Ikigai || [SNV]

XXIX. Bahorrina

Semanas atrás...

Aquella era la rutina de siempre para Loki. Recibía unos cuantos regalos, dejaba pasar unos días y los estrenaba frente a la cámara, luciendo con una sonrisa juguetona sus largas piernas y la forma ridículamente curvilínea de sus caderas. Acomodaba su computador en la esquina del escritorio, apuntando a su cama, descubría el webcam y saludaba para un centenar de desconocidos que solo dejaban comentarios y propinas, intentando destacar entre el montón, conformando así ese exacto montón.

Ninguno le importaba realmente, mientras se descubría poco a poco, deslizando sus pantalones deportivos hasta el suelo para mostrar sus piernas decoradas por bonitas medias de red que se abrazaban a sus muslos, desafiando a la gravedad con ayuda de finos ligueros de encaje. No había nada más en su mente, mientras se volteaba luciendo las bragas que se perdían entre sus firmes glúteos. El mundo se iba poniendo en blanco, era fácil distraer su mente al hacer aquello...y de repente, la puerta se abrió con un portazo que lo hizo gritar.

- ¡¿Q...?!

- Veo que disfrutas humillarte públicamente.

Odin se adentró en su habitación a pasos largos y sin reparo, y el peliverde, alarmado, intentó a la par tirar de su playera hacia abajo para cubrirse, mientras cerraba bruscamente la laptop con una mano.

- P-p...puerta...

"Pudiste tocar la puerta", quiso mascullar, avergonzado a más no poder, mientras caía sentado en la cama, apenas alcanzando el pantalón deportivo para cubrirse un poco mejor. Pero el hombre del ojo dorado no le dio importancia a sus débiles palabras.

- Te dije que cubrieras tu patético trasero, pero veo que no eres capaz de aprender de tus propios errores - Odin levantó la voz, tomando al de ojos amatista por la muñeca y levantándolo de la cama de un tirón - No solamente te has vuelto una completa prostituta, sino que también lo presumes como si fuera algo de lo que enorgullecerse.

- No...no es eso...- Loki intentó argumentar, pero el agarre en su muñeca se hizo más fuerte y el dolor lo enmudeció por un momento. Fue zarandeado como un muñeco de trapo, estaba seguro de que sus huesos crujían por el agarre, y en el momento en que creyó que su brazo se rompería, fue estampado contra la cama con una fuerza de la cual hasta ese momento pensaba que solo Thor era poseedor - ¡Gah! ¡Odin, duele!

- Si actúas como una prostituta, serás tratado como una.

Y sin mayor rodeo, la mano libre del hombre se deslizó sobre la pierna de su contrario. Un quejido escapó de los labios de Loki, y Odin arrancó sin pensarlo dos veces la bonita media de red, reduciéndola a hilachas. El liguero siguió el mismo destino, y no fue necesario más que un dedo para romper el hilo de la braga que abrazaba sus caderas.

- ...no, no...Odin...- La respiración del más joven se agitaba, un sabor amargo invadía su paladar y un nudo se formaba en su garganta - ¡Odin! ¡Basta! ¡No quiero! ¡Basta-! - Su voz se alzaba, sus manos se apretaban en puños hasta clavar las uñas en la piel de sus palmas, y sus pulmones dejaban de funcionar correctamente - ¡Odin! ¡No quiero...! ¡Tío!

Gritó por fin, y esa palabra pareció presionar un botón en el cerebro del mayor. Tan solo a segundos de arrancar la playera del joven, con la misma mano que segundos antes había estrujado su pecho como si se tratasen de curvas femeninas, hasta dejar en su piel la huella de su tosco agarre sin rastro de piedad.

Un silencio absoluto reinó entre los dos. Un frío glacial, un jadeo y un murmullo ininteligible, todo sobrepuesto en mentes incapaces de procesar lo que acababa de pasar.