6. Cuatro chicas despechadas

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"Yo sabía que volverías a mí."

"Sí, eso creo. ¿Dónde vamos? Perdón por lo que hicieron mis amigas antes, son estúpidas, creen que yo no sé cuidarme sola."

"Claro que te sabes cuidar. ¿Vamos a mi auto?"

"No entro en autos de desconocidos. Yo los subo a mi camioneta."

"Claro, solo te estaba poniendo a prueba con eso de que te sabes cuidar, linda. Además, yo ya no soy un desconocido para ti."

"Vámonos antes de que nos vean."

Así fue como Paz se acercó a un Bruce mucho más ebrio, mucho más dejado a llevar por la fiesta, por una noche avanzada y sin haber dado con una víctima concreta a la cual ofrecerle un trago.

Esta vez fue un poco más sensato e intentó darle una botella con agua sin gas luego de que llegaron al punto donde Paz le indicó con anterioridad.

Entraron de lleno en el pequeño rincón cercano al bosque donde él intentó acercarse por las malas.

Lo que no esperaba es que, con las chicas, estuviésemos siguiéndole el rastro a cada paso que daban.

"Ya llegamos, creo que deberías tomar algo."

"¿Era cierto eso que decían las chicas? Lo de la burun..."

"¿Qué tiene de malo? Yo mismo las vi a dos de ellas tomando pastillas, un amigo mío fue quien les vendió. ¿Falta mucho para llegar? Aquí nadie nos verá."

"Aún falta."

"Bebe un poco, te hará sentir bien, ya verás."

"No. Un poco más."

La terminó interceptando por la fuerza, antes de terminar por meterlo por completo en lo más profundo del bosque, por lo que intentó atacarla y obligara a beber de su jodido trago criminal, consiguiendo finalmente su cometido de inmovilizarla.

Aunque la soltó de inmediato.

"Quítale las manos de encima, hijo de perra" escuché a Nina farfullar mientras atrapaba a Bruce y a Paz, de frente.

Bruce esbozó una risita.

Paz se soltó y fue hasta Nina palpando su propio revólver oculto.

Nina levantó su arma y le apuntó a Bruce, quien no se molestó en ocultar su risueña manera de burlarse de ambas.

"¿Qué crees que harás con eso?". Se adelantó. "¿Vamos a jugar a las mojaditas? ¿Y si mejor ves cómo yo les hago a ambas que se humedezcan las bragas."

Un paso más.

Paz se puso un pasamontañas, nuestra otra amiga ya tenía el suyo.

"¿Qué clase de juego es este, par de locas?"

La pistola de agua que Nina sostenía ya le apuntaba directo a los ojos y con Caridad estábamos listas para saltar.

"Vamos, dispara. Y yo te enseñaré cómo las termino mojando a ustedes, inclusive a su amiguita lesbiana que aún no ha probado a un hombre de verdad."

Nina apretó el gatillo.

Y le mojó los ojos.

Asaltamos antes la cocina de donde tomó algunos elementos para su mágica mezcla en la pistola de agua: pimienta, chile y jengibre.

Bruce intentó gritar en cuanto el agua comenzó a escocer picor en sus ojos, sin embargo Paz sacó la pistola real que llevaba escondida y le dio un culatazo a Bruce por la cabeza, arrojándolo al fango por la espalda.

"¡No tienen idea con quién se han metido!"

"Tú no tienes idea de quién es la jodida lesbiana con la que te metiste, hijo de mil putas" le soltó Caridad finalmente enterrándole un cuchillo de cocina (parte de nuestro botín) en la boca del estómago.

Bruce intentó defenderse.

Las cuatro teníamos pasamontañas.

Intenté apartar a Bruce en un instante que consiguió sujetar a Caridad, pero él me quitó el pasamontañas a mí y me miró directo a los ojos mientras las cuatro seguíamos en proceso de reducirlo y enterrando el cuchillo más con más fuerza, revolviendo las tripas del imbécil.

Nos apartamos.

Cedió.

Dejo de oponer resistencia.

Las cuatro nos miramos a la cara y Paz dio el remate al enchufarle en la boca el pico de la botella con agua y burundanga.

"Ya, creo que no será necesario" le dijo Caridad, mientras las cuatro caímos en la cuenta de lo que acabamos de hacer.

Ahora solo queda regresar a nuestros cuartos, descansar y pensar que mañana será un nuevo día, sin embargo, la idea de que nos hayan podido encontrar no nos deja descansar a ninguna de las cuatro, lo corroboro mientras le doy vueltas a la cama chequeando la luz que se enciende en mi mesita de noche.

Miro el móvil una vez y otra y otra.

Llega un mensaje. Plip.

Caridad: Amichas.

Y otro más:

Caridad: ¿Tampoco pueden dormir?

GOOD GIRLSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora