Ikigai || [SNV]

XVII. Kutabare

Hace nueve años...

Loki corría por las calles del barrio residencial sin mirar el camino, buscando alejarse de la enorme mansión de su tío. Su corazón zumbaba en sus oídos mientras buscaba un refugio, cualquiera que fuese, un lugar donde nadie pudiese encontrarlo. Y en medio de esa carrera llegó a una pequeña plaza, llena de árboles y algunos bancos alrededor de una bella fuente de agua con un carnero en la parte superior.

Nunca había estado ahí, nadie podría saber dónde estaba, pensó mientras se limpiaba las lágrimas del rostro y recuperaba el aliento. Fue entonces cuando se dio cuenta de que no estaba solo en aquella plaza.

- Hola. - Un pequeño niño de cabellos negros, con un lunar bajo el labio y ojos carmesí levantó la mirada del libro que leía dedicándole una sonrisa afable.

- ¿Qué? - Loki se puso a la defensiva, entrecerrando los ojos enrojecidos por el llanto.

- Hola - Repitió cerrando su libro y dejándolo a un costado, palmeando el sitio junto a él - Soy Hermes, mucho gusto. Nunca te había visto por aquí.

- Yo...- Apartó la mirada, resoplando ligeramente.

- Ven, no muerdo. - Hermes rió, ofreciéndole un pañuelo.

- Mgh...- Negó ligeramente, sin embargo se acercó a la banca y se sentó tomando aquél pedazo de tela para limpiar su rostro.

- ¿Cómo te llamas?

- Loki...

- Mucho gusto, Loki ¿te pasó algo malo?

- No...

- Pero estabas llorando...¿te perdiste?

- No es eso.

- ¿Alguien fue malo contigo?

- Nh...- Loki apartó la mirada, mordiéndose una uña.

- ¿Quieres decirme?

- Yo...- Quiso mantener el temple y rechazar al moreno, pero no pudo contener las lágrimas por mucho tiempo - ¡No volveré a casa!

- Oh, tranquilo... ¿Pasó algo en tu casa?

- ¡Mis papás no me quieren! Mi papá me echó y...y...- Sollozó con fuerza, ahogándose en sus lágrimas -...ya no me dejarán volver...

- Oh, Loki...no creo que tus papás no te quieran...

- ¡No me quieren! - clavó sus uñas en la banca, sin parar de llorar - Mamá ya no está y papá me quiere dejar en la casa del viejo...

- Oh...- Hermes lo rodeó con sus brazos, ofreciéndole un cálido abrazo mientras acariciaba su espalda y lo mecía despacio en un intento de calmar su llanto. Loki se petrificó por unos segundos, antes de empezar a aplacar sus lágrimas, negando con la cabeza y aún murmurando.

- No soy bueno, pero prometí que no haría más travesuras si papá...se quedaba conmigo...- Hipó suavemente y sus manos viajaron a la espalda ajena -...pero me abandonó...

- No creo que sea eso...- Titubeó Hermes sin cortar el abrazo - yo creo que tu papá te quiere, quizás...te llevó con tu tío para que no estés triste en casa. Quizás fue para que...no te sientas mal si él y tu mamá pelean...- Intentó organizar sus ideas lo mejor que pudo. El peliverde estaba sorprendido, un poco avergonzado por la madurez del menor, pero a la vez aliviado de tener un confidente por primera vez en mucho tiempo.

- Papá solo me dejó con el viejo...- Murmuró acongojado - No me explicó nada...

- A veces los papás hacen eso...no es que no te quiera...luego...volverá por ti...