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Una vez Steph me dijo que lo único que he amado de verdad es el básquet, Rocco y mi barco.
Creo que tenía razón.
Observo la trayectoria del balón después de lanzarlo, forma una parábola perfecta en el aire y entra en el anillo sin hacer demasiado ruido. Este es el único lugar en donde me siento completamente bien, lanzar triples es natural para mi y cuando lo hago no pienso en nada más. Esa es la mejor parte.
Cuando acabo de lanzar todos los treinta balones del rack regreso a la banca para tomar un descanso. La pantalla de mi celular se ilumina al levantarlo con un par de mensajes de mis padres, uno de mi hermano y uno de Hazel que llama mi atención.
«No te olvides que Indy está en la ciudad, dale un vistazo por mi. Los quiero <3»
Inevitablemente mi mente viaja a la rubia. No la he visto desde el día del baby shower pero sé por boca de Draymond que ha estado viviendo a tiempo completo en San Francisco por más de una semana, algo sobre problemas con el productor de su álbum. El mensaje es gracioso considerando que Indiana preferiría caminar a Los Ángeles en busca de ayuda con tal de que no sea mía, pero tomando en cuenta que ellos están en Grecia, Leighton y Kyle en Los Ángeles y Steph en Charlotte supongo que soy la única opción.
No me sorprende para nada la forma en la que busca por todos los medios evadirme, después de todo it takes one to know one, y ella está haciendo conmigo lo mismo que yo he pasado haciendo a chicas random por la mayoría de mi vida. La mínima señal de que pueden haber sentimientos significa correr en dirección contraria, es casi irónico que de todas las mujeres en las que podría haber puesto mi atención y que seguramente no me negarían nada sea ella quien no me pueda sacar de la cabeza.
Algunos lo llamarían karma.
Mi teléfono vuelve a sonar, la vibración en mi mano me saca de mis pensamientos de inmediato, pero lo que más me sorprende es leer el nombre en el identificador.
