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Solo fue necesario que Quackity actuará extrañamente, como para que sus amigos notaran inmediatamente que algo estaba ocultando. Y cuando supieron que era, no tardaron mucho en comenzar a hacerle preguntas.

— ¿Cuando?.

— ¿Cómo?.

— ¿Donde?.

— ¿Por qué?.

— ¿Quien fue?.

Todos inmediatamente voltearon a ver a Lolito por la última pregunta, y Quackity le hizo cara de indignado.

— Lolito...— le llamo Rubius.

— ¿Sí?.

— Vete al rincón y ponte a contar hormigas, ándale— le ordenó Rubius, Lolito a regañadientes tuvo que ir al ver la cara malhumorada de su novio.

Alexby suspiro y devolvió su vista de nuevo al de gorra— Aún no te salvas pato, responde ya, ¿Como es que tienes tremendo chupetón en el cuello, cuando hace solo unas horas no estaba?— pregunto.

— Uh- bueno...— dijo Quackity alargando la "O" en un chillido y volteando a ver sus manos nerviosamente.

— Anda Quackity solo cuéntanos ya, sabes que no te vamos a juzgar por algo así— le recordo Willy, animándolo con una sonrisa.

Quackity lo pensó unos segundos, y al final suspiro rendido, porque sabía que era verdad que sus amigos no le dirían nada malo.

— Bueno...— les comenzó a contar— cuando ya todos estaban dormidos, a eso de las tres de la mañana, me llegó un mensaje de él pidiéndome reunirnos en uno de los cobertizos que está lejos de aquí... por privacidad supongo. Hablamos de unas cosas, le conté sobre lo que sucedió con Punz, como Rubius llego a salvarme, como es que Rubius ahora es mi novio falso... y luego él me confeso que se sentía celoso de Punz, hablamos más cosas, luego nos besamos, y por lógica los besos terminaron en otra parte y ya.

Termino Quackity de contar la historia, sin mirar a sus amigos directamente a los ojos. Al final termino levantando su vista al no escuchar ni una sola palabra de ellos, llevándose el susto de ver a todos con la típica cara que Lolito hacía cuando pensaba algo malo. (⁠ ͡⁠°⁠ ͜⁠ʖ⁠ ͡⁠°⁠)

— ¿Eso significa que tú y él...?— pregunto sin querer queriendo Rubius. Quackity tardo unos segundos en captar el mensaje, y cuando lo hizo su cara estalló en rojo y frunció su ceño.

— ¡POR DIOS CLARO QUE NO! ¡¿QUE DEMONIOS CHICOS?! ¡POR SUPUESTO QUE NO! ¡TODAVIA ESTOY CHIQUITO!— alzó la voz Quackity nerviosamente, entonces cuando quisieron seguirle la burla a Quackity, escucharon como tocaban la puerta de su cabaña.

Eran al rededor de las 8 de la mañana, y el desayuno se estaba comenzando a servir en el comedor.

Rubius se levantó de su cama para caminar a la puerta y después abrirla, encontrándose a su quería y fiel amiga, Ari.

— ¡Ari! ¿Que tal? ¿Que necesitas?— pregunto Rubius amable.

— ¡Hola chicos!, me mandaron a avisarles que el desayuno ya está servido, que no tarden tanto en ir por el, ya saben lo que dice el profesor Staxx, el desayuno es la comida más importante del di- por dios Quackity ¿Porque estás tan rojo?— pregunto Ari, una vez que volteo a la espalda del más alto y vio al de gorra con la cara como tómate.

Quackity se sintió algo cohibido ante su evidente aparencial, iba a inventar una excusa cuando pensó mejor las cosas, con una decisión en su cabeza se levantó de su lugar y se acercó hasta su amiga, Ari inevitablemente pudo ver la "rara" marca que el menor tenía en el cuello.

Science love // Luckity Donde viven las historias. Descúbrelo ahora