Extra 1: I wanna dance with somebody (with somebody who loves me)

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Layla no había podido conocer a su padre.

Todo lo que en realidad sabía de él, era gracias a las historias que los demás le contaban.

Pero no tenía un recuerdo propio de él, un recuerdo que fuera únicamente suyo.

Ella se dió cuenta de esto a los ocho años.

Porque en esa época, cada vez que veía a una niña con su padre quería ponerse a llorar.

Y cuando su mamá la intentaba tranquilizarla, diciendo que cerrará los ojos y recordará al suyo con amor.

Solo quería llorar con más fuerza, porque ella no podía recordar, no podía recordarlo.

Y en el fondo, odiaba ver a las demás niñas con sus papás, porque le recordaba todo lo que ya no podría tener.

Lo que no pudo apreciar bien cuando tenía.

Pero cuando Layla cumplió diez, la situación cambio.

Ahora no le afectaba tanto el asunto, de igual forma sabía más de él, gracias a relatos de otras personas.

Sin embargo, había algo que si sabía, de lo que estaba completamente segura.

Sus padres no habían Sido almas gemelas.

Pero su padre había amado a su alma gemela durante toda su vida, aún si no lo había admitido aún, él la amo siempre.

A los diez años, Layla no sabía mucho de almas gemelas.

Pero lo que si sabía, es que de repente amanecía con morados que no correspondían a sus golpes, con rasguños que ella no se había causado.

Y un día, el día en que su mamá la regalo por un moretón gigante en su pierna, que ella afirmaba que ella no se lo había hecho, que simplemente amaneció así.

Cuando los ojos de su madre brillando de esa forma.

Como si supiera lo que estaba sucediendo, como si supiera como iba a terminar.

Y tal vez lo sabía, y tal vez es por eso que Margo lloró esa madrugada en su cuarto, a escondidas de sus hijas.

Y cuando le explicó a Layla lo que pasaba.

Cuando le explicó que tenía una alma gemela, y que aquellos golpes y moretones eran de esa persona.

De repente, Layla sonrió con fuerza mientras las lágrimas se deslizaban por sus mejillas.

Porque en ese momento pudo recordar.

Recordar algo que le había dicho su padre.

Su tono de voz, sus manos en su mejillas mientras se lo decía, el abrazo que le dió después.

"Ama a tu alma gemela Layla, prométeme que la amarás aún cuando esa persona no te ame, prométeme que lo cuidaras y amarás, como yo debí hacer"

Su padre había estado triste en ese momento.

Pero recordando sus palabras, ella estaba muy feliz.

Porque por primera vez en años podía recordarlo.

Podía recordar la promesa que le había hecho.

Y por primera vez, podía cumplirla.

Layla pasó toda esa tarde completamente feliz.

Bailando sola, pero imaginando que esa persona estaba junto a ella.

Y ese fue el primer día que dibujo una pequeña estrella en su muñeca.

Porque a partir de ese momento, empezó a amar con todo su ser, a alguien que no conocía.

Porque no tendría que estar sola toda su vida.

Porque gracias a su alma gemela, había podido recordar a su padre.

Porque en verdad quería que la amaran de la misma forma en la que ella amaba.

Y sin que ella lo supiera, esa misma mañana Baxter Radic se despertó con una pequeña estrella en su muñeca.

Y cuando le fue a preguntar a su hermana Elo, el como apareció sola durante la noche.

Si hermana lo obligó a lavarse la con jabón apenas vió la pequeña estrella.

Tampoco le explicó el porque, ni que significa la estrella.

"El amor es debilidad Baxter, y no podemos ser débiles, no puedes ser débil" le dijo mientras lo veía directamente a los ojos.

Pero sin que ella lo supiera, Baxter no se limpió la pequeña estrella ese día.

Ni al día siguiente cuando apareció otra.

Ni a la semana cuando ya había muchas más.

Ni por un mes.

Pero luego de ese tiempo, Elo lo descubrió y se enojo mucho.

Fue obligado a lavarse los desde entonces todas las mañanas.

Hasta que simplemente una mañana dejo de hacer lo por Elo, y empezó a hacerlo por él.

No quería un alma gemela.

No necesitaba una.

Eso pensaba todas las mañanas mientras se deshacía de las estrellas.

Su error, fue que jamás pensó en si ella lo necesitaba a él.

Invisible String - Baxter RadicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora