Ikigai || [SNV]

X. Ragaire

Dos años atrás...

El cielo se teñía lentamente de azul oscuro, ahogando de a poco el arrebol del atardecer mientras los murmullos de la gente se hacían más y más audibles. La pradera estaba llena de manteles y sillas de jardín, al menos un centenar de familias y parejas tomaban asiento preparados para ver el espectáculo...y en lo alto de la colina, una única pareja, sentada sobre una cobija, se acomodaba para compartir aquella velada.

- Realmente te ves bien con un qipao, Fengxian...

- Hm, es cómodo.

- Podrías agradecerme un poco más ¿no? - El chico de ojos felinos tomó la barbilla del menor, juntando sus frentes para luego bajar la misma mano a las piernas expuestas de LüBu - Quiero decir, gasté la mitad de mi salario en uno de tu talla, con los mejores materiales...

- Ah...- El chico no supo qué decir, simplemente tomó la mano que se deslizaba sobre su muslo, guiándola con duda hacia arriba, peligrosamente cerca a su cadera - ...gracias, SunJian.

- Es un placer - El universitario, quien llevaba un traje tang negro con bordados dorados, metió sus manos descaradamente entre los pliegues del qipao ajeno - El rojo te queda realmente bien...y los bordados de oro hacen juego con mi ropa...

- S-si...me gusta el color rojo - LüBu arrugó el entrecejo, odiando su propia voz, odiando la forma en que tartamudeaba por la insistencia del mayor - Es muy lindo, de verdad.

- Realmente lucimos como una pareja - SunJian se acomodó sobre el menor, empezando a besar su cuello y su barbilla, así como sus labios, cada tanto.

- Sun...SunJian, vinimos a ver la pirotecnia...

- ¿Oh? - El aludido se levantó apenas un poco, apoyando sus manos en la cobija y mirando a LüBu con una inesperada seriedad - ¿No te gusta? Así es como se demuestran cariño los adultos ¿no te gusta mi cariño?

- No...no es eso, es que...- Los primeros fuegos artificiales empezaron a ascender, estallar, las luces se dispersaron en el aire, pero todo lo que Fengxian podía ver era el rostro amargo y la mirada reprobatoria de su mayor - ...si me gusta, SunJian...

- ¿De verdad? Pareciera que te molesta, tal vez deberíamos irnos.

- ¡No-! - LüBu no pudo evitar subir la voz, sorprendido por la drástica decisión de su mayor. Apenas logró extender los brazos, rodeando con estos el cuello ajeno y atraer su cuerpo al suyo propio - De verdad, me gusta, sigue...estar contigo es mejor que ver los fuegos artificiales.

- Muy bien, dragoncito...eres el mejor ~ - SunJian sonrió con malicia, volviendo a atacar a besos el cuello del más joven, mientras sus manos se aventuraban bajo el qipao ajeno.

LüBu lograba ver la pirotecnia, desde su posición podía verla fácilmente, aunque no podía pensar en ella, no podía disfrutarla con ese peso que le incomodaba, con ese aliento húmedo que le hacía sentir pegajoso, y esas manos que parecían robar algo intangible de su piel...

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Fengxian despertó con un violento sobresalto, tan repentinamente que la cama crujió bajo su peso y su celular cayó del colchón. Sentía el corazón en la garganta y sentía algo de sudor frío en su frente. Lentamente presionó dos dedos entre la tráquea y la laringe, sintiendo sus latidos agitados, y mientras sentía ese ritmo descontrolado, el rugido de una moto pasando por la calle lo empeoró todavía más.

- Agh...

Gruñó moviéndo las sábanas, estirándose para recoger el móvil y fijarse en la hora. Arrugó más aún el entrecejo y se dejó caer en la cama. Apenas eran las dos de la mañana.