Capítulo 21 - La sorpresa de Usopp

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Pasó el resto del día solo en aquella isla, ya estaba atardeciendo de regreso al Sunny, en verdad llevaba ya un par de horas en ello, pero su sentido de la orientación le hizo jugar una mala pasada como siempre, no estaba centrado en la ruta y por eso tardó en ver a lo lejos su barco.

No había visto a nadie más, quizás debería ir a la ciudad y buscar compañía para tener sexo de desahogo, pero no le apetecía, no tenía ganas ahora que sabía lo agradable que podía ser besar y acariciar a quien se amaba. Sería difícil superarlo teniendo al cocinero a su lado día a día y fingir que todo estaba bien, pero era su decisión, iba a apoyarlo, aunque le doliese verlo con Luffy si es que era lo que quería.

Vio que alguien usaba el mini Merry para ir a la orilla y recogerle, con la sorpresa de ver que se trataba precisamente de este que corrió en su dirección.

- Zoro, ¿estás bien? – Preguntó con evidente preocupación en su voz, la peculiar espiral de su ceja estaba arqueada hacia arriba.

- No soy yo el que ha tenido un ataque de ansiedad al ver su careto en un póster de recompensa... - respondió de brazos cruzados – es cierto que sales horrible, pero no es para ponerse así.

- Siento haberte preocupado. – Ignoró la puya, pues bien sabía que trataba de distraerle.

- No exageres, no estaba preocupado.

- No me esperaba tener una recompensa, que la tenga significa que sabrán que estoy vivo y no les gustará ver que su fracaso está libre por ahí y más usando su tecnología.

- ¿Crees que vendrán a buscarte? – frunció el ceño y Sanji asintió – Pues que vengan.

- ¿Qué dices?

- Así podrás demostrarles quien es "Kuroashi". – Sonrió de lado pasando por su lado para ir a por la pequeña embarcación.

Sanji tardó unos segundos en seguirle, como si se hubiese quedado pensando en sus palabras.

- Pues salgo genial en el cartel. – Le devolvió la sonrisa ya en el barquito de regreso con los otros.

- Ni de coña, con esa cresta pareces un pollo encrespado.

Cuando llegaron al Sunny estos vieron que los dos estaban en plena discusión absurda sobre su pelo rubio, parecía que las cosas volvían a estar bien. Nami esperó algún comentario por parte del peliverde y este lo único que hizo fue sonreírle y posar su mano en el hombro de la chica por un segundo. Volvía a ser el de siempre.

La cena transcurrió entre risas mientras le contaban al espadachín que efectivamente tuvieron que salir corriendo de la ciudad porque una jauría de perros hambrientos persiguieron a Brook armando un gran revuelo mientras la gente se asustaba al ver a un esqueleto parlante, por suerte, aquello fue después de haber conseguido los suministros necesarios y no les encontraron cuando regresaron al barco.

Cuando se tomaron el postre, Usopp les pidió a todos que no se fuesen a dormir, tenía una sorpresa preparada, salió primero él solo y cuando lo tuvo todo listo les pidió salir.

Había una distancia considerable entre la isla y ellos, ya que en cuanto Zoro apareció pudieron zarpar, por lo que era una buena ocasión para la sorpresa sin que nadie fuese a molestarles. Había atado un enorme tirachinas en la barandilla del Sunny y a su lado una caja llena de trastos que dejó mientras le daba a cada uno una cosa.

- ¿Qué es esto? – Preguntó curioso el rubio observando ese extraño palo que olía a pólvora.

- Es una bengala, – explicó Usopp tras pedirle el mechero a Sanji para poder prender la punta del suyo – ten cuidado con no quemarte.

Luz en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora