Capítulo 5 - Incendio

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Olía a quemado.

Ese olor hizo abrir los ojos de golpe a Zoro que saltó de la hamaca y gritó a los demás que se levantasen de inmediato que al percatarse también corrieron a la cubierta, todo estaba lleno de humo, niebla, fuego y una figura de espaldas a ellos a lo lejos casi en la cabeza del león.

El espadachín la reconoció enseguida, era Sanji, apretó los dientes cabreado por haber sido tan idiota por haber confiado en él al recordar que no le quitó el mechero y le dejó sin cadenas.

Ese incendio era culpa suya.

- Dejádmelo a mí. – Dijo Nami que iba todavía en pijama con su Clima Tact, empezó a girarlo a toda velocidad entre sus dedos hasta que salió del extremo unas nubes negras cargadas que pronto comenzaron a llover sobre las llamas.

- ¿Qué hace Sanji ahí? – Preguntó Luffy, con tanto humo veía que estaba haciendo algo, pero no sabía qué exactamente.

- ¡Sanji! – Gritó Chopper para hacerse oír.

- ¡No vengas! – Pidió el rubio a voces.

- Hijo de puta... - Desenvainó dos espadas antes de arrojarse hacia él.

- ¡Zoro! – Gritaron Duffy y Chopper a la vez para tratar de detenerlo.

- Esta niebla... - Dijo Nami intentando analizarla - No es normal.

Sanji vio por el rabillo del ojo que alguien se le acercaba a toda velocidad, el espadachín asestó contra él y este esquivó por poco.

- ¡Dije que no vinierais! – Repitió el cocinero, su voz sonaba amortiguada, llevaba un trozo de tela cubriéndole la boca y la nariz, era la manga de su camisa.

- ¿Cómo te atreves a...? – No pudo continuar hablando, las fuerzas le fallaban y los párpados le pesaban ¿Qué estaba pasando? Sintió que Sanji le daba una bofetada en la cara que le espabiló lo suficiente para no dormirse y le puso su otra manga como mascarilla. - ¡Ey!

- Lo siento. – Se disculpó.

- ¿Qué haces aquí fuera? – Preguntó enfadado por sentirse tan estúpido de haber confiado en él y verse traicionado, aunque la sorpresa fue mayor cuando vio que en el hombro de este había una flecha clavada. - ¿Qué cojones...?

A unos escasos cincuenta metros, entre la espesa niebla vio unas treinta luces tintineantes que salieron disparadas a toda velocidad contra ellos.

- ¡Cuidado! – Saltó el rubio hacia Zoro para protegerle, pero este le apartó de nuevo para usar ambas catanas, que con el potente ataque que lanzó, las flechas se dispersaron con el fuego apagado sin llegar a tocar el Sunny.

- ¡Zoro, esta niebla es manipulada! – Se escuchó decir a Nami – Aun con mi lluvia no se disipa, debe ser un usuario de fruta del diablo.

- Y la ha mezclado con melissa, – gritó Chopper – no inhaléis la niebla o su efecto relajante os hará dormir.

- Mierda ¿Y eso no lo puedes decir antes, cocinero?

- Quizás si en vez de atacarme hubieses preguntado... - Le miró con dureza, sorprendiendo al espadachín, era la primera vez que lo hacía – Brook está arriba, está bien no le ha alcanzado ninguna flecha en llamas, solo duerme. – Dio unos cuantos pasos hacia atrás mirando hacia fuera del barco.

- ¿Qué vas a hacer? – Preguntó Zoro al verle decidido a hacer algo.

- Ahí delante hay un barco, voy a por él. – Dijo antes de echar a correr y usar la barandilla como apoyo para dar un gran salto.

Luz en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora