Olía a café.
Delicioso café recién hecho.
Eso hizo relamerse los labios, deseoso de darle un trago, aunque un calorcito le instaba a quedarse un poco más en la cama.
Entreabrió los ojos y allí lo vio.
Zoro.
Solo con verle ahí ya se le formó una sonrisa y sentía como su corazón se dilataba, los latidos parecían tener una razón para hacer que ese músculo funcionase, que sensación tan rara y a la vez se sentía tan bien que no quería dejar de sentirla.
No había tenido pesadillas esa noche, estaba completamente descansado, les prepararía un buen desayuno a todos y...
- ¡Desayuno! – Se incorporó de golpe cayendo entonces en la cuenta de que olía a café sin ser el responsable de ello – Oh mierda, oh mierda...
Cogió lo primero que apareció en su armario y se visitó a la velocidad de la luz antes de salir de su cuarto y ver que efectivamente ya estaba ella en la cocina.
- ¡Lo siento, lo siento mucho, Robin! – Se disculpó mil veces más al ver a la morena sonreírle con su humeante taza de café ya en sus manos.
- Buenos días, Sanji-san. No te disculpes, ¿has dormido bien?
- ¿Cómo no me voy a disculpar? Esta es mi labor... me gusta tenerte todo preparado en cuanto llegas. – Respondió mientras iba sacando todos los ingredientes necesarios para ir preparando el desayuno para el resto, que normalmente el siguiente era Brook - ¿Quieres tostadas?
- Gracias, – estiró su sonrisa al verle tan nervioso – pero antes deberías ponerte bien la camiseta.
- ¿Eh? – Se miró a si mismo, estaba del revés. Se sonrojó y se la recolocó como debía, que vergüenza. – G-gracias por avisarme.
- Tómatelo con calma, ya sabes que aun falta para que se levanten. – Apoyó el codo en la mesa y se dedicó a observarle – Estás de buen humor.
- ¿Sí? – Preguntó, pero tenía razón, lo estaba.
- Aunque estás alterado no paras de sonreír, ¿has tenido un buen sueño?
- ¿Sueño? Pues...
- Ey, – se escuchó el habitual saludo del peliverde saliendo de la habitación de Sanji – quiero caf... oh.
- Buenos días, Zoro-kun. – Saludó Robin con una sonrisa mucho mas grande de lo que solía hacer ella al haber descubierto algo tan interesante de buena mañana.
- Mierda... - Masculló rojo como un tomate, iba sin camiseta y ella ya se imaginó el resto.
- ¿Qué manera es esa de saludar a una dama, marimo maleducado? – Le regañó el otro.
- Voy al baño. - Le ignoró escapando de allí.
- Ahora entiendo tu buen humor. – Se rio la arqueóloga tras tener delante de ella la tostada que le preparó su nakama.
- Hemos dormido juntos, como en la isla del festival, – respondió con una gran sonrisa – cuando pasa la noche a mi lado duermo del tirón.
- Me alegro por ti. – Era evidente que hubo algo más, pero no iba a insistirle. Apareció Chopper que era quien había estado de guardia y apenas unos minutos después lo hizo Brook.
La cocina se iba llenando de gente y eso le encantaba a Sanji, era su lugar favorito del barco y tenerlos a todos allí comiendo sus platos le llenaba de felicidad.
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Luz en la oscuridad
FanfictionLa tripulación Mugiwara parte de la isla Gyojin, con la mala suerte de que desde el principio carecen de cocinero porque ninguno puede llevar el ritmo del capitán. Lo que no esperan es que, en mitad de la noche, alguien enmascarado venga a asesinar...