10.Tiara de flores

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Pareja: Azz x iruma


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Azz e Iruma se encontraban en el jardín de la escuela, la maestra y encargada del batora de jardinería le había pedido de favor a Iruma que si se encargaba de regar las flores que habían plantado sus alumnos mientras ellos fueron a un viaje para presentar algunas flores en una competición entre los batoras de cada escuela del mundo demoníaco.

Como era de esperarse, al escuchar la palabra: por favor, el de cabellos azules, no se pudo negar a la petición de la maestra.

Es por ello que Azz decidió ayudarlo en su encomienda durante estos tres días.

En su camino de regreso al edificio escolar, el más bajo recogía algunas flores que se habían caído de los árboles que estaban alrededor del peculiar jardín.

Cosa que había notado en el más alto, pero que decidió ignorar por el momento.

Con el paso de los días Azz noto que aquel patrón se había repetido los últimos días.

—Iruma sama tengo una duda, por qué haces eso—le cuestiono

—a, es que quiero hacer una corona de flores, vi a muchas personas hacerlas en el mundo humano para sus parejas, espero que te guste—explica

—claro, que me encantara, puedo hacerlas contigo.

—sí, me alegraría que me ayudaras.

Luego de haber recogido las flores y de haber terminado sus días de regar las plantas del batora de jardinería.

Iruma se encontraba en el jardín de su hogar junto a su novio, ambos recargados en un árbol.

Con ayuda de un hilo comenzaron a juntar las flores hasta formar una corona.

—Ten Azz, es para ti.

Le muestra una corona con varios pétalos azules que había recogido de un árbol del inframundo.

—yo también hice una para usted Iruma sama.

Azz hace lo mismo, y le enseña una corona hecha con pétalos rosas, provenientes del árbol que había creado Iruma, inspirado en la flora del mundo humano.

Al mismo tiempo se colocan las coronas de flores.

—cómo me veo—pregunta el más pequeño

Azz juraba que estaba ante la presencia de algo hermoso, su amado se veía aún más bello con aquellas flores negras adornando su cabello.

—se ve demasiado hermoso—respondió de manera honesta

La repentina respuesta del mayor provocó un tono carmesí en las mejillas de su pareja.

—tú también te vez bien Azz—responde

La pareja se tomó un par de fotos para recordar el momento.

—quiero hacer para los demás, ¿me ayudas?

—claro—respondió

Luego de eso Iruma continúo haciendo más coronas para el resto de sus seres queridos con la ayuda de su pareja hasta que comenzó a oscurecer.

Iruma estaba feliz de haber hecho aquella actividad con su pareja, le hacía estar contento hacer aquello con alguien especial en su vida como su pareja.

En el mundo humano ya había hecho algunas, pero para él, cuando se encontraba viviendo en el bosque y quería pasar el rato.

Mientras las hacía, siempre deseo regalárselas a sus seres queridos y que alguien lo acompañara, y por fin había conseguido uno de sus tantos deseos.

Días de otoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora