Por Casualidad 🍁🍂

Capítulo 49

Shock:

La voz suave y varonil de Darien se mezcló con la canción que llenaba cada rincón de la habitación:

—Amor mío, ¿aún no te cansas de reproducir el mismo vídeo?

—¿Um? Oh, mi amor, no sabía que habías vuelto. No te escuché —Bella bajó de la cama con estas últimas tres palabras. Sus pies descalzos ágilmente haciéndola quedar de puntillas para alcanzar a su novio y besarlo.

Hacía horas desde su regreso de aquella loca aventura al lado de Hotaru, sin embargo, ni Darien ni Luna habían estado presentes. La ama de llaves se encontraba indispuesta—a causa de tantos problemas que comenzaban a pasarle factura a su salud—y su adorado abogado, según éste, bien temprano mencionó que estaría ocupado visitando algunos bufetes. Requería ponderar sus opciones para seguir trabajando en lo único que, por escrito, podía demostrar estar bien capacitado.

Siendo consciente de la fragilidad de esta nueva oportunidad que el destino le estaba regalando para poder rectificar sus errores, y con ello, vivir a plenitud al lado de su chica, era crucial elegir sabiamente. Porque si bien su sacrificio pasado hablaba de su nobleza y el amor a hacia su madre y hermana, eso no significaba que aquella decisión no fue un tremendo error. Darien debió ser más objetivo y reflexionar detenidamente su situación. Encontrar otras opciones que le hicieran ver a tiempo las consecuencias que aquello le traería a largo plazo.

Tras el beso de bienvenida, Shields señaló con tono burlón:

—Por supuesto que no, siendo que esa canción no deja de hipnotizarte.

—¡Es que se trata de la canción más hermosa de la existencia! La voz de la intérprete... —cerró los ojos y suspiró profundamente. Sus mejillas se habían llenado de color— Ni siquiera sé cómo definirla. Me embelesa con la esperanza que transmite, que cualquier elogio o etiqueta le quedaría corto. Como te comenté la otra vez, pareciera que un ángel entró al cuerpo de esa mujer cuando grabó la canción.

—¿Y aún no logras hallar el nombre de la intérprete? ¿Un perfil falso como mínimo? —inquirió su novio, quien aún sonreía.

Él no había sido ajeno al encanto de aquel sonido celestial. En su momento también lo envolvió en un manto de seda y miel, cuya paz producida, podría curar hasta el alma más inquieta. A decir verdad, le parecía una sensación bastante familiar. Como la que suele experimentar cuando su espíritu y el de Bella se unen. Inquietante, sí, pero al parecer nada del otro mundo o su rubita ya habría dejado estar ese asunto.

La muchacha negó con un ademán, y de modo perezoso volvió a la cama para tocar algunas teclas en la lapto, con el único fin de entrar a los detalles del vídeo que se reproducía con un sencillo paisaje de lluvia sobre la ciudad como fondo. Fue mera casualidad la forma en que dio con él. En uno de los últimos días de su viaje en la finca estaba navegando en la aplicación de vídeos con la intención de encontrar la playlist ideal para ducharse y, una sugerencia apareció. Desde entonces, no escuchaba otra cosa que no fuera esa canción.

—Solamente aparecen las siglas S. B. —Bella volvió a tomar la palabra—. Podría ser cualquier persona en el mundo, porque cuando las coloco en el buscador, aparece de todo. Necesitaría conocimientos de detective y mucho tiempo libre para poder analizar cada resultado.

—Ni hablar. Tal vez solo se trate de una modificación hecha por inteligencia artificial. Hoy en día son muy comunes —señaló él y ella asintió no muy convencida.

No, una voz así no la podría igualar ni una máquina. Las máquinas no tienen alma, y esa voz llena de pasión, penetrante pero lírica y melódica a la vez... ¡Vaya, es que sus notas gritaban vida! Aunque se tratase de una letra bastante conocida en voz de cantantes de todo el mundo, con esta mujer se escuchaba diferente. La hacía suya al grado de experimentar erizamiento de piel. Basta con cerrar los ojos y...