Habíamos llegado a casa hace veinte minutos.
Baxter estaba afuera ayudando a poner unas decoraciones y yo estaba arreglándome en el cuarto que compartía con Summer. Y como ella no estaba por allí, tenía completa privacidad para arreglarme, así que luego de un baño rápido, me había puesto un top rojo con mangas cortas y escote en v, junto con unos jeans acampanados y mis botas negras favoritas.
Y ahora que las veía, sentía que llevaba una vida en Shorehaven, cuando apenas eran unas semanas. Antes usaba esas botas casi todos los días, cuando salía con mis amigas por las calles de Londres, cuando me reía cada cinco minutos y era feliz sin importar que.
Antes de conocer a Baxter Radic, era feliz cada día de mi vida, y ahora puedo decir que eso ya no es así. De repente sentí que todo este tiempo había estado desperdiciando mi vida, que había dejado de salir, de disfrutar, de ser feliz, de ser yo, todo por un chico.
Y si, era mi alma gemela, pero al final ¿No era solo un simple chico más del montón? ¿Uno como los tantos que había rechazado ya? ¿Qué hacía a Baxter Radic diferente al resto? ¿Qué lo hacía tan especial, como para hacerme llorar? O incluso, romperme el corazón.
Es como si esas botas representarán mi vieja vida, una que descubrí que no quería dejar atrás, porque ¿Qué es lo que se supone que pasa ahora que conozco a mi alma gemela? ¿Tenemos una relación a distancia, hasta que nos casemos? Tengo 17 años, y ya no sé si quiero un compromiso tan grande como ese.
No cuando aún me faltan muchos lugares que visitar, muchas cosas que hacer por mi misma, antes de casarme, antes de hacer mi vida.
— ¿Estás bien, Layla? — me preguntó Marlon con cara de preocupación. Ni siquiera había notado cuando entró en la habitación.
Por fin despegué mi mirada de las malditas botas, y volteé a ver a mi mejor amigo con una sonrisa.
— Bueno, por el momento si — dije con un suspiro mientras me ponía las botas — Pero no estoy segura de por cuánto más lograré estar bien.
— ¿A qué te refieres? ¿Todo está bien con Baxter? Por el mensaje que me enviaste creía que todo estaba "espectacular" entre ustedes, y si, te estoy citando — dijo mientras se sentaba al lado mío en la cama.
— No sé, creo que tal vez todo está sucediendo demasiado rápido — negué con la cabeza — No quiero pensar en eso hoy, vamos afuera hay una fiesta que no me quiero perder — le dije sonriendo, mientras lo arrastraba fuera de la habitación.
Cuando llegamos a la cocina, no había nadie, así que sonreí mientras hurgaba en la nevera el ponche especial de Margo, una especialidad de mi madre que no era apta para todo público. Pero no me importaba, necesitaba emborracharme aunque sea un poco, y al menos la conocía lo suficientemente bien como para saber que siempre hacía dos jarras.
Así que le di un gran trago y le ofrecí a Marlon, pero él negó con la cabeza. '
Cuando salimos de la casa notamos que el patio estaba vacío, no había casi nadie allí en la fiesta de Wern, parecía que todos se habían ido al cobertizo. Y como no había visto a Bax por ningún lado, suponía que él también.
Así que fui feliz hacía el cobertizo, aún con la jarra en la mano, no estaba borracha aún, pero deseaba que a Baxter no le molestará que me embriagará en la fiesta de su hermana. Mierda, ni siquiera le había comprado ningún regalo, seguro mi cuñada ya me odia y ni la conozco bien.
Mis pensamientos se desvanecieron cuando entré al cobertizo y encontré a dos personas besándose. A Baxter y a Summer besándose como si nadie los estuviera viendo, y cuando mi corazón se rompe en dos, puedo ver como él se separa rápidamente de ella, como la ve con molestia y repulsión. Y también pude ver como su rostro se puso pálido cuando me vio, y como Summer simplemente sonrió con satisfacción, y allí lo entendí.
Summer había besado a Baxter, y él se había alejado.
Ella había querido lastimarme.
No sé cómo se enteró que él era mi alma gemela, yo no sé lo había dicho.
Pero por su expresión, su sonrisa de satisfacción, ella lo sabía. Y por eso fue que lo hizo.
— ¡¿Qué carajos, Summer?! — le pregunté cuando llegué hacia dondé estaba — Lo sabías — le dije con molestia — No sé cómo, pero lo sabías e igual así lo hiciste — las lágrimas empezaban a acumularse en mis ojos.
— Porque estoy harta, Layla — dijo con molestia y pude notar como arrastraba las palabras. Estaba ebria — no te importa nada más, jamás te ha importado nada lo suficiente como para volver a casa, como para estar junto a mí. No recuerdo cuando había sido la última vez que te vi antes de este verano — dijo con molestia — Te has pasado toda tu maldita vida buscando lo y ni siquiera me dijiste cuando lo hiciste — sus ojos reflejaban dolor, al igual que los míos — Así se siente cuando alguien te quita lo que has querido toda tu vida — dijo haciendo referencia al beso — Así es como me he sentido siempre porque no parece haber amor para alguien más en tu corazón que él, ni siquiera para tu hermana — dijo con molestia y dolor antes de alejarse.
Y de repente mi corazón dolió como nunca antes, porque entendía que Summer tenía razón, que siempre había tenido razón. Que esto que había pasado, como nuestra relación se fue al carajo, no fue su culpa, no, siempre fue mía y solo mía.
Así que cuando Baxter quiso acercarse para abrazarme, para apoyarme, lo alejé. Porque es lo que había hecho durante toda la vida con cada persona que me había querido, entonces ¿Por qué no hacerlo con él también?
Y en ese momento me fui de la fiesta, porque no fue hasta ese día que pude comprender lo jodida que estaba, el daño que me había hecho, el que le había causado a las personas a mi alrededor. Y por un momento, quise culpar a Baxter por eso, pero él no tenía la culpa, él jamás me pidió que lo encontrará ni que girará mi vida alrededor de él.
Y en ese momento, pude recordar a Marie, a mi padre y a su historia de amor fallida.
Y entendí, que él ciclo ya había vuelto a suceder, la historia se estaba repitiendo de nuevo y yo no sabía qué hacer, pero había alguien que sí. Una persona que había pasado casi lo mismo que yo.
Así que cuando iba a volver a casa en busca de respuestas, me encontré a Summer enfrente de una tienda que tenía el vidrio roto, y la piedra estaba allí mismo.
Summer se había metido en problemas, y probablemente no la iban a dejar ir a las Nacionales, y entendí que tenía que ayudarla sin importar que. Así que me acerqué corriendo a ella mientras la ayudaba a levantarse.
—¿Layla? — me preguntó con confusión — ¿Qué estás haciendo aquí?
— Te salvo el trasero. Así que vete, corre, mañana son las nacionales y sé cuanto te mueres por ir, tú vete y yo me echaré la culpa — le dije rápidamente, probablemente la policía ya venía en camino.
— ¿Qué? No, no puedo hacer eso — dijo mientras negaba con la cabeza.
— Summer, tenías razón, soy una mierda y he actuado como una mierda. Quiero arreglar nuestra relación, y esto es un buen inicio, déjame ayudarte —le pedí inquieta, si no se iba pronto nos iban a arrestar a ambas.
— Está bien, te amo — me abrazó y luego escapó.
Mientras yo me sentaba en la acera esperando a que llegará alguien, o hasta que pasará algo.
Por primera vez iba a hacer algo sin cuestionarme si a él le gustaría lo que hiciera, si lo aprobaría o lo encontraría correcto. Y por primera vez no me importaba lo que él pensará, porque esto no lo estaba haciendo por él, lo hacía por Summer, y por mí, y eso me tiene feliz.
Al menos podría decir que había vivido las suficientes aventuras como para que me arrestarán al menos una vez.
Así que cuando los policías llegaron, levanté las manos con una sonrisa.
— Es una linda noche ¿No, muchachos? — les pregunté sonriendo.
ESTÁS LEYENDO
Invisible String - Baxter Radic
FanfictionLayla Torres se ha pasado toda su vida en busca de su alma gemela. Desde el momento en el que nacemos, obtenemos una marca de alma gemela. No siempre es la misma para todos. En algunos casos, son las iniciales de tu alma gemela. En otros, toda herid...