Capitulo 33 Un buen día

113 23 7
                                    

Habían pasado ya algunas semanas desde que Issei había regresado a su casa, mientras que yo, no había parado con los ensayos del grupo; si bien, había propuesto que se quedara en mi casa algunos días a la semana, la realidad era que si teníamos suerte nos veíamos dos veces con mucha suerte tres, pero eso no había afectado para nada la relación, el tiempo era apreciado cada vez que estábamos juntos. La situación se volvió tan caótica de la noche a la mañana que apenas tuvimos tiempo de ajustarnos y poco a poco mi preocupación por la salud de Issei fue disminuyendo, no porque no me importará, pero poco a poco pude notar la mejoría de su complexión y eso hizo que mi mente se tranquilizará.

Hoy era uno de los días en los que habíamos logrado coincidir y poder ir a casa juntos, aun me sonrojaba cada vez que pensaba en eso "ir a casa juntos" era como un sueño del cual no quería despertar, era casi imposible para mi pensar como era mi vida antes de Issei; todo se sentía tan extraño, tan distante y tan ajeno de mí.

Alguien me habló mientras vagaba en mi burbuja de felicidad.

-Hoy estuviste genial Haruki! - me dijo Uenoyama

-Gracias! - dije mientras sonreía de alegría, de la felicidad de mi vida actual.

-Estamos un poco más cerca del concierto ya no falta mucho, en un mes nos estaremos presentando, no puedo esperar- comentó emocionado una vez más.

-Es genial que podamos hacer esto- respondió Mafuyu.

-Bueno, eso es todo por hoy- Uenoyama dijo mientras comenzaba a guardar los instrumentos.

-Nos vemos dentro de dos días chicos, descansen y no olviden estudiar para sus exámenes- dije a los dos menores, era época de examen y aunque nuestra intención era buscar ser profesionales ellos tenían que terminar sus estudios.

Vi como los menores salían de la sala de prácticas, solo Akihiko y yo quedábamos en él. Las cosas entre nosotros poco a poco fueron mejorando, creo que nuestra última plática había dejado en claro mi decisión, al principio fue sumamente incómodo, pero con el paso del tiempo y con mi felicidad a flor de piel era un hecho que dejó de tener importancia, no tenía tiempo de enfocarme en algo que ya no quedaba en mí. Así que la situación había quedado en un punto en donde yo actuaba normal porque así es como me sentía y dejaba ser a Akihiko. Había aprendido a que no puedo vivir dependiendo de las emociones y decisiones de alguien más.

-Es bueno verte sonreír de nuevo- escuché la voz de Akihiko haciendo eco en el salón vacío.

-Es bueno- es todo lo que pude decir. Aun podía notar un toque de tristeza en su voz, pero al mismo tiempo sabía que estaba siendo sincero.

-Haruki, ¿eres feliz? -escuché su voz nuevamente.

Me voltee para verlo directamente a los ojos.

-Soy extremadamente feliz- respondí mientras sonreía desde el fondo de mi ser.

-Eso es suficiente- dijo mientras tomaba sus cosas y salía de la sala.

Mientras trataba de comprender que es lo que había pasado mi celular comenzó a vibrar.

-Hola-respondí de inmediato.

-Amor, solo para avisarte que ya estoy afuera- escuché la suave voz de Issei que tenía días sin oír, me llené de emoción al instante.

-Acabo de terminar, voy en camino- dije tratando de apresurarme a terminar.

-No hay prisa Amor, te espero, muero por verte-respondió.

-Yo también, voy enseguida- dije antes de colgar y salir corriendo. La emoción era tan grande que no me podía contener. Estas emociones me consumían y era incapaz de contenerlas, ¿era esto lo que llaman amor? La maravilla de amar y ser amado con la misma intensidad. Era algo que no se sentía real y a la vez rogaba a la vida que lo fuera.

Me encontraba corriendo hacia la entrada y desde lo lejos pude ver la figura de Issei, habían alumnos saliendo de las instalaciones era la hora más concurrida pero aun así pude reconocerlo a primera vista, trate de contener mi paso pero cada vez caminaba más rápido, una parte de mí me decía que no había necesidad de correr, que había mucha gente y que solo iba a llamar la atención, que no quería dar un espectáculo en la calle pero una parte más fuerte dentro de mí me decía que nada de eso importaba, que era libre y lo tenía a él. Nada más importaba realmente.

Comencé a correr como si mi único propósito fuera llegar a él. En algún punto al inicio me di cuenta que la gente volteaba a verme pensando que algo pasaba y al mismo tiempo Issei y yo hicimos contacto visual y comenzó a acercarse para llegar a mí. Estaba perdido en mi momento que no me di cuenta que me acercaba a las escaleras, si no que de repente sentí como perdía la estabilidad de mi pisada y fue que caí en cuenta del problema, ya no podía detenerme, sabía que iba a caerme; traté de proteger mis manos tratando de caer de lado sobre mi costado, estaba preparado para ello, solo esperando.

Pero nunca llego el impacto, mantuve mis ojos cerrados esperando lo peor, pero nada.

- ¿esto es lo que llaman destino? -escuché una voz y una frase muy conocida.

Poco a poco abrí mis ojos, me encontraba entre sus brazos.

-Yo sí creo que es lo que algunos llaman destino- volvió a decir mientras nuestras miradas se sostenían.

No pude evitar reírme, reírme de la ironía, del recuerdo del inicio de todo, de las casualidades o tal vez del destino mismo. Después de un rato ambos nos reíamos.

Después de un rato de risas, Issei me sostuvo un poco más cerca de su pecho y coloco un beso en mi frente, luego en mis mejillas y por último enterró su rostro en mi cuello mientras sentía su respiración.

-Te extrañé, no sabes cuánto te eché de menos- dijo Issei mientras aun suspiraba enterrado en mi cuello.

-También te extrañé, no sabes cuánto, moría por verte-respondí mientras envolvía mis brazos a su cuerpo con más fuerza.

Pasaron algunos cálidos minutos antes de que Issei dejara mi cuello, nos quedamos viendo con miradas repletas de alegría. Issei dio un paso y deposito un casto beso en mis labios.

De repente escuche a mi alrededor, me había olvidado por completo que estábamos en la entrada del instituto con todos los estudiantes. Di una mirada rápida alrededor, de repente me detuve sorprendido por ver a Akihiko entre la multitud, fue solo un instante, pero sabía que era él, pero solo pude ver como se alejaba. Issei debió de haber sentido mi incomodidad porque sentí como me daba un pequeño apretón en la mano, haciéndome saber que estaba a mi lado. Volví mi mirada a nuestras manos.

-Vamos a casa Amor- dijo Issei

-Vayamos a casa-dije nuevamente con una sonrisa en los labios.

___________

Hola hola, sigo viva 😅


Ahora soy yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora