Capítulo 20: Everywhere, Everything

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Mi último día en Shorehaven fue uno de los más felices de todo el verano, porque el final de un capítulo significaba el inicio de uno nuevo, y yo estaba completamente dispuesta a que el siguiente tuviera marcalibros, párrafos subrayados y dibujitos en los bordes.Y en el fondo sabía que así sería, porque iba a disfrutar aquel día como si fuera el último yendo a surfear lo más temprano que pudiera. Porque aunque descubrí que el surf no es mi pasión, si disfruto hacerlo como hobbie, y eso es también porque me hace sentirme cerca de mi padre.

Así que luego de ponerme mi traje de baño favorito que consistía en un hermoso patrón abstracto de varios colores, me coloqué un short y una camiseta encima mientras esperaba que Jack respondiera un mensaje preguntándole si estaba despierto y que si quería acompañarme a la playa. Al no recibir una respuesta, salí de mi habitación con cuidado de no encontrarme a alguien, lo cuál gracias al cielo no hice, y me escabullí al cobertizo y tomar la tabla nueva que me habían comprado luego de que la mía se rompiera, ya que la que Baxter hizo se me olvidó en el carro de Jack.

Con una sonrisa salía por la puerta de los Gibson mientras miraba mi teléfono esperando la respuesta de Jack. Si no hubiese estado viendo el celular, hubiese notado que Baxter Radic estaba a unos pasos de distancia de mí, hubiese notado su cabello alborotado, sus ojos con ojeras, y la preocupación que tenía por mi, la forma en la que me miraba como si por fin pudiese volver a respirar, como si por fin estuviera vivo otra vez, pero por fortuna no la ví, porque si lo hubiera hecho las cosas hubiese salido completamente diferente y tal vez hubiésemos podido tener nuestro felices para siempre.

— Layla — al oír mi nombre levanté la mirada, y quedé completamente paralizada al verlo allí enfrente de mi. No esperaba poder tener esa conversación antes de irme, pero aparentemente sí sucedería.

— Baxter — murmuré con un nudo en la garganta. A pesar de todo el daño que me hizo, yo no quería lastimarlo, no quería que él sufriera lo mismo que me tocó sufrir.

— Estás hermosa — murmuró sin despegar sus ojos de mí — Siempre has sido hermosa.

— No hagas esto — dije con firmeza — No lo hagas más difícil para ambos, Baxter — mi voz no tembló en ningún momento

— Te amo — me quedé helada ante sus palabras — Te amo y no quiero dejarte ir — ví sus ojos aguarse y aparte la mirada sin poder evitarlo.

— No puedes amarme, porque no sabes como hacerlo, Baxter — afirmé con seriedad — El otro día comprendí que a veces el amor de tu vida no es tu alma gemela, y no estoy convencida de que tú seas el amor de mí vida — admití con lástima, y al ver la expresión abatida en su rostro completé — Al menos no ahora, este no es el momento adecuado, y debo admitir que eso es mi culpa — suspiré profundamente — No estábamos destinados a conocernos en este momento, yo apresuré las cosas, quería que nos enamorarámos lo más rápido posible para estar juntos siempre, pero jamás me cuestioné si tú estabas listo para enamorarte de mí, o si yo estaba preparada para recibir tu rechazo — bajé la mirada con vergüenza — Pero ahora sé que no estoy lista para estar contigo, Baxter.

— No estás lista para estar conmigo ahora — él confirmó, y yo asentí — Pero eso no significa que no lo estés en un futuro, no estábamos destinados a estar juntos en este momento, pero tal vez después sí — la esperanza brillaba en sus ojos junto con una mezcla de desesperación, y no supe qué responder.

— No puedo pedirte que me esperes Baxter — negué rotundamente ante el pensamiento. Eso es lo que había hecho mi padre toda su vida añorar y esperar a alguien que no tenía la intención de volver, y murió haciéndolo. Estaba segura de que el último pensamiento de mi padre fue sobre y para Marie, y no para su única hija. — Te pido que no lo hagas, no quiero que pases toda tu vida esperándome cuando ni siquiera yo sé si voy a volver.

Invisible String - Baxter RadicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora