17. Desastre en la cocina

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Pareja: MiTake


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Takemichi se encontraba sentado en el piso de su habitación y en su regazo se encontraba recostada la cabeza de su novio.

El de ojos azules acariciaba los cabellos de su amante, haciendo que se relajara,

De repente el rubio se levanta y mira a su novio.

—oye Takemichy ¿sabes hacer dorayaki?

—no, no sé, por qué preguntas.

—quiero unos, pero no quiero comprarlos quiero que los haga Takemichy—declaró con un puchero

El mencionado le descoloco la sugerencia de su pareja, ni siquiera sabía preparar un huevo frito sin quemarlo.

—puedo comprarte unos—sugirió

—ño, no quiero, quiero que los hagas tú.

—puedo hacerlos después, le diré a mamá que me enseñe.

—los quiero ahora.

Ante la negativa de su pareja, no tuvo más opción que cumplir con el capricho.

Honestamente puedo decirle que no, sin embargo, no le gustaba decirle no a su novio cuando ponía ojos de cachorro.

—Está bien, pero si salen mal, te compraré unos.

—Está bien.

La pareja salió en búsqueda de los ingredientes para el postre.

Media hora más tarde ya se encontraban en la cocina.

—¿ya están listos?

—no, tengo que ver un tutorial, espera un poco Mikey kun.

Acarició sus cabellos para tranquilizarlo un poco.

Una vez de haber visto a una señora en internet explicándole a como prepáralos se dispuso a hacerlos, rogando a que le salieran.

A pesar de los varios intentos fallidos en los que los dulces japonés quedaban quemados o crudos, Takemichi no se rindió.

Mikey miraba con curiosidad como su pareja intentaba por décima vez preparar sus preciados dulces.

—tenías razón, debí esperar a que tu madre te enseñara, vamos a comprar unos.

—ya no tengo dinero, me gaste todo mi dinero en comprar los ingredientes, no te preocupes yo haré que queden bien.

Manjiro por primera vez sentía algo de culpabilidad, sus caprichos habían llevado a que su novio no solo gastara sus ahorros que eran para comprar una nueva bicicleta, si no que también la cocina de su casa se encontraba hecha un desastre, a causa de las nulas habilidades culinarias de su amado.

Estaba por decirle que se detuviera cuando se escucha la puerta abrirse.

La señora Hanagaki regresaba de su trabajo de medio tiempo cuando escucha un ruido en la cocina, corre a ver qué fue lo que sucedió se encontrará con que la cocina estaba hecha un desastre al igual que su hijo que estaba lleno de harina y masa.

—¿Qué sucedió aquí?

Los dos jóvenes le explicaron la situación a la adulta y de paso le prometieron que limpiarían el desastre que causaron.

—Está bien, pero para la próxima pidanme ayuda si quieren aprender hacer dorayakis.

—Sí madre.

—Sí señora.

La madre de Takemichi, noto que aún había ingredientes, por lo cual decidió enseñarles cómo prepararlos, para que en un futuro no hicieran un desastre en la cocina.

Luego de que les explicara y de hacer los dorayaki, la pareja subió a la habitación.

—gracias Takemichy, pese a que no sabía cocinar cumpliste mi capricho, lo siento, te prometo que te pagaré todo lo que te gastaste.

—no te preocupes Mikey kun, de hecho, quería aprender desde hace un tiempo, quería hacer unos para regalarte en tu cumpleaños, pero terminó en desastres, esta no es la primera vez que la cocina termina hecha un lío, días antes de tu cumpleaños tambien, solo que eso no lo sabe mi madre por que limpie antes de que llegara. Al final te regale una almohada de doraki.

—Gracias por intentarlo, yo también debería aprender, es un lío deberle varios yenes a Draken por querer dorayakis del local del centro comercial.

Una vez terminado de comer bajan de vuelta a la cocina para limpiar todo el desastre que provocaron en la cocina. 

Días de otoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora