Capítulo 13

163 18 9
                                    

Tres son multitud. Cuatro una muchedumbre:

—¡Qué grande es! —una maravillada Bella no pudo evitar exclamar con ojos de par en par.

—Y todavía no has visto el interior. Será mejor que no te separes de mi lado en toda la noche, ¿de acuerdo?

«Ni de noche ni de día», pensó la joven con el corazón en la garganta. Asintió y dio otro vistazo por la ventanilla antes de que Darien bajara del LaCrosse y le abriera la puerta. Por donde quiera que mirase, Lincoln Center se hallaba abarrotado de fotógrafos, micrófonos con cámaras visiblemente pesadas y celebridades de ambos sexos luciendo sus mejores ropas y peinados. A la mayoría de los invitados, por ahora, se les podía encontrar fácilmente aglomerados en el centro de una extensa alfombra dorada. No parecía tener fin, pero Bella intuyó que, a donde quiera que conduciera, allí se llevaría a cabo el gran desfile al que su amor platónico había sido invitado.

«Cielos, espero estar a la altura».

Se mordió el labio y miró el vestido color verde jade que Hotaru había insistido que usara. Cuando Darien mencionó que había recibido una invitación, pero no iría a menos que ella lo acompañara, la primera opción de Bella fue ponerse el mismo vestido que había llevado a la fiesta que brindó el bufete. Porque él se lo había comprado y porque la hizo sentirse hermosa; ahora era especial. Sin embargo su amiga no le dio la oportunidad ni siquiera de decir pío. Alegre como ella sola apareció con un montón de vestidos y accesorios nuevos, y luego de que la hiciera probarse todos y cada uno de ellos, concluyó con que el verde iría mejor con la ocasión. Por el tipo de largo y la frescura acorde con la muchacha.
Complementar el look resultó más sencillo: en lugar de zapatillas se eligió un par de sandalias doradas sin tacón y correa en el tobillo. No requirieron de tanto maquillaje y el peinado fue un sencillo moño con algunos mechones sueltos.

—¿Y tú qué llevarás? Creo que el dorado combinaría muy bien con tu cabello. —le había expresado Bella a Hotaru esa misma tarde.

—Ninguno, porque yo no iré.

—¿No irás? Mmm... ¿puedo preguntar por qué? ¿Acaso Darien no... —la morena al instante negó con la cabeza.

—No es lo que crees. Lo que ocurre es que... Agh, digamos que no soy muy fan de La Reina De Las Pasarelas. —desvió la mirada, rehuyendole. Habría sido un gustazo contarle los verdaderos motivos por los que no podía ver a Beryl ni en pintura, pero le era imposible. Su hermano la mataría si revelaba más de la cuenta, además de envenenar la cabeza de la joven.

Para Bella fue una pena que Hotaru no estaría presente. Seguro que habría sido muy divertido. Pero ni hablar. Por otro lado no debía quejarse, pues su mejor amigo estaría presente, y la mejor parte, es que nuevamente sería la acompañante de Darien. Lo que resultaba un gran honor para la cándida chica. Por los dioses, no la dejaría sola ni un segundo. Estaría allí, cuidándola como el príncipe en que se había convertido.

El gallardo abogado rodeó ágilmente la parte delantera del automóvil y ayudó a su hermosísima pareja a bajar del asiento. Una vez que la tuvo lo suficientemente cerca, le advirtió a escasos centímetros del oído:

—Que los paparazzis no te intimiden. Nosotros no tenemos la necesidad de posar para las cámaras; mucho menos responder preguntas. Hemos venido por mera distracción, no por publicidad.

Bella asintió a las suaves palabras de su caballero en mocasines y traje sin corbata. Le encantaba eso, que con ella siempre usara un tono tenue, cuidadoso. Como si temiera herir su fragilidad. En sus inicios no quiso darle demasiada importancia pero ahora se le hacía tan complicado.
Ignorando enteramente a la multitud que enseguida volteó a mirarlos, entre ellos unos cuantos fotógrafos que reconocieron al abogado Shields Thosco y no dudaron en lanzar sus flashes, Bella y Darien atravesaron la alfombra sin problema alguno. Con ella bien sujeta de su brazo la condujo hacia el ala este, donde docenas de personas mezcladas entre asistentes y demás aguardaban el momento cúspide de la noche. El desfile que Beryl lideraría.

Por Casualidad 🍁🍂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora