7. Toma mi mano y no la sueltes

24 4 0
                                    


Pareja: Azz x Iruma 

Advertencia: Este capitulo esta basado en un capitulo del manga, por lo cual contiene spoilers.


 ⋅•⋅⋅•⋅⊰⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅∙∘☽༓☾∘∙•⋅⋅⋅•⋅⋅⊰⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅


Iruma se encontraba aterrado por el demonio frente a él.

En todo el tiempo que ha estado en el infierno, solo una vez había sentido demasiado terror, cuando vio cómo sus seres queridos le daban la espalda y lo dejaban nuevamente solo.

Sin embargo, en esta ocasión su miedo era aún más latente ya que los ojos de aquel ser los miraba con un odio profundo, el cual sabía uno de sus mayores secretos.

Le aterraba que su pareja supiera que era un humano, no quería ver su rostro lleno de decepción al saber aquella verdad.

En cuanto al más alto, deseaba romper la burbuja en la que se encontraba encerrado junto a su ex senpai y acercar a su amado y tomar su mano para calmarlo.

Se sentía impotente por ver aquella mirada de terror en el más pequeño.

Azz se lanza al ataque para que aquel ser se aleje de su amado.

Iruma golpeaba con impotencia aquella pared invisible que lo separaba de su novio y su senpai.

Quería llorar de su imposibilidad al no poder romper la barrera, si no salía de ahí sabrían su mayor secreto.

El de cabellos azules se arrepentía de no haberle dicho la verdad, ahora se alejaría de él.

Sin más opción decide usar el poder de su anillo para salir de ahí y evitar que su secreto sea revelado. Había logrado romper la barrera y estaba a punto de lanzarse para combatir con el demonio, cuando un celular comienza a sonar, interrumpiendo la atmósfera de tensión que había en el lugar.

El humano nota que es su celular, el cual contesta.

Mientras escuchaba a su amiga hablar en su interior agradecía que lo haya salvado.

Gracias a las palabras de su amiga y la mano que sostenía su mano, tomó el valor para enfrentar a su senpai y de paso, eliminar de su cuerpo el miedo que lo había invadido, minutos atrás.

Al ver que el gesto de miedo había sido borrado y ahora mostraba una determinación, el mayor perdió el interés en el humano. Por lo cual no tuvo más opción que retirarse del pasillo en el que se encontraban.

Con su mano libre el de cabellos rosas lanzó fuego para impedir que huyera, no obstante, fue bloqueado su ataque, sorprendiéndolo.

Al final el ahora autoproclamado enemigo se alejó de la pareja.

Ahora que el peligro se había ido, la adrenalina que estaba en él se desvaneció.

Iruma se desmaya, Azz se percata de eso y lo sostiene.

Lo coloca en el suelo para que descanse mejor, para luego sostener su mano.

En su estado inconsciencia, agradece que su amado sostuviera su mano y no la soltara en ningún momento.

Cuando despertó ya en la comodidad de su habitación notó que el más alto se encontraba sentado en una silla durmiendo sin que alejara su mano de la suya,

Sonrió para luego soltarla. Cuando noto que ya no sentía la calidez de la mano contraria se despertó,

—gracias por cuidarme, por qué no descansas a mi lado.

—Claro.

Con timidez se levanta de la silla y se recuesta en el lado libre de la cama.

—Azz, toma mi mano y jamás la sueltes, pase lo que pase, prométemelo.

Aquellas palabras tenían un significado distinto, con esa frase, su pareja quería decir que permaneciera a su lado pese a lo que sucediera en el futuro, y no solo eso si no que estaba relacionado con lo que quería decir su adversario.

Por el momento no le cuestionaría sobre lo que intentó confesarle, su amante había pasado por mucho en aquella fiesta que no deseaba abrumarlo con sus dudas, además de que esperaría hasta que la persona a su lado estuviera dispuesto a contarles sus inquietudes.

—tranquilo, Iruma, no soltaré tu mano, no importa lo que suceda, yo no te soltare,

Azz se acerca para besar la comisura de los labios de su pareja, de esa forma sellan su promesa,

Unos minutos más tarde ambos se encuentran dormidos, mientras que sus manos se encuentran entrelazadas. 


Días de otoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora