo encontrarlo a él, si aún no me he encontrado a mí misma, pequeña - le respondí a Honey con una sonrisa triste.
Y tal vez, ese era el problema. Había buscado toda mi vida a mi alma gemela, y en el camino me perdí. Y ahora que lo encontré todo se siente diferente.
- Esta bien, mañana hablaremos de este internado del que me hablas, pero antes ayudarás a colocar tablas para tapar la ventana rota - dijo mi madre con determinación - Ahora, todos a dormir - demandó para después irse a su habitación.
Todos ya se habían ido, y ahora solo quedamos Summer y yo en la cocina. Ella me veía con molestia, pero con determinación, con decisión.
- ¿Qué haces, Layla? Lo buscaste durante toda tu vida, y ahora que lo tienes ¿Vas a dejarlo ir? - preguntó con molestia - No te entiendo, creí que era lo más importante para ti, y ahora ¿Te vas y lo dejas aquí?
- Pasé toda mi vida buscando a alguien, y me olvidé de lo demás por eso - la miré con tristeza - Me olvidé de mamá, de ti, e incluso de mi misma. Siempre creí que me sentiría completa a su lado, que la parte que sentía faltante por fin se llenaría, pero no fue así - baje la cabeza mientras mis lágrimas empezaban a resbalar se por mis mejillas - Todavía falta una parte, porque todavía falto yo. Se supone que el tiempo antes de conocer a tu alma gemela, es el tiempo en el que te formas y creas tu identidad, valores y esas vainas, pero yo no lo hice - levanté mi mirada para ver a mi hermana a los ojos - Y necesito hacerlo, necesito tener una parte de mi vida que no gire solo entorno a él - mi voz se rompió y Summer se acercó a abrazarme.
- Lo entiendo, perdón por haberlo besado Lay - dijo con una mueca - No estaba pensando bien, estaba muy borracha y enojada.
- Está bien Sum - le dije sonriendo - Te perdono. Ahora vamos a dormir, tengo sueño y tienes que descansar para arrasar en las Nacionales.
Ambas nos fuimos a dormir, pero antes de cerrar los ojos y dejarme vencer por la oscuridad. Encendí la pantalla de mi teléfono, en la pantalla de bloqueo, podía verse las 40 llamadas y los 60 mensajes que tenía de un número desconocido, sabía que era Bax. Así que sin revisar los mensajes anteriores decidí escribirle un mensaje para que no se preocupara.
Desconocido
Estoy bien, no tienes que preocuparte.
Y no estoy enojada.
Te quiero Layala, que no te olvidé cariño.
Al ver la respuesta de Bax, mis ojos se pusieron aguados mientras bloqueaba el teléfono. No podía responderle, y no porque no lo quisiera, simplemente no podía contestar cuando estaba planeando irme a medio mundo de distancia sin siquiera despedirme.
Y tal vez eso era lo mejor, las despedidas solo causan dolor y ya estaba harta de sufrir.
Y eso podría ser lo mejor para ambos, que me fuera sin dar una explicación.
Así él podría olvidarme y continuar con su vida. Y yo podría hacer todo lo que quiero hacer, todo lo que debería haber hecho antes de conocerlo.
Aunque algo en el fondo de mi corazón, me decía que eso no iba a ser así.
Porque Baxter Radic era testarudo, y si me iba así sin más, él podría hacer lo mismo que había hecho yo, buscarme por todo el mundo sin descansar.
Y no estaba segura de si quería que lo hiciera o no.
Porque de repente me sentía perdida, es como si hubiese corrido un maratón para llegar a la línea de meta. Y cuando por fin creí que había ganado, resulta que apenas había llegado al inicio.
Como si todo esto hubiese estado dando vueltas sin sentido, y hubiese terminado en el punto de partida.
Porque había pasado toda mi vida haciendo las cosas diferente a mi padre, intentando no repetir sus mismos errores.
Y al final, había terminado repitiendo la misma historia que él había vivido.
Así que antes de cerrar los ojos, las lágrimas volvían a acumularse. le pedí que me mandará una señal, que me ayudará, porque yo ya no podía más, y lo único que quería es que me abrazará y consolará, pero eso no era posible.
"Por Favor" rogué con los ojos cerrados "Papá ayúdame, dame una señal. Dime que estoy haciendo lo correcto al alejarme, porque no creo poder sobrevivir a otro corazón roto" le supliqué con los ojos cerrados.
Y luego me fui a dormir, rogando silenciosamente, que desde donde sea que estuviera, mi padre me hubiera podido oír.
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Un pequeño capítulo corto antes de que venga lo bueno.
Pronto va a aparecer un nuevo personaje que ya ha sido mencionado antes ¿Quién creen que sea?
Díganme sus opiniones de este capítulo :)
Y este capítulo no tiene nombre de una canción de Taylor Swift ¿Reconocen la canción o al artista? Debo decir que es uno de mis favoritos después de Taylor
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Invisible String - Baxter Radic
FanfictionLayla Torres se ha pasado toda su vida en busca de su alma gemela. Desde el momento en el que nacemos, obtenemos una marca de alma gemela. No siempre es la misma para todos. En algunos casos, son las iniciales de tu alma gemela. En otros, toda herid...