Capitulo 7
Sentí una calidez en mi mejilla, un toque tan ligero que me hacia dudar de que siquiera había sucedido. Mi mente estaba despertando y por instinto mi cuerpo comenzó a reaccionar a ese calor.
Lentamente mis párpados comenzaron a abrirse, todo aún se veía borroso. Adormilado como estaba, dí unos cuantos parpadeos para aclarar mi vista. De nuevo y con más fuerza sentí el toque de una mano en mi mejilla. Tan cálido. Fue lo primero que pensé.
Mi vista comenzaba a enfocarse y de esta forma pude ver todo con más de claridad. Lo primero que visualice fue el rostro de Issei que se encontraba demasiado cerca y al mismo tiempo su mano acariciando mi mejilla con tanta delicadeza como si de un recién nacido se tratase.
Me sorprendí, esa cercanía había desaparecido todo rastro de sueño que había en mí. Estaba tan cerca que casi podía sentir su aliento, su aroma volvía a atrapar mis sentidos y mi cuerpo de inmediato comenzó a relajarse.
-Despertaste- su voz era apenas un susurro que acaricio mis oídos. Lentamente su mano descendió y se cuerpo se alejó.
¿tiene rato que llegamos? – pregunté saliendo de mi estupor.
-Un rato, solo quería dejarte descansar un poco, pero parecías no despertar y aun me preocupan tus heridas. – una vez más su rostro se llenó de preocupación.
-Lo lamento- fue lo único que pude decir.
- No es necesario, no es algo por lo que tengas que disculparte. – me lo dijo con total seguridad y esbozo una leve sonrisa traviesa mientras se recostaba en el volante- En todo caso sería yo quien tendría que disculparme. Te ves realmente lindo cuando duermes.
Bump. Un latido. Su mirada seguía fija en mí, esa confesión volvió a dejarme atónito y de repente mi rostro comenzó a arder de la vergüenza. Lo único que pude hacer fue voltear mi rostro.
Una sonrisilla sonó en mis oídos, mientras su voz volvía a inundar el carro.
-Aunque realmente tu eres lindo todo el tiempo- esas palabras volvieron a golpearme con un calor intenso e incredulidad, de alguna manera mi asombro ante sus palabras hizo que me girara de nuevo a verlo.
¿Quee? – de alguna forma esperaba que mi rostro mostrara mi desconcierto más que mi vergüenza. Espere unos momentos para que me contestará, pero su única reacción fue esconder su rostro entre sus brazos cruzados. De nuevo lo único que pude oír fue esa sonrisa que sonaba como la risa de un pequeño que acababa de hacer una travesura inocente.
Grrrr, brrr. Sin siquiera esperarlo mi estomago emitió aquellos sonidos. En ese instante mi rostro volvió a tomar el color rojo tomate que había tenido hace algunos instantes. ¡Dios!, quería que la tierra me tragará. Desde que había conocido a Issei únicamente le había mostrado las peores partes de mí mismo. ¿Por qué seguía pasando todo esto?
-Oh, lo lamento. No debí haber esperado tanto. Vamos. Mi apartamento esta en este edificio. – Me señalo el edificio blanco que se encontraba enfrente de nosotros y posteriormente salió del coche. Traté de recobrar la calma y comencé a buscar mis pertenencias que únicamente era mi mochila. Cuando me disponía ha abrir la puerta, Issei ya se había adelantado y sostenía la puerta abierta para mí.
Por alguna extraña razón, mis labios se curvaron en una pequeña sonrisa. Toda esta situación parecía tan cliché, nunca imagine que viviría una experiencia como esta. Pero de nuevo era él quien me había dado la oportunidad de vivir tal momento.
Comencé a deslizar mis piernas fuera del carro para levantarme, pero cuando lo hice un leve dolor me invadió y mis piernas cedieron.
-Con cuidado, hagamos esto de manera segura- dijo mientras estiraba su mano para que la sostuviera. Dude unos momentos, pero de nuevo y de alguna extraña forma todo me decía que confiara en él. Así que tome su mano y me levante.
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Ahora soy yo
Fiksi PenggemarSinopsis: Dentro de la oscuridad me derrumbe y mi corazón se rompió un poco más. Los pedazos resonaban en mi interior y desgarraban mi alma, tu rostro me perseguía dentro de mi mente, torturando. ¿Cómo es que había terminado en tal estado? ¿Cuándo...