Capítulo 14 - Ansiedad

1.4K 179 38
                                    

Los días pasaban como siempre, Sanji en la cocina, feliz por haber conseguido recetas nuevas de su última isla, todos estaban maravillados con los platos que les ofrecía en cada comida, les regalaban halagos sin parar y satisfecho de ello, daba las gracias con una gran sonrisa.

La relación con ellos día a día mejoraba sintiéndose realmente integrado en los Mugiwara, todos y cada uno de ellos era especial a su manera, cada uno le aportaba algo, aprendía cosas nuevas y lo disfrutaba. Luffy era el que estaba más atento, la sonrisa del cocinero cada día era más honesta, de vez en cuando aún tenía momentos en los que sus ojos azules delataban que no todo iba bien, era entonces cuando buscaba distraerle. Por lo visto aún no se sentía preparado para hablar de ello, por lo que su capitán aguardaba queriendo ser su apoyo.

Cuando caía el sol y todos se iban a dormir, era el momento del espadachín. Durante el día apenas se dirigían la palabra, pero cuando los acompañaba la luna a este le faltaba tiempo para ir a buscarlo en cuanto terminaba de limpiar la cocina, Sanji sacaba dos copas y una botella de sake.

Las primeras noches después del festival eran como antes, solo tenían charlas que cada vez eran más breves porque ambos deseaban comerse a besos. Sanji le correspondía hasta que Zoro se dio cuenta de que cualquiera podría verlos, por lo que decidió que era mejor cambiar de lugar, por suerte, el cocinero tenía cuarto propio, era un buen lugar para poder dar rienda a sus besos hasta quedar sin aliento, luego, el peliverde se iba a su habitación.

Las cosas iban bien, pensaba Zoro.

Y no hay peor pensamiento que ese para que todo vaya mal.

Nami dio aviso de que al día siguiente llegarían a la próxima isla, esa era la mejor noticia que se podía dar después de estar dos semanas encerrados en el barco, todos tenían ganas de salir a estirar las piernas y conocer el sitio nuevo, ya fuera para explorarlo, buscar comida, libros o el simple hecho de poder pasear.

- Es una suerte que pronto podamos repostar, – dijo Sanji mientras servía el postre – casi no quedan provisiones... no contaba con que Luffy asaltaría tantas veces la nevera en esta última semana.

- Shishishi, no hay candado que se me resista. – Se rio el capitán hasta que se ganó un capón de la navegante.

- No es para estar orgulloso el matar a tu tripulación de hambre, – suspiró con sus nudillos todavía humeantes – menos mal que Sanji está con nosotros... sino habríamos muerto de inanición hace mucho.

- Encima todo lo que prepara es súuuuper delicioso. – Aprovechó Franky para añadir un súper más a su repertorio.

- Estáis exagerando, solo hago lo que un cocinero ha de hacer.

- Pero es cierto, Sanji. – Añadió Chopper con la cucharilla llena de flan en su boca – Todo lo que nos preparas es super nutritivo.

- Sí, mira que músculos tengo, yohohohoho. – bromeó Brook enseñando su brazo huesudo.

- No tienes remedio... - Se rio el cocinero ante el chiste malo.

Como bien predijo la navegante, a media mañana se divisó la isla en el horizonte, todos estaban emocionados, preparándose para desembarcar. Sanji aún no había salido de la cocina, estaba preparando los almuerzos para cada uno que se llevarían una vez que pisasen tierra firme. Todo listo, él también quería ver a qué clase de lugar irían, por lo que salió y fue a la proa del Sunny.

Cada uno iba de un lado para otro, sin reparar que el cocinero estaba fijo en el mismo sitio desde que salió de la cocina, solo reaccionó cuando Nami comenzó a dar órdenes para que replegasen las velas bajando así la velocidad, dirigiéndose hacia el puerto.

Luz en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora