Habían pasado varios minutos de la transmutación de Nyx y Sid continuaba mirándola como si no pudiera creer que ella fuera real. La jovencita tenía el cabello largo de color negro y tan brillante como sus antiguas alas, y el rostro de rasgos delicados, era el rostro más bonito que él nunca antes había visto. Sin embargo, eran los ojos, que parecían dos trocitos de obsidiana, la razón por la cual su corazón había comenzado a latir desbocado.
— ¿Eres humana?
—Claro que sí, tonto —sonrío —. Yo era la mejor aprendiz de hechicera de todo el mundo, hasta que la envidiosa Sephira me engañó y me convirtió en un pajarraco.
— ¿Estás diciendo la verdad?
— ¿Por qué iba a mentirte, Sid?
Los ojos de Nyx se posaron en el cadáver de Sephira y en un acceso de rabia, le dio una patada, luego otra y otra, hasta que Sid la alejó a empujones.
— ¡Basta! —expresó agitado —. Ella está muerta y debemos respetar su memoria.
—Esa maldita bruja me quitó todo. Fui su mascota durante tanto tiempo, que estoy segura que toda mi familia ya está muerta.
Conmovido por el llanto, Sid se acercó y sin saber como consolarla, optó por posar la mano en el hombro femenino. Nyx lo miró y le regaló una sonrisa triste.
— ¿Qué vamos a hacer ahora?
—Salgamos de este bosque y vayamos a recorrer el mundo.
—Sephira me dijo que debía de ir hacia la bifurcación y que luego mi corazón iba a guiarme hacia mi destino.
—No, no vayamos por ahí, estoy segura de que solo eran patrañas de una bruja senil.
—Ella intentó decirme algo, pero se murió.
—No confío en nada de lo que esa maldita te haya dicho y tú tampoco deberías.
El muchacho confundido se rascó el mentón y apartándose de Nyx, levantó el cadáver de la hechicera y lo dejó a un costado del camino. Después buscó un lugar apropiado y comenzó a cavar una tumba. Nyx lo miró trabajar en silencio durante unos minutos y conmovida por el esfuerzo, decidió olvidar el rencor y se dispuso a ayudarle. Cuando terminaron de cavar, una fosa no muy profunda, colocaron el cadáver y lo cubrieron con rocas pequeñas.
—Seguiré mi camino. Adiós, Nyx.
Había una súplica silenciosa en la mirada de Sid, cuando prosiguió su andar y Nyx no tuvo corazón para dejarlo solo, de modo que comenzó a caminar junto a él. Pronto llegaron al final del sendero, en donde estaba la bifurcación y el muchacho se tomó unos momentos para reflexionar.
El camino izquierdo era escabroso y arbustos espinosos crecían a sus lados; por el contrario el derecho zigzagueaba entre la fina hierba y las flores violáceas, desprendían un perfume exquisito. En cuanto tomó la decisión, miró a Nyx y le tendió la mano, pero antes de que ella pudiera aceptarla, la tierra comenzó a temblar debido a que los árboles, nuevamente estaban cambiando de sitio.
Sid perdió el equilibrio y cayó de espaldas, no obstante consiguió moverse justo antes, de que una rama lo aplastara y aturdido se levantó de un salto. Miró a su alrededor buscando a Nyx, pero no habían señales de ella por ningún lado. De pronto, la escuchó gritar y elevando la mirada, vio que estaba atrapada en la copa mas alta de un gigantesco árbol, que continuaba moviéndose y sin pensarlo corrió hacia el.
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Writober 2023
ÜbernatürlichesRelatos de terror para disfrutar durante todo el mes de octubre 🎃