Todo parecía estar en calma.
Desde lo ocurrido en aquella isla, nadie dijo nada sobre lo que averiguaron de Sanji, ni siquiera entre ellos para no darle vueltas al asunto, trataban al cocinero como siempre, felicitándole por sus platos. Salvo que en esta ocasión, el rubio apenas salía de la cocina con la excusa de preparar las nuevas delicias que había en su libro nuevo, o se pasaba el tiempo limpiando a fondo el lugar para tenerlo todo impecable.
Seguía entrenando con Zoro, incluso en dos ocasiones lo hizo con Luffy, pero ambos supieron que algo no iba bien y Sanji seguía encerrándose en sí mismo.
Cuando llegaban las noches se reunía con el peliverde, aunque las charlas apenas eran monosílabos y los besos no eran como antes, al menos era lo que sentía Zoro, eran vacíos sin pizca de emoción por parte del cocinero, que en cuanto le decía a este de irse a dormir, le faltaba tiempo para volver a su cuarto. Era como estar con el Sanji del principio que pedía perdón por todo.
Era frustrante estar así, pero Luffy seguía diciendo que debían aguardar.
La hora de comer hizo que los Mugiwara se reunieran como siempre en la cocina, por el calor que hacía, debían de estar acercándose a una isla con clima tropical, por lo que el cocinero decidió hacer de entrante una crema bien fresca para ir abriendo boca, estaban todos ya listos para comer hasta que por fin apareció Nami.
- Perdón por el retraso, he ido a cambiarme de ropa, tenía demasiado calor... - Dijo la navegante nada más entrar.
- Ah, esa minifalda... - Reconoció Robin con una sonrisa.
- Si, es la que me compré en la isla Gyojin. – Dio una vuelta sobre si misma para que pudiese verla, era de estampado de escamas de lentejuelas, que dependiendo como diera la luz adquiría un color u otro, llevaba también un top blanco con el logotipo que creó la estrella de mar, Pappag, el amigo de la sirena Camie – Aun no había tenido ocasión de estrenarla.
- Estás... estás preciosa, Nami. – Comentó ensimismado el cocinero que la observaba con la boca abierta y sus ojos llenos de ilusión que se detuvo y todo mientras servía ensalada a la morena – Pareces una sirena.
- Jejeje, ¿de verdad? – Se apartó la larga coleta que se había hecho hacia un lado.
- Sí, te pareces a las sirenas que vimos allí. – Sonrió Chopper.
- ¿Visteis sirenas? ¿Existen? – Preguntó aún más emocionado.
- Sí, de hecho, conocimos a su princesa, Shirahoshi. – Respondió Usopp – Es de grande como una montaña.
- Y guapísima yohohohoho. – Añadió Brook.
- ¿En serio? – Fue hacia los fogones para coger de la olla fría una taza de gazpacho para servir a Nami que ya se había sentado en la mesa, esa fue la señal para el resto para empezar a comer como bestias.
- ¿Te gustan las sirenas, Sanji?
- Pensaba que, si existían, vivirían en el All Blue. – Comentó con una ligera sonrisa - ¿Ellas no saben si existe?
- Ah, no lo sabemos. – Respondió Franky – Como no conocíamos la leyenda de ese mar que buscas no les preguntamos.
- Lástima...
- Quien sabe, puede que volvamos a encontrarnos con ella. – Dijo Luffy – Su intención es salir a la superficie, ¿no?
- Ah cierto, dentro de poco será la reunión de todos los países ¿Creeis que se verá con Vivi?
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Luz en la oscuridad
FanficLa tripulación Mugiwara parte de la isla Gyojin, con la mala suerte de que desde el principio carecen de cocinero porque ninguno puede llevar el ritmo del capitán. Lo que no esperan es que, en mitad de la noche, alguien enmascarado venga a asesinar...