11. Una charla en carretera

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Pareja: MiTake

Universo en el que son pandilleros, pero ajenos a los acontecimientos del manga/anime.


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Manjiro se había despertado al sentir que la camioneta en la que viajaba se había detenido.

Aún no abría los ojos, pero escuchaba la voz de su pareja mantener una conversación con su hermano, para luego escucharse la puerta de la van abrirse para luego volver a cerrar.

—oh, ya despertaste Mikey kun.

Al oír la voz de su pareja llamarlo, no tuvo más opción que abrir su ojos, percatándose que se encontraban en el estacionamiento de un conbini que se encontraba en la carretera.

—¿Cómo sabes que estaba despierto?

—dejaste de hablar dormido.

—yo no hago eso—respondió con un puchero

—claro que lo haces, estabas diciendo que te diera más Takoyaki

—Mientes.

Su novio tan solo rio ante la negativa del rubio.

—por cierto, has dormido.

—no, no quiero dejar solo a Shinichiro.

—¿Por qué nos detuvimos?

—fue a comprar café y de paso a comprar algo de cenar.

Mikey tomó su celular para encargarle a su hermano unos dorayakis y un refresco.

—¿no quieres algo?

—ya el encargue algo antes de que se fuera.

Por un par de segundos se quedaron callados, el único ruido que había en el interior del auto era los ronquidos de uno de sus amigos.

—Es un fastidio.

—¿Qué cosa?

—este viaje, pudimos venir en nuestras motos y quedarnos en el campo y no en este incómodo lugar, no me deja dormir.

—pero si estabas durmiendo.

—pero incómodo, además por que mierda a Inupi se le ocurrió hacer su fiesta en la playa en pleno otoño—se quejo

—no digas groserías Mikey kun, Inupi quiso aquí porque le encanta la playa, y a pesar de que estamos a principios de otoño aún hace algo de calor, qué mejor forma de apaciguar el calor yendo a la playa.

El tema de la razón por la que estaban en la carretera en una camioneta con el resto de sus amigos quedó resuelta.

—oye Takemichy, a donde quisieras viajar en tu cumpleaños.

—Mi cumpleaños ya pasó.

—Lo sé, me refería para el próximo año.

—no de cumpleaños, pero me gustaría visitar Kioto y tu Mikey kun.

—Siempre he querido hacer un viaje en moto por todo Japón con todos los chicos, desde que lo vi en una película Estadounidense quise hacer una. El plan era hacerla cuando nos graduemos.

—Eso es genial, yo quisiera ir, aunque tal vez ese viaje solo sea para los fundadores de la ToMan.

—Claro que irás, si eres parte importante de la pandilla, aunque ahora quiero un viaje aún más especial.

—¿uno aún más especial que viajar con tus amigos?

—si, quiero un viaje en moto a Kioto contigo, como nuestra luna de miel.

La confesión de su amado lo hace sonrojar, sin embargo, su sonrojo aumentó cuando los labios de su pareja se estampan con los suyos.

Inmediatamente corresponde el beso, hasta que son separados con un par de gritos, provocados con sus amigos.

—dejen sus cursilerías para cuando estén solos—gritó Katzutora

—cállate pelos de cacatúa además no estabas dormido.

—no me llames de esa forma pelos de elote,

Los dos se miran con molestia, están por lanzarse a los golpes, pero por suerte Draken los detiene.

—quieren callarse, estamos dormidos, además es de madrugada.

—Pero si él empezó, todo es culpa de Mikey.

—¿Mi culpa?, si tu fuiste el que empezaste hacer un escándalo, por que estas soltero y yo no.

—eres un hijo....

—¡SUFICIENTE!

Al escuchar la voz del calmado Mitsuya, todos se quedaron en silencio.

A pesar de ser el más calmado del grupo y uno de los que detiene las disputas en la pandilla, cuando se metían con su hora de sueño, ya no era el ser pacifico.

—lo sentimos—respondieron

La única persona ajena a todo el relajo dentro del interior del carro, fue Baji que continuaba dormido pese al escándalo causado por sus amigos.

En eso la puerta del piloto se abre, entrando el único adulto.

—que bueno que traje mas comida, coman un poco, yo ya me comí unos onigiris y bebí un café para continuar con el camino.

Tras entregarle la comida a los adolescentes el viaje continuó.

Takemichi se encontraba ajeno a la conversación de sus amigos y pareja, debido a lo que había soltado con toda seguridad, su novio, ya que de manera indirecta le había confesado que quería una vida a su lado.

Días de otoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora