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—¡Tu y Klay lo hicieron!
La cara de Leighton aparece en la pantalla de mi iPad demasiado cerca de la cámara. A un costado Kyle tiene cara de arrepentirse de haber aceptado la llamada al escucharla.
—Jeez, Lee. —se queja Kyle— . ¿Puedes al menos saludar primero?
—Exacto, ¿que pasó con buenos días?
—Hola cariño, te ves espectacular, ¿te hiciste algo nuevo en el cabello? —dice claramente con sarcasmo— . ¿Lo hicieron?
—¿Cómo te das cuenta de eso? —contra pregunto.
—Tu cara. —contesta demasiado orgullosa de si misma— . Tienes la cara de una persona sexualmente satisfecha.
Suelto una carcajada, Kyle suelta un gruñido y niega con la cabeza. A veces no tengo idea como nuestra amistad grupal ha durado tanto tiempo, Leighton siempre anda diciendo cosas inapropiadas, yo siempre ando llorando, Kyle solo mira.
—Voy a colgar. —amenaza este último.
—Me alegro por ti, nena. —dice— . ¿Asumo que las cosas van bien por allí?
—Uh oh. —suelta Kyle cuando no respondo de inmediato— . ¿Qué paso?
Niego— . Con Klay está todo bien... demasiado bien. Hoy me llamó mi contadora, ya recuperaron todo el dinero de mi cuenta.
—¿Eso no es bueno?
—Obviamente si. —respondo— . Pero significa que ya no tengo razones para seguir viviendo aquí.
—Oh.
—Exacto.
Ha pasado una semana desde que empecé a dormir en la habitación de Klay. Casi cuatro meses desde que vivimos juntos. Sabía que no iba a ser para siempre, hoy me desperté con la llamada de Aurora, mi contadora, para decirme que finalmente descongelaron mis cuentas, todos mis activos ya están trasladados a una nueva cuenta así que tengo mi dinero de vuelta.
