Zoro estaba de un humor de perros esa mañana, se fue pronto a su cama pues la fiesta ya no le resultó divertida, era en honor a Sanji y su nuevo traje, aunque no era lo único que el rubio celebraba. Se había acostado con Robin y por eso su humor era mucho mejor, cosa que empeoraba el suyo.
El olor a tostadas y café llegó hasta el dormitorio de los chicos, el cocinero no tardaría en dar aviso de que el desayuno estaba listo, no tenía ganas de verle, con esa estúpida sonrisa sabiendo el motivo no le gustaba, ...no tanto, ...mierda.
Luffy dejó de roncar de golpe en cuanto el olor llegó a sus fosas nasales y gritó de alegría al saber que iba a llenar su estómago, saltó del camastro que tambaleó las literas haciendo caer al pobre Chopper al suelo. El resto se fue despertando y saliendo del cuarto quedándose él solo el último, su estómago rugió, no podía negar que olía demasiado bien, por lo que fue a la cocina donde ya estaban todos sentados menos el rubio que estaba preparando unas tortitas.
- Buenos días, marimo. – Sonrió con los labios apretados para mantener el cigarrillo que no cayese – Iba a ir a buscarte.
- No es necesario. – Respondió cortante, mientras colocaba su huevo frito encima de la tostada.
- ¿Resaca?
- No.
- Oh, de acuerdo. – Dejó de insistir, pensaba que le había sentado mal el alcohol, se bebió un barril entero. Como siempre sucedía, Zoro al estar delante de los demás apenas le hablaba y era más tajante, por lo que no añadió nada más. Sacó las tortitas de la sartén y tras añadirle azúcar glaseado con fruta troceada las puso frente a Chopper – Aquí las tienes.
- ¡Se ven deliciosas, gracias Sanji! – Se le iluminaron los ojitos al reno.
- ¡Yo también quiero! – Gritó el capitán que ya iba directo a alargar el brazo hasta que una torre de tortitas se interpuso en su objetivo.
- Lo veía venir, Luffy. – Cada vez le pillaba más el punto a su nuevo capitán y no quería que acabase robando a otros, aunque ya había descubierto que también lo hacía para echarse unas risas y que hubiese jaleo en la cocina.
- Frafias, Fanyi. – Respondió con la boca llena.
- No hay de qué.
- ¿Quedan más, Sanji? – Preguntó Nami – La verdad es que tienen una pinta exquisita.
- Dame un segundo. – Se puso a batir huevos tarareando una canción, que entre el escándalo que había en la mesa no se le escuchó nada, mezcló con la harina y en unos minutos puso las nuevas tortitas delante de la navegante – Listo.
- Que rápido... ¡y deliciosas! – Dijo tras probar un bocado, eran esponjosas y blanditas – Que buena mano tienes para la cocina.
- También puedo demostrarte que no solo son buenas para cocinar. – Se inclinó sobre ella con una sonrisa.
- ¿Hmm? – Parpadeó sin entender.
- Si quieres te lo demuestro acostándome contigo.
El silencio se hizo de repente, solo se oía a Luffy masticar y como si el resto se hubiese puesto de acuerdo gritaron a la vez.
- ¿QUÉ?
- ¿Qué dices? ¡Cállate, imbécil! –Se sonrojó ella.
- ¿No quieres? ¿Por qué? – Se acercó más a la navegante, pero le soltó tremendo sopapo que le mandó volar hasta la puerta.
- ¡No te pilles tantas confianzas! Que seas de los nuestros no significa que quiera saber cómo de bueno eres en la cama.
- ¿...? – El rubio se la quedó mirando sin entender, no le había dolido el golpe, pero si estaba consternado.
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Luz en la oscuridad
FanficLa tripulación Mugiwara parte de la isla Gyojin, con la mala suerte de que desde el principio carecen de cocinero porque ninguno puede llevar el ritmo del capitán. Lo que no esperan es que, en mitad de la noche, alguien enmascarado venga a asesinar...